/ viernes 29 de octubre de 2021

A puerta cerrada | Enrique Doger en su hábitat y Estefan muerde el anzuelo

Enrique Doger Guerrero es como ese furibundo hombre verde de ficción que alimenta su energía a partir de los golpes que recibe. Mientras no haya un impacto de tal magnitud que lo deje tendido en el piso, inconsciente y presto para volver a su estado natural, ese personaje de los comics regresa una y otra vez, incluso más fuerte y violento, a contraatacar a sus rivales.

Toda proporción guardada entre estos dos personajes, el de verdad, político poblano militante del PRI, y el de ficción, superhéroe avecindado en el universo Marvel, así es Doger.

Tras la cascada de descalificaciones que recibió por participar en un acto de Morena, la cuatroté y su amigo el diputado federal Ignacio Mier Velasco, el domingo pasado, el expresidente municipal y exrector de la BUAP hizo una alusión sutil a la colaboración de Jorge Estefan Chidiac en la contienda electoral de 2019, a favor del partido presidencial, que derivó en un revire por parte del diputado y una nueva andanada dogerista que amenaza con extenderse, al menos, una semana más.

Enrique Doger condujo a la clase política al terreno que más le gusta, el de la confrontación mediática, y en el último tirón se llevó a un ingenuo Jorge Estefan que mordió el anzuelo y que por ello podría convertirse en blanco de señalamientos puntuales en los próximos días, una vez que concluyan las festividades por los días de muertos, como el mismo expresidente municipal advirtió ayer desde sus redes sociales.

¿Qué pasó?

¿Cómo fue que ocurrió esto tan rápido, de domingo a jueves?

Como usted sabe, Doger asomó la cabeza en un evento político de Morena, lo que le valió acusaciones de traidor de parte de priistas que se apresuraron a emitir señalamientos antes de pensar en el fondo del hecho y de recordar que la historia del partido tricolor está plagada de hombres y mujeres que han jurado lealtad a los estatutos, pero han colaborado para proyectos contrarios, siempre a conveniencia de sus intereses personales.

Motivado por las reacciones, algunas de ellas propiciadas desde el poder, el excandidato a gobernador salió a decir que continuaba como militante del PRI, que no tenía previsto renunciar a ese instituto político y menos incorporarse al partido de López Obrador, donde sí milita su amigo Ignacio Mier.

En ese mismo pronunciamiento público, para recordarle al respetable que, en el pasado, otros priistas, vigentes en la actualidad, sí traicionaron al PRI y no sufrieron reprimendas por ello, como él, lanzó un puya a Jorge Estefan que, ahora se sabe, dio bien en su objetivo.

Doger acusó a Estefan de haber operado, desde su posición de secretario de Finanzas en el gobierno interino de Guillermo Pacheco Pulido, para el candidato Miguel Barbosa, de Morena, en la elección extraordinaria de 2019.

Pudo haber señalado a cualquier otro o a muchos más, pero se lanzó sobre el diputado local precisamente por su condición de coordinador de los legisladores del PRI y aliado casi declarado del mandatario en funciones.

Estefan se enganchó y respondió un día después, abalanzándose sobre su oponente.

Irritado por el señalamiento en su contra, el exsecretario de Finanzas recuperó de entre los escombros aquel incómodo episodio político en la vida de Doger, que lo ubica como aliado del extinto Rafael Moreno Valle en la contienda de gobernador de 2018, para favorecer a Martha Erika Alonso.

Incluso, fue más allá. Lo acusó de haber desaparecido las actas de escrutinio que pudieron servir para comprobar el supuesto fraude electoral de aquel entonces.

Solo unas horas después, el exrector se montó en Twitter para dedicarle cinco elocuentes mensajes a Estefan, advirtiéndole que después de las celebraciones de Todos Santos le recordará (quizá en su periódico) algunos pasajes polémicos de los años recientes.

Guerra declarada.

Doger está donde mejor se mueve (como el hombre verde al que se alude en el principio de esta columna).

Mientras tanto, Ignacio Mier disfruta del espectáculo, ajeno a las miradas que su amigo y compadre le hizo favor de distraer.


