/ domingo 18 de octubre de 2020

170 años para cerrar las brechas de género

Ayer se cumplieron 67 años del reconocimiento del derecho de votar y ser votadas las mujeres en la Constitución Política de nuestro País. El 17 de octubre de 1953, se promulgaron las reformas constitucionales que otorgaron el derecho de voto a las mujeres en el ámbito federal.

Sesenta y siete años después, la lucha de las mujeres en México sigue, toda vez que, continúa una marcada disparidad entre los géneros; por ejemplo, en el ámbito laboral, las mujeres trabajadoras siguen ganando un 24% menos que los hombres a nivel mundial, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas. La marcada distinción entre lo que se percibe de salario, por una mujer y un hombre tiene que ver con un “sistema de género”, donde el dominio es patriarcal y se establecen relaciones no equitativas entre mujeres y hombres, debido a que tiende a demeritarse el trabajo que realizan las mujeres y se privilegia la fuerza laboral de los hombres.

De acuerdo ONU Mujeres 2020, en el contexto de la participación política de las mujeres, México ocupa la posición 34 de 190 en la categoría de mujeres con cargos de secretarías de estado; mientras que ocupa el lugar 5 del mundo, en el rubro de mujeres como legisladoras. En cambio, la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral disminuyó de 45 a 39 por ciento en los últimos meses, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Asimismo, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos ha señalado que la suspensión de la actividad económica producto de la pandemia de COVID-19, afectó más a las mujeres, por lo que, la brecha de genero podría aumentar, ya que del 79.08 % de las mujeres que trabajan, el 33.68% tienen actividades esenciales y el 45.4% trabajan en actividades catalogadas como no esenciales. Respecto a los hombres, el 66.3 % realiza actividades catalogadas como esenciales y el 54.6% realiza actividades establecidas como no esenciales.

El concepto de género que cada sociedad en particular construye y que asigna a mujeres y hombres lleva a desigualdades y, a su vez, estas causan inequidad entre mujeres y hombres en determinados campos.

En nuestra sociedad, la desigualdad entre mujeres y hombres está muy marcada en la participación política, en la libertad sexual, en la libertad de expresión, en la libertad de decisión, en el acceso al sistema educativo formal, en encontrar un trabajo, en gozar de un salario similar al de los hombres que desempeñan un trabajo igual, entre otras.

Por todo lo anterior, es necesario que el sistema educativo del país, las dependencias públicas de los tres niveles de gobierno, los órganos legislativos de las entidades federativas, el poder judicial y las empresas, promuevan lo que la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, denomina “perspectiva de género”, que se refiere a las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género.

Según el Foro Económico Mundial, aún faltan 170 años para cerrar completamente las brechas de género a nivel mundial. Sin embargo, depende de que haya una verdadera voluntad política del gobierno federal y estatal, así como de una mayor participación de la sociedad civil para hacer que las desigualdades de género se erradiquen en menos tiempo.

*Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios y Profesor en la Facultad de Derecho y C.S.

Comentarios:jorgepinto_9@hotmail.com / Twitter: @apjorge/ Facebook: Jorge Pinto/ Instagram: jorgepinto_9

Ayer se cumplieron 67 años del reconocimiento del derecho de votar y ser votadas las mujeres en la Constitución Política de nuestro País. El 17 de octubre de 1953, se promulgaron las reformas constitucionales que otorgaron el derecho de voto a las mujeres en el ámbito federal.

Sesenta y siete años después, la lucha de las mujeres en México sigue, toda vez que, continúa una marcada disparidad entre los géneros; por ejemplo, en el ámbito laboral, las mujeres trabajadoras siguen ganando un 24% menos que los hombres a nivel mundial, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas. La marcada distinción entre lo que se percibe de salario, por una mujer y un hombre tiene que ver con un “sistema de género”, donde el dominio es patriarcal y se establecen relaciones no equitativas entre mujeres y hombres, debido a que tiende a demeritarse el trabajo que realizan las mujeres y se privilegia la fuerza laboral de los hombres.

De acuerdo ONU Mujeres 2020, en el contexto de la participación política de las mujeres, México ocupa la posición 34 de 190 en la categoría de mujeres con cargos de secretarías de estado; mientras que ocupa el lugar 5 del mundo, en el rubro de mujeres como legisladoras. En cambio, la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral disminuyó de 45 a 39 por ciento en los últimos meses, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Asimismo, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos ha señalado que la suspensión de la actividad económica producto de la pandemia de COVID-19, afectó más a las mujeres, por lo que, la brecha de genero podría aumentar, ya que del 79.08 % de las mujeres que trabajan, el 33.68% tienen actividades esenciales y el 45.4% trabajan en actividades catalogadas como no esenciales. Respecto a los hombres, el 66.3 % realiza actividades catalogadas como esenciales y el 54.6% realiza actividades establecidas como no esenciales.

El concepto de género que cada sociedad en particular construye y que asigna a mujeres y hombres lleva a desigualdades y, a su vez, estas causan inequidad entre mujeres y hombres en determinados campos.

En nuestra sociedad, la desigualdad entre mujeres y hombres está muy marcada en la participación política, en la libertad sexual, en la libertad de expresión, en la libertad de decisión, en el acceso al sistema educativo formal, en encontrar un trabajo, en gozar de un salario similar al de los hombres que desempeñan un trabajo igual, entre otras.

Por todo lo anterior, es necesario que el sistema educativo del país, las dependencias públicas de los tres niveles de gobierno, los órganos legislativos de las entidades federativas, el poder judicial y las empresas, promuevan lo que la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, denomina “perspectiva de género”, que se refiere a las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género.

Según el Foro Económico Mundial, aún faltan 170 años para cerrar completamente las brechas de género a nivel mundial. Sin embargo, depende de que haya una verdadera voluntad política del gobierno federal y estatal, así como de una mayor participación de la sociedad civil para hacer que las desigualdades de género se erradiquen en menos tiempo.

*Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios y Profesor en la Facultad de Derecho y C.S.

Comentarios:jorgepinto_9@hotmail.com / Twitter: @apjorge/ Facebook: Jorge Pinto/ Instagram: jorgepinto_9

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