El presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI parece haber definido el rumbo que tomará ese partido político de cara a la contienda electoral del 2024, a partir de dos acontecimientos ocurridos la semana pasada que evidenciaron el deterioro de su relación con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y, por tanto, con Morena.
Hasta hace poco, analistas e integrantes de la clase política nacional se preguntaban qué papel jugaría el priismo de Alejandro Moreno Cárdenas en el intento de contrarreforma eléctrica de López Obrador, no solo por el desenlace sustancial de la iniciativa, sino por las repercusiones que su voto –a favor o en contra—tendría en el vínculo con los partidos de oposición.
La cuestión era simple:
“¿Apoyará a Morena o cerrará filas con el PAN y el PRD?”
Si cerraba filas con los opositores, mantendría la coalición que armaron en el reciente proceso electoral.
Pero, si respaldaba a Morena, cambiaría la alianza a una nueva denominada PRIMor.
La interrogante encontró respuesta el miércoles 3 de noviembre, cuando representantes de las bancadas aliadas de López Obrador en la Cámara de Diputados, las de Morena, PT y el Partido Verde, anunciaron un acuerdo para diferir la aprobación de la reforma eléctrica hasta después del 15 de abril… por la falta de los votos necesarios para concretarla este mismo mes, como pretendía el mandatario mexicano.
Esos votos que esperaba Morena y que no llegaron fueron los del PRI.
Por sí solo, este hecho podría ser suficiente para prever el aborto de una alianza en gestación, la del PRIMor, y la réplica de la unidad opositora, donde cohabiten PAN, PRI y PRD, para los comicios federales del 2024, con la posibilidad, además, de sumar a Movimiento Ciudadano.
No es asunto menor que el priismo le negara el respaldo a Morena en un tema de enorme importancia para el Presidente, que busca trascender a través de esa reforma constitucional para meter reversa a la apertura de las inversiones privadas en el sector energético del país.
Sin embargo, Alejandro Moreno y el PRI ya habían pintado su raya con el Presidente, tres días atrás, el domingo 31 de octubre, en pleno trance social con motivo de las celebraciones a los muertos.
Ese día el tricolor realizó una sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional en la que negó permiso al exgobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, para convertirse en embajador de México en España, como pretendía hacerlo –y seguramente lo hará—por invitación directa de López Obrador.
La negativa no fue tan relevante como lo fueron los motivos expuestos para soportarla.
Frente a personajes como César Camacho Quiroz, Dulce María Sauri, Humberto Roque Villanueva, Beatriz Paredes Rangel, José Antonio González Fernández y Carolina Monroy, así como los coordinadores parlamentarios Miguel Ángel Osorio Chong y Rubén Moreira, el dirigente nacional del partido acusó a Morena y al Presidente de emprender una estrategia para tratar de dividir a la alianza Va por México y al PRI, lo que, dijo, no ocurrirá.
La sesión, que pasó desapercibida para un amplio sector de la clase política por las distracciones naturales de ese fin de semana, se convirtió en una cascada de descalificaciones para el partido en el poder.
Después vino el rechazo a la reforma eléctrica para consumar el rompimiento.
Esta debe ser una buena noticia para los priistas poblanos que desean la repetición de la alianza electoral opositora a Morena dentro de tres años, en coalición, principalmente, con el PAN.
Quienes aspiraban a materializar el PRIMor, por el contrario, deben estar un tanto apesadumbrados.
Enrique Doger Guerrero, por ejemplo, un priista envuelto en polémica en los últimos días, podría preferir la alianza de su partido con Morena, en el caso de que Ignacio Mier Velasco resultase candidato del partido presidencial al gobierno del estado.
En coalición con el PRI y con su amigo diputado federal en la ruta de Casa Aguayo, pensará, él sería abanderado del tricolor a la alcaldía de Puebla, sin obstáculos de por medio.
El problema para Doger y demás promotores de la unidad del tricolor con Morena es que ese escenario parece haberse desvanecido.
Al menos hoy, a la luz de los hechos ya descritos, el PRIMor no existe.
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El periodista Fernando Abraján retorna este lunes al 1280 de Amplitud Modulada con “El Matutino, noticias”, un espacio que estará dedicado a mantener bien informados a los radioescuchas de esa emisora.
Abraján, autor de la columna Palo Dado en EL SOL DE PUEBLA, transmitirá una hora de noticias, entrevistas y opiniones de especialistas en los temas de la agenda pública, de lunes a viernes, de 9 a 10 de la mañana.
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