/ miércoles 29 de mayo de 2019

Algunos apuntes sobre las campañas que terminan

Varios puntos se pueden avizorar de la jornada electoral a celebrarse el próximo domingo 2 de junio cuando los poblanos salgamos, en menos de un año, a votar de nueva cuenta y de manera extraordinaria por el próximo gobernador que complete lo que resta del sexenio.

ABSTENCIONISMO

En principio, se anticipa una baja participación electoral, donde el abstencionismo sea el gran ganador. La inmediatez entre un proceso y otro, la falta de concurrencia con una elección federal o cuando menos empatada con las de los ayuntamientos o diputaciones locales harán que exista poco interés de los votantes. La percepción de que ya está definido el resultado jugará también en este sentido.

Si el porcentaje de votantes llega al 50 por ciento, las autoridades electorales deberán de considerarlo como un verdadero triunfo.

ESTRUCTURAS

A menor flujo de votos naturales, la relevancia de las estructuras jugará un papel importante a la hora de la movilización y visto está que la de la coalición Juntos Haremos Historia en Puebla, cuyo abanderado es Luis Miguel Barbosa Huerta, tendió a engrosarse en comparación con el proceso anterior mientras que los partidos políticos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, que llevan como candidato común a Enrique Cárdenas Sánchez, regresaron a sus tiempos limitados previos al morenovallismo.

De lo que queda del PRI, mejor ni hablamos.

GANADORES

Durante toda la campaña, las diferentes casas encuestadoras han tenido una constante en cuanto a los lugares que hipotéticamente ocuparán los candidatos con variaciones porcentuales, pero siempre en el mismo orden: Luis Miguel Barbosa en primer lugar, seguido de Enrique Cárdenas y luego de Alberto Jiménez.

Incluso las tendencias que presumió alegremente la presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN, Genoveva Huerta Villegas, ubican a su candidato siete puntos por debajo del morenista. Suponiendo que votara la mitad del padrón electoral, cosa que se antoja complicada, estaríamos hablando de una brecha de poco más de 160 mil votos que difícilmente se pudieran alcanzar en unos días.

El voto oculto y un sector de votantes que comienza a decepcionarse del gobierno de Andrés Manuel López Obrador pudieran ayudar a Cárdenas pero el peso de la marca Morena mantiene altos niveles de aceptación.

Ahora bien, sea cual sea el resultado, me parece que el PAN puede considerarse, y a costa de su candidato, con saldo positivo puesto que su espectativa previo al proceso electoral era de desfonde.

PERFIL

A juzgar de las previsiones electorales está visto que para los votantes poblanos el historial de los candidatos, la trayectoria o la imagen no es lo que conduce su razón de voto, pesa más la marca del partido o partidos que los postular que la personalidad y carisma de los abanderados.

Barbosa trae a cuestas la experiencia de una elección pasada que lo hace ser muy conocido, adquirió desde un principio la imagen del candidato a vencer y su equipo de trabajo mostró organización durante la campaña.

Pero a pesar de los señalamientos en su contra, en principio de sus propios correligionarios, y luego desde la campaña de Cárdenas, la marca Morena le resultó su mejor escudo para bajar lo suficientemente lento de su cresta electoral como para que no se cruzaran las tendencias en toda la campaña.

Cárdenas despertó una amplia expectativa por su perfil académico, alejado de escándalos y de la política pero no armonizó un discurso con los partidos políticos que lo postulan en aras de mantener su perfil ciudadano. La novatez en una campaña, falta de malicia (propia de la política), padecer practicas (descafeinadas) que recuerdan al morenovallismo y el empoderamiento a Gabriel Hinojosa para a toma de decisiones influyeron para no tener un mejor rendimiento.

***

Haga lo que haga el domingo, dese su tiempo para ir a votar, si no, después, ni se queje.

Y hasta la próxima.

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

Twitter: @elsalvadorrios

Varios puntos se pueden avizorar de la jornada electoral a celebrarse el próximo domingo 2 de junio cuando los poblanos salgamos, en menos de un año, a votar de nueva cuenta y de manera extraordinaria por el próximo gobernador que complete lo que resta del sexenio.

ABSTENCIONISMO

En principio, se anticipa una baja participación electoral, donde el abstencionismo sea el gran ganador. La inmediatez entre un proceso y otro, la falta de concurrencia con una elección federal o cuando menos empatada con las de los ayuntamientos o diputaciones locales harán que exista poco interés de los votantes. La percepción de que ya está definido el resultado jugará también en este sentido.

Si el porcentaje de votantes llega al 50 por ciento, las autoridades electorales deberán de considerarlo como un verdadero triunfo.

ESTRUCTURAS

A menor flujo de votos naturales, la relevancia de las estructuras jugará un papel importante a la hora de la movilización y visto está que la de la coalición Juntos Haremos Historia en Puebla, cuyo abanderado es Luis Miguel Barbosa Huerta, tendió a engrosarse en comparación con el proceso anterior mientras que los partidos políticos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, que llevan como candidato común a Enrique Cárdenas Sánchez, regresaron a sus tiempos limitados previos al morenovallismo.

De lo que queda del PRI, mejor ni hablamos.

GANADORES

Durante toda la campaña, las diferentes casas encuestadoras han tenido una constante en cuanto a los lugares que hipotéticamente ocuparán los candidatos con variaciones porcentuales, pero siempre en el mismo orden: Luis Miguel Barbosa en primer lugar, seguido de Enrique Cárdenas y luego de Alberto Jiménez.

Incluso las tendencias que presumió alegremente la presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN, Genoveva Huerta Villegas, ubican a su candidato siete puntos por debajo del morenista. Suponiendo que votara la mitad del padrón electoral, cosa que se antoja complicada, estaríamos hablando de una brecha de poco más de 160 mil votos que difícilmente se pudieran alcanzar en unos días.

El voto oculto y un sector de votantes que comienza a decepcionarse del gobierno de Andrés Manuel López Obrador pudieran ayudar a Cárdenas pero el peso de la marca Morena mantiene altos niveles de aceptación.

Ahora bien, sea cual sea el resultado, me parece que el PAN puede considerarse, y a costa de su candidato, con saldo positivo puesto que su espectativa previo al proceso electoral era de desfonde.

PERFIL

A juzgar de las previsiones electorales está visto que para los votantes poblanos el historial de los candidatos, la trayectoria o la imagen no es lo que conduce su razón de voto, pesa más la marca del partido o partidos que los postular que la personalidad y carisma de los abanderados.

Barbosa trae a cuestas la experiencia de una elección pasada que lo hace ser muy conocido, adquirió desde un principio la imagen del candidato a vencer y su equipo de trabajo mostró organización durante la campaña.

Pero a pesar de los señalamientos en su contra, en principio de sus propios correligionarios, y luego desde la campaña de Cárdenas, la marca Morena le resultó su mejor escudo para bajar lo suficientemente lento de su cresta electoral como para que no se cruzaran las tendencias en toda la campaña.

Cárdenas despertó una amplia expectativa por su perfil académico, alejado de escándalos y de la política pero no armonizó un discurso con los partidos políticos que lo postulan en aras de mantener su perfil ciudadano. La novatez en una campaña, falta de malicia (propia de la política), padecer practicas (descafeinadas) que recuerdan al morenovallismo y el empoderamiento a Gabriel Hinojosa para a toma de decisiones influyeron para no tener un mejor rendimiento.

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Haga lo que haga el domingo, dese su tiempo para ir a votar, si no, después, ni se queje.

Y hasta la próxima.

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

Twitter: @elsalvadorrios