/ martes 4 de mayo de 2021

Alejandro Carvajal y René Sánchez, de Morena, plantan dos veces al CCE

Por inexpertos, por irresponsables o por soberbios, o todo junto, los dos candidatos de Morena que compiten por una diputación federal en el municipio de Puebla, Alejandro Carvajal Hidalgo, por el distrito 6, y René Sánchez Galindo, por el 12, desairaron por segunda ocasión el llamado del Consejo Coordinador Empresarial para firmar un acuerdo de intenciones que tiene como objeto realizar un mejor trabajo legislativo en beneficio del estado.

Carvajal Hidalgo, que busca la reelección, y Sánchez Galindo, que hasta hace unos meses era secretario de Gobernación municipal con Claudia Rivera Vivanco, fueron invitados en una primera ocasión para asistir ante los líderes de las cámaras empresariales el 26 de abril, pero no asistieron.

Ambos candidatos argumentaron de última hora que necesitaban unos días para analizar la agenda de temas incluidos en la propuesta del CCE y pidieron que el encuentro se moviera una semana, para el lunes 3 de mayo.

¿Qué cree usted?

Pues que tampoco llegaron

Una hora antes de que se cumpliera el plazo para comenzar la reunión usaron un mensajero que por teléfono avisó que no irían, sin dar mayor explicación que una mera disculpa.

Evidentemente la disculpa no le bastó a los anfitriones, quienes en voz de Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco, presidente del organismo empresarial, manifestaron su rechazo a lo que consideraron una falta de respeto por parte de los candidatos de Morena.

El dirigente tiene razón en su molestia, lo mismo que los presidentes de Canirac, Canacintra, Coparmex, Canaco y la Ampi, que se quedaron vestidos y alborotados en espera de los aspirantes que se creen -porque así lo presumen- la esperanza de México.

Para sorpresa de los representantes de la iniciativa privada, en lugar de recibir una explicación que sonara más o menos coherente con el compromiso adquirido en las semanas previas, la dirigencia estatal de Morena, en representación de sus candidatos, emitió más tarde un comunicado que pareció agresión.

Después de todo un rollo demagógico para exaltar los buenos deseos de sus dos candidatos a la cámara de diputados, el boletín, firmado por Edgar Garmendia de los Santos, subraya que los dos aspirantes, en caso de ganar los comicios, serán legisladores independientes y autónomos -como demanda el CCE en la agenda que pretendía hacerles firmar-, pero en especial con los poderes fácticos, porque su alianza es con la gente.

Es decir, los dejan plantados, cuando en dos ocasiones confirmaron su asistencia, y después les advierten en la cara que no harán acuerdos ni alianzas con ellos -los poderes fácticos que señala Morena con su dedo flamígero-, sino con la gente -que es la única que les interesa-.

¿Puede usted creer eso?

Sí, es Morena.

En su radicalismo estos dos candidatos del partido presidencial desairaron a los empresarios por considerarlos enemigos ideológicos y hasta rivales de sus intereses, lo que resulta muy absurdo en esa parte del gobierno federal en que ya debieron de haber entendido que eso es justo lo que un sector de la población les reprocha, que insistan en separar a los mexicanos en buenos y malos, en pobres y ricos, en chairos y fifís, en empleados y empleadores.

Carvajal Hidalgo es líder del Barzón y tal vez por eso se asume como enemigo de los empresarios.

Sánchez Galindo tal vez pensó que la Canaco le echaría en cara su condescendencia con el ambulantaje y prefirió no ir.

Ambos perdieron una gran oportunidad, la de mostrarle a ese sector que desprecian que pueden cuestionar sus intereses, pero con argumentos, con inteligencia, y sobre todo, con respeto. No lo hicieron y le dieron más elementos a la IP para acusarlos por eso que parecen: aliados de la informalidad y rivales de los generadores de empleo.

