Que Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco acaparen los comentarios del público espectador no significa que sean los únicos aspirantes de Morena al gobierno del estado. Decir que el senador y el diputado federal son los principales competidores de la cuatroté para disputar la sucesión de Miguel Barbosa no se debe a que tengan desde ahora media nominación asegurada en la bolsa, sino a que reúnen características que permiten ubicarlos como los personajes con mayor probabilidad de hacerse de la candidatura.
Puede afirmarse que son los más aventajados en ese partido político. Uno, ya se ha expuesto, por los kilómetros de recorrido político que suma en el estado, y otro, también se ha expresado, por la muy estrecha cercanía que parece tener con el presidente López Obrador. Pero por supuesto que no son los únicos tiradores a la elección de 2024. Y para muestra basta con repasar lo que sucede ahora mismo en el gabinete del gobernador.
Un acucioso lector de esta columna se comunicó con el reportero para pedirle que ponga atención en aquello que ocurre en torno a tres personajes, quienes, a decir de lo que ha visto y escuchado en la administración estatal, han estado (o están) en posición de asumirse como eventuales sucesores de su jefe. Se trata de José Antonio Martínez García, secretario de Salud; Melitón Lozano Pérez, secretario de Educación, y Miguel Biestro Medinilla, secretario del Trabajo.
La terna podría parecer un tanto rara, incluso disparatada, pero tiene su razón de ser. Mientras Barbosa no pueda o no quiera concretar un acuerdo político con Alejandro Armenta o Ignacio Mier, con quienes alberga evidentes diferencias, la búsqueda de un tercero (o tercera) en discordia, cercano a sus afectos y empático con sus intereses, continuará, hasta el día en que no haya más plazo por delante y Morena encumbre a su candidato (o candidata).
Esa es la premisa que puso a Sergio Salomón Céspedes y a Héctor Sánchez Sánchez en la arena política. “Láncense, a ver si crecen y en una de esas logran el milagro”, les habrían indicado. Algo parecido parece haber ocurrido en el gabinete con esos tres secretarios.
La inclusión del secretario de Salud deriva de la amplia exposición mediática que ha tenido en el contexto de la emergencia sanitaria. José Antonio Martínez ha sido un infaltable en las mañaneras del gobernador y se ha vuelto la cara del gobierno en la lucha contra la pandemia por coronavirus.
A finales del año pasado recibió un mensaje que le causó entusiasmo. Iría con la representación de Miguel Barbosa a dar el banderazo de salida del nuevo maratón, el domingo 7 de noviembre, como el comienzo de una especie de precampaña por la gubernatura. Fue, lo dio y corrió un tramo. Desde entonces no ha pasado nada más, al menos no públicamente, pero el primer paso fue dado y él continúa en las mañaneras.
De Melitón Lozano no existe certeza acerca del origen de sus aspiraciones. Unos presumen que es el candidato oculto del gobernador porque cuenta con el respaldo de Eric Cotoñeto Carmona. Otros sostienen que tiene motivaciones propias por reconocerse a sí mismo como miembro originario y fundador de Morena y la cuatroté.
Sea una cosa o la otra, Lozano ha hecho reuniones políticas en municipios de la región mixteca que encajan bien en una estrategia de precampaña, por lo que podría asegurarse que parte de sus pensamientos están ocupados en la posibilidad de ser candidato a gobernador, como se rumora en la SEP, su sede de trabajo, desde hace meses.
El de Biestro es el tercer caso. El secretario del Trabajo se incorporó recientemente al gabinete y en poco tiempo ha regresado a ocupar una posición de privilegio en los afectos del gobernador. Si revisa las publicaciones que el exdiputado local ha hecho en redes sociales verá que ha comenzado a visitar pueblos y colonias populares para celebrar reuniones que no necesariamente tienen que ver con su función en el servicio público.
El sábado estuvo en San Pedro Zacachimalpa, en San Francisco Totimehuacan y en Lomas de San Miguel. Una semana antes fue a San Pedro Yancuitlalpan, junta auxiliar de San Nicolás de los Ranchos, y entre esas dos salidas se ha dejado ver como un asiduo visitante de la feria.
“A ellos tres hay que seguirlos de cerca”, advierte ese acucioso lector, “por si alguno de los Mier no queda y el partido obliga a postular a un hombre en Puebla”, remata.
A propósito: Martínez, Lozano y Biestro estuvieron sentados juntos en la grada que sirvió de mirador para el desfile del 5 de mayo, allá en Los Fuertes.
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