Twitter: @jorgerdzc

Enrique Doger Guerrero es como ese furibundo hombre verde de ficción que alimenta su energía a partir de los golpes que recibe. Mientras no haya un impacto de tal magnitud que lo deje tendido en el piso, inconsciente y presto para volver a su estado natural, ese personaje de los comics regresa una y otra vez, incluso más fuerte y violento, a contraatacar a sus rivales.

Toda proporción guardada entre estos dos personajes, el de verdad, político poblano militante del PRI, y el de ficción, superhéroe avecindado en el universo Marvel, así es Doger.

Tras la cascada de descalificaciones que recibió por participar en un acto de Morena, la cuatroté y su amigo el diputado federal Ignacio Mier Velasco, el domingo pasado, el expresidente municipal y exrector de la BUAP hizo una alusión sutil a la colaboración de Jorge Estefan Chidiac en la contienda electoral de 2019, a favor del partido presidencial, que derivó en un revire por parte del diputado y una nueva andanada dogerista que amenaza con extenderse, al menos, una semana más.

Enrique Doger condujo a la clase política al terreno que más le gusta, el de la confrontación mediática, y en el último tirón se llevó a un ingenuo Jorge Estefan que mordió el anzuelo y que por ello podría convertirse en blanco de señalamientos puntuales en los próximos días, una vez que concluyan las festividades por los días de muertos, como el mismo expresidente municipal advirtió ayer desde sus redes sociales.

¿Qué pasó?

¿Cómo fue que ocurrió esto tan rápido, de domingo a jueves?

Como usted sabe, Doger asomó la cabeza en un evento político de Morena, lo que le valió acusaciones de traidor de parte de priistas que se apresuraron a emitir señalamientos antes de pensar en el fondo del hecho y de recordar que la historia del partido tricolor está plagada de hombres y mujeres que han jurado lealtad a los estatutos, pero han colaborado para proyectos contrarios, siempre a conveniencia de sus intereses personales.

Motivado por las reacciones, algunas de ellas propiciadas desde el poder, el excandidato a gobernador salió a decir que continuaba como militante del PRI, que no tenía previsto renunciar a ese instituto político y menos incorporarse al partido de López Obrador, donde sí milita su amigo Ignacio Mier.

En ese mismo pronunciamiento público, para recordarle al respetable que, en el pasado, otros priistas, vigentes en la actualidad, sí traicionaron al PRI y no sufrieron reprimendas por ello, como él, lanzó un puya a Jorge Estefan que, ahora se sabe, dio bien en su objetivo.

Doger acusó a Estefan de haber operado, desde su posición de secretario de Finanzas en el gobierno interino de Guillermo Pacheco Pulido, para el candidato Miguel Barbosa, de Morena, en la elección extraordinaria de 2019.

Pudo haber señalado a cualquier otro o a muchos más, pero se lanzó sobre el diputado local precisamente por su condición de coordinador de los legisladores del PRI y aliado casi declarado del mandatario en funciones.

Estefan se enganchó y respondió un día después, abalanzándose sobre su oponente.

Irritado por el señalamiento en su contra, el exsecretario de Finanzas recuperó de entre los escombros aquel incómodo episodio político en la vida de Doger, que lo ubica como aliado del extinto Rafael Moreno Valle en la contienda de gobernador de 2018, para favorecer a Martha Erika Alonso.

Incluso, fue más allá. Lo acusó de haber desaparecido las actas de escrutinio que pudieron servir para comprobar el supuesto fraude electoral de aquel entonces.

Solo unas horas después, el exrector se montó en Twitter para dedicarle cinco elocuentes mensajes a Estefan, advirtiéndole que después de las celebraciones de Todos Santos le recordará (quizá en su periódico) algunos pasajes polémicos de los años recientes.

Guerra declarada.

Doger está donde mejor se mueve (como el hombre verde al que se alude en el principio de esta columna).

Mientras tanto, Ignacio Mier disfruta del espectáculo, ajeno a las miradas que su amigo y compadre le hizo favor de distraer.


Twitter: @jorgerdzc