Debieron aprenderle a su compañera de coalición, Sandra Ortiz Vela, postulada por el Verde en el distrito 9. Ella no les tuvo miedo y ahí estuvo, puntual a la cita, cuando fue convocada.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Por inexpertos, por irresponsables o por soberbios, o todo junto, los dos candidatos de Morena que compiten por una diputación federal en el municipio de Puebla, Alejandro Carvajal Hidalgo, por el distrito 6, y René Sánchez Galindo, por el 12, desairaron por segunda ocasión el llamado del Consejo Coordinador Empresarial para firmar un acuerdo de intenciones que tiene como objeto realizar un mejor trabajo legislativo en beneficio del estado.

Carvajal Hidalgo, que busca la reelección, y Sánchez Galindo, que hasta hace unos meses era secretario de Gobernación municipal con Claudia Rivera Vivanco, fueron invitados en una primera ocasión para asistir ante los líderes de las cámaras empresariales el 26 de abril, pero no asistieron.

Ambos candidatos argumentaron de última hora que necesitaban unos días para analizar la agenda de temas incluidos en la propuesta del CCE y pidieron que el encuentro se moviera una semana, para el lunes 3 de mayo.

¿Qué cree usted?

Pues que tampoco llegaron

Una hora antes de que se cumpliera el plazo para comenzar la reunión usaron un mensajero que por teléfono avisó que no irían, sin dar mayor explicación que una mera disculpa.

Evidentemente la disculpa no le bastó a los anfitriones, quienes en voz de Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco, presidente del organismo empresarial, manifestaron su rechazo a lo que consideraron una falta de respeto por parte de los candidatos de Morena.

El dirigente tiene razón en su molestia, lo mismo que los presidentes de Canirac, Canacintra, Coparmex, Canaco y la Ampi, que se quedaron vestidos y alborotados en espera de los aspirantes que se creen -porque así lo presumen- la esperanza de México.

Para sorpresa de los representantes de la iniciativa privada, en lugar de recibir una explicación que sonara más o menos coherente con el compromiso adquirido en las semanas previas, la dirigencia estatal de Morena, en representación de sus candidatos, emitió más tarde un comunicado que pareció agresión.

Después de todo un rollo demagógico para exaltar los buenos deseos de sus dos candidatos a la cámara de diputados, el boletín, firmado por Edgar Garmendia de los Santos, subraya que los dos aspirantes, en caso de ganar los comicios, serán legisladores independientes y autónomos -como demanda el CCE en la agenda que pretendía hacerles firmar-, pero en especial con los poderes fácticos, porque su alianza es con la gente.

Es decir, los dejan plantados, cuando en dos ocasiones confirmaron su asistencia, y después les advierten en la cara que no harán acuerdos ni alianzas con ellos -los poderes fácticos que señala Morena con su dedo flamígero-, sino con la gente -que es la única que les interesa-.

¿Puede usted creer eso?

Sí, es Morena.

En su radicalismo estos dos candidatos del partido presidencial desairaron a los empresarios por considerarlos enemigos ideológicos y hasta rivales de sus intereses, lo que resulta muy absurdo en esa parte del gobierno federal en que ya debieron de haber entendido que eso es justo lo que un sector de la población les reprocha, que insistan en separar a los mexicanos en buenos y malos, en pobres y ricos, en chairos y fifís, en empleados y empleadores.

Carvajal Hidalgo es líder del Barzón y tal vez por eso se asume como enemigo de los empresarios.

Sánchez Galindo tal vez pensó que la Canaco le echaría en cara su condescendencia con el ambulantaje y prefirió no ir.

Ambos perdieron una gran oportunidad, la de mostrarle a ese sector que desprecian que pueden cuestionar sus intereses, pero con argumentos, con inteligencia, y sobre todo, con respeto. No lo hicieron y le dieron más elementos a la IP para acusarlos por eso que parecen: aliados de la informalidad y rivales de los generadores de empleo.

Debieron aprenderle a su compañera de coalición, Sandra Ortiz Vela, postulada por el Verde en el distrito 9. Ella no les tuvo miedo y ahí estuvo, puntual a la cita, cuando fue convocada.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx