/ lunes 8 de mayo de 2023

A Puerta Cerrada | Las ausencias del 5 de mayo

Las ausencias de Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco en la conmemoración por el 161 aniversario de la Batalla de Puebla dieron la nota política el viernes, en medio de una nube de observadores que esperaba encontrar señales para ver por dónde se conducirá la definición del candidato a gobernador en el partido presidencial.

El razonamiento básico obligaba a esperar la llegada de los principales actores políticos a la zona donde se desarrollaría la fiesta cívico militar para comenzar a hacer interpretaciones y sacar conjeturas.

Ya sabe usted, al tratarse de un festejo cuya organización y realización corresponde exclusivamente a la Presidencia de la República, era relevante saber dónde se acomodarían los invitados del presidente Andrés Manuel López Obrador y qué trato les dispensaría el mismo.

Visto así, de manera superficial, pareció no haber señales este 5 de mayo.

El mandatario se hizo acompañar al cerro de Loreto y Guadalupe por algunos integrantes de su gabinete, entre ellos Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard Casaubón, de Gobernación y de Relaciones Exteriores, respectivamente, así como por la jefa de Gobierno de la capital del país, Claudia Sheinbaum Pardo, tres de las cuatro corcholatas en competencia por la silla presidencial.

Quienes no estuvieron en la zona del monumento al general Zaragoza fueron los morenistas con aspiraciones a gobernar el estado.

Ni el senador Armenta ni el diputado Mier llegaron esa mañana a la zona de Los Fuertes.

Tampoco llegó María Luisa Albores González, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales que dos semanas atrás alborotó el gallinero, pero que después de eso no volvió a hacer más para mantener la ola de sorpresa que consiguió con sus palabras, cuando dijo que “quizá”, “por qué no”, podría entrarle a la competencia.

Salvo una aparición fugaz de Julio Miguel Huerta Gómez como anfitrión de Sheinbaum, los suspirantes poblanos no figuraron en el gran evento.

De entre todas las ausencias, sin embargo, las que más llamaron la atención fueron las de los dos legisladores federales, quienes lideran la carrera por la gubernatura –por el bando de Morena–en la percepción pública.

Una hora antes de la toma de protesta a los conscriptos del Servicio Militar Nacional ya se hablaba sobre el hecho y se buscaban explicaciones más o menos coherentes.

Una versión que se impuso por coincidir en los equipos de campaña de Armenta y Mier fue que el mandatario había decidido no invitar a ningún miembro de los poderes Legislativo y Judicial debido a los pleitos declarados que tiene con el panista Santiago Creel Miranda, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, y con la ministra Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Según esta especie, la asistencia de los dos legisladores poblanos habría obligado a convocar también a los adversarios del político tabasqueño, por lo que determinó dejarlos fuera del protocolo, a todos.

Las mismas fuentes aseguran que ambos aspirantes fueron informados previamente acerca de la decisión.

Alejandro Armenta, el jueves por la mañana, mientras que Ignacio Mier, el martes, por el propio López Obrador, cuando se reunió con él en Palacio Nacional.

El viernes, durante la conmemoración de la gesta heroica, unos quedaron conformes con la explicación, pero otros no, quienes saben, porque lo han visto, que López Obrador no suele preocuparse por aquello que sus enemigos piensen o expresen de él.

Una segunda hipótesis, que trata de hallar el motivo de las ausencias, tiene que ver con un supuesto mensaje de equidad.

Esta asegura que López Obrador optó por excluir a los aspirantes al gobierno del estado para evitar malas e inconvenientes interpretaciones.

Quienes manejan esta versión ponen como ejemplo la inasistencia de Albores González entre los miembros del gabinete que anduvieron por acá.

Podría ser.

Ignacio Mier evitó ayer este tema en su conferencia de prensa.

A ver si Alejandro Armenta responde hoy.

Twitter: @jorgerdzc

Las ausencias de Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco en la conmemoración por el 161 aniversario de la Batalla de Puebla dieron la nota política el viernes, en medio de una nube de observadores que esperaba encontrar señales para ver por dónde se conducirá la definición del candidato a gobernador en el partido presidencial.

El razonamiento básico obligaba a esperar la llegada de los principales actores políticos a la zona donde se desarrollaría la fiesta cívico militar para comenzar a hacer interpretaciones y sacar conjeturas.

Ya sabe usted, al tratarse de un festejo cuya organización y realización corresponde exclusivamente a la Presidencia de la República, era relevante saber dónde se acomodarían los invitados del presidente Andrés Manuel López Obrador y qué trato les dispensaría el mismo.

Visto así, de manera superficial, pareció no haber señales este 5 de mayo.

El mandatario se hizo acompañar al cerro de Loreto y Guadalupe por algunos integrantes de su gabinete, entre ellos Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard Casaubón, de Gobernación y de Relaciones Exteriores, respectivamente, así como por la jefa de Gobierno de la capital del país, Claudia Sheinbaum Pardo, tres de las cuatro corcholatas en competencia por la silla presidencial.

Quienes no estuvieron en la zona del monumento al general Zaragoza fueron los morenistas con aspiraciones a gobernar el estado.

Ni el senador Armenta ni el diputado Mier llegaron esa mañana a la zona de Los Fuertes.

Tampoco llegó María Luisa Albores González, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales que dos semanas atrás alborotó el gallinero, pero que después de eso no volvió a hacer más para mantener la ola de sorpresa que consiguió con sus palabras, cuando dijo que “quizá”, “por qué no”, podría entrarle a la competencia.

Salvo una aparición fugaz de Julio Miguel Huerta Gómez como anfitrión de Sheinbaum, los suspirantes poblanos no figuraron en el gran evento.

De entre todas las ausencias, sin embargo, las que más llamaron la atención fueron las de los dos legisladores federales, quienes lideran la carrera por la gubernatura –por el bando de Morena–en la percepción pública.

Una hora antes de la toma de protesta a los conscriptos del Servicio Militar Nacional ya se hablaba sobre el hecho y se buscaban explicaciones más o menos coherentes.

Una versión que se impuso por coincidir en los equipos de campaña de Armenta y Mier fue que el mandatario había decidido no invitar a ningún miembro de los poderes Legislativo y Judicial debido a los pleitos declarados que tiene con el panista Santiago Creel Miranda, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, y con la ministra Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Según esta especie, la asistencia de los dos legisladores poblanos habría obligado a convocar también a los adversarios del político tabasqueño, por lo que determinó dejarlos fuera del protocolo, a todos.

Las mismas fuentes aseguran que ambos aspirantes fueron informados previamente acerca de la decisión.

Alejandro Armenta, el jueves por la mañana, mientras que Ignacio Mier, el martes, por el propio López Obrador, cuando se reunió con él en Palacio Nacional.

El viernes, durante la conmemoración de la gesta heroica, unos quedaron conformes con la explicación, pero otros no, quienes saben, porque lo han visto, que López Obrador no suele preocuparse por aquello que sus enemigos piensen o expresen de él.

Una segunda hipótesis, que trata de hallar el motivo de las ausencias, tiene que ver con un supuesto mensaje de equidad.

Esta asegura que López Obrador optó por excluir a los aspirantes al gobierno del estado para evitar malas e inconvenientes interpretaciones.

Quienes manejan esta versión ponen como ejemplo la inasistencia de Albores González entre los miembros del gabinete que anduvieron por acá.

Podría ser.

Ignacio Mier evitó ayer este tema en su conferencia de prensa.

A ver si Alejandro Armenta responde hoy.

Twitter: @jorgerdzc