/ lunes 6 de diciembre de 2021

A Puerta Cerrada | ¿Qué hará el Congreso?

A menos de dos meses de rendir protesta como presidente municipal de Puebla por segunda ocasión, Eduardo Rivera Pérez se ha enrolado en una tarea que pondrá a prueba no solo su capacidad de cabildeo con los diputados locales opositores al PAN, sino los verdaderos alcances de su relación con el gobernador Miguel Barbosa, quien hasta ahora ha expresado en público y en privado su interés por colaborar con el edil en beneficio de los intereses de la ciudad.

Rivera Pérez consiguió el viernes la aprobación de los integrantes del Cabildo para meter a los habitantes del municipio como colaboradores obligados en el pago del servicio de alumbrado público que la Comisión Federal de Electricidad le cobra al ayuntamiento, un impuesto o derecho—ahí está el debate—que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya había echado abajo por considerarlo irregular.

La votación en el Cabildo, sin embargo, realizada en el último día hábil de la semana y por la noche, como para no hacer más ruido del inevitable, no fue unánime en favor de la iniciativa del presidente municipal.

Los regidores de Morena le dieron el “no” y anticiparon lo que se avecina: una divergencia de opiniones al seno de la fracción mayoritaria en el Congreso del Estado, donde se concretará la aprobación o el rechazo definitivo acerca de una maniobra que busca el auxilio financiero para un gobierno municipal que ha visto recortadas sus expectativas frente a la escasez de recursos públicos.

Los representantes de Morena asentados en el Cabildo no son precisamente voceros de los intereses del partido ni obedecen una línea dictada desde la dirigencia estatal.

Son aliados de Claudia Rivera Vivanco y en ese contexto se entiende su rechazo a la iniciativa del presidente municipal que quitó a su jefa la oportunidad de quedarse tres años más a la cabeza del ayuntamiento.

Pero incluso así, pertenecen al partido en el poder y tienen “camaradas” en el Legislativo, como Edgar Garmendia de los Santos, Daniela Mier Bañuelos y Carlos Alberto Evangelista Aniceto, quienes querrán convencer a otros de sus compañeros de bancada sobre la importancia de negarle a Rivera Pérez la autorización en bien, ya sabe usted, de los pobres y los desprotegidos.

Aquí es donde tendrá que entrar el talento del alcalde de Puebla, su capacidad de interlocución con los opositores y la contundencia de los argumentos que pueda esgrimir para conseguir lo que quiere.

Una parte le tocará a él, pero otra, más relevante y definitoria, le corresponderá al presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Salomón, que además es coordinador de la bancada mayoritaria en el Congreso, la de Morena, la que hace falta para darle el “sí” al edil panista, será personaje principal en esta historia.

El presidente del Legislativo es la pieza de cohesión de los diputados y puede ser fundamental para darle al acuerdo del Cabildo, a través de las fracciones de otros partidos políticos, los votos que le negarán los “camaradas” de Claudia Rivera.

¿Bastará una larga charla de Eduardo Rivera con Salomón Céspedes para conseguir que le ayude con la complicada tarea?

No.

El líder del Congreso apoyará si y solo si el gobernador Barbosa lo autoriza.

No se moverá en sentido contrario a su opinión.

Por eso es que este asunto, el primero de complicaciones ruidosas para el edil, pondrá a prueba su buena relación con el mandatario.


Twitter: @jorgerdzc

A menos de dos meses de rendir protesta como presidente municipal de Puebla por segunda ocasión, Eduardo Rivera Pérez se ha enrolado en una tarea que pondrá a prueba no solo su capacidad de cabildeo con los diputados locales opositores al PAN, sino los verdaderos alcances de su relación con el gobernador Miguel Barbosa, quien hasta ahora ha expresado en público y en privado su interés por colaborar con el edil en beneficio de los intereses de la ciudad.

Rivera Pérez consiguió el viernes la aprobación de los integrantes del Cabildo para meter a los habitantes del municipio como colaboradores obligados en el pago del servicio de alumbrado público que la Comisión Federal de Electricidad le cobra al ayuntamiento, un impuesto o derecho—ahí está el debate—que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya había echado abajo por considerarlo irregular.

La votación en el Cabildo, sin embargo, realizada en el último día hábil de la semana y por la noche, como para no hacer más ruido del inevitable, no fue unánime en favor de la iniciativa del presidente municipal.

Los regidores de Morena le dieron el “no” y anticiparon lo que se avecina: una divergencia de opiniones al seno de la fracción mayoritaria en el Congreso del Estado, donde se concretará la aprobación o el rechazo definitivo acerca de una maniobra que busca el auxilio financiero para un gobierno municipal que ha visto recortadas sus expectativas frente a la escasez de recursos públicos.

Los representantes de Morena asentados en el Cabildo no son precisamente voceros de los intereses del partido ni obedecen una línea dictada desde la dirigencia estatal.

Son aliados de Claudia Rivera Vivanco y en ese contexto se entiende su rechazo a la iniciativa del presidente municipal que quitó a su jefa la oportunidad de quedarse tres años más a la cabeza del ayuntamiento.

Pero incluso así, pertenecen al partido en el poder y tienen “camaradas” en el Legislativo, como Edgar Garmendia de los Santos, Daniela Mier Bañuelos y Carlos Alberto Evangelista Aniceto, quienes querrán convencer a otros de sus compañeros de bancada sobre la importancia de negarle a Rivera Pérez la autorización en bien, ya sabe usted, de los pobres y los desprotegidos.

Aquí es donde tendrá que entrar el talento del alcalde de Puebla, su capacidad de interlocución con los opositores y la contundencia de los argumentos que pueda esgrimir para conseguir lo que quiere.

Una parte le tocará a él, pero otra, más relevante y definitoria, le corresponderá al presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Salomón, que además es coordinador de la bancada mayoritaria en el Congreso, la de Morena, la que hace falta para darle el “sí” al edil panista, será personaje principal en esta historia.

El presidente del Legislativo es la pieza de cohesión de los diputados y puede ser fundamental para darle al acuerdo del Cabildo, a través de las fracciones de otros partidos políticos, los votos que le negarán los “camaradas” de Claudia Rivera.

¿Bastará una larga charla de Eduardo Rivera con Salomón Céspedes para conseguir que le ayude con la complicada tarea?

No.

El líder del Congreso apoyará si y solo si el gobernador Barbosa lo autoriza.

No se moverá en sentido contrario a su opinión.

Por eso es que este asunto, el primero de complicaciones ruidosas para el edil, pondrá a prueba su buena relación con el mandatario.


Twitter: @jorgerdzc