/ viernes 19 de febrero de 2021

AN viene por Puebla

Cuando todo apuntaba a que Marko Cortés, dirigente del Partido Acción Nacional, se le hacía bolas el engrudo, llamó a los interesados e hizo pública una decisión que tomó semanas atrás cuando, con las dirigencias nacionales del PRI y el PRD, acordaron que el candidato a la presidencia municipal de Puebla sería Eduardo Rivera Pérez.

Fue el pasado martes, Cortés convocó a representantes de las corrientes tradicional y morenovallista para que postularan al expresidente municipal como candidato común con priistas y perredistas, con el compromiso de que serán incluidos en su planilla de regidores.

La dirigente poblana del PAN, Genoveva Huerta, tuvo la encomienda, a regañadientes, de anunciar en su cuenta de Twitter la decisión, mientras Rivera confirmó el pacto y aseguró que en su proyecto serán incluidos todos los grupos del PAN y otras organizaciones políticas como Sí por México.

“En el @PANPUEBLA hemos logrado consensos para que todos los grupos políticos respalden la candidatura de @eduardorivera01. Somos un partido unido y ganador, que llegará fortalecido el 6 de junio”, dijo la panista que publicó también una fotografía de la reunión donde aparecen Cortés, ella, Rivera y otros panistas.

Por su parte, el ahora aspirante comentó que con la mediación de su dirigente nacional se logró un consenso para que los distintos grupos panistas, incluido el morenovallismo, lo respalden rumbo a la presidencia municipal de Puebla, y serán incluidos en su proyecto.

“Los espacios son pocos, son 16 en la planilla de regidores, pero se hará el mejor esfuerzo a través de este consenso de que los diferentes grupos que hay en el interior de Acción Nacional, pero no solamente eso, también procuraré que haya espacios para la sociedad civil”, precisó.

Rivera habló del desplegado que un grupo de panistas identificados con Moreno Valle publicó el lunes en su contra, y estaba incluida la dirigente estatal, donde lo acusan de chantajear al PAN con irse a otro partido por una nominación, señaló que él prefiere ver hacia adelante y no hacía atrás, al tiempo de insistir en que habrá inclusión en su proyecto político.

“Hoy hay condiciones de unidad, de consenso por eso estoy contento, motivado”, insistió.

En ese sentido, el ex alcalde explicó que una vez que su partido emita una convocatoria, se registrará para buscar nuevamente la presidencia municipal, mientras tanto, está en pláticas con las dirigencias estatales del PRI y el PRD para construir una candidatura común.

La decisión estaba tomada y no iban a cambiar.

Rivera tiene un año de ser el primero en las encuestas de preferencias electorales y con el mayor número de positivos, sólo requiere una plataforma amplia con diversos partidos, como ganó en 2010, para hacerle frente a la candidata, Claudia Rivera Vivanco, o candidato, Gabriel Biestro, de Morena que vaya en las boletas del 6 de junio.

Sólo el panista Eduardo Rivera tiene los argumentos para competir con posibilidades de triunfo, lo demás sería una derrota anunciada y ceder la plaza sin dar batalla.

El PAN viene por Puebla, no hay duda.

DE LAS ANÉCDOTAS QUE SE CUENTAN

Rafael Moreno Valle había ganado la nominación de Acción Nacional por la gubernatura de Puebla y tenía posibilidad de vetar al candidato que los panistas le proponían y no era otro más que Eduardo Rivera.

El senador promovió a Enrique Doger, quien no aceptó sentarse con el panismo tradicional, y a Humberto Aguilar Coronado, su compañero en la Cámara Alta.

Prevaleció Eduardo Rivera con el compromiso de hacer una campaña intensa en un municipio donde Moreno Valle no tenía presencia y ceder regidurías y posiciones en su gabinete al aspirante a gobernador

Ambos lograron la votación más alta que el panismo haya conseguido en Puebla.

Ganaron el poder, pero jamás superaron sus diferencias.

Moreno Valle falleció y Rivera contenderá una vez más por la presidencia de la capital poblana.

La política mexicana es un juego de vueltas y espejos.

fcrisanto00yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

Cuando todo apuntaba a que Marko Cortés, dirigente del Partido Acción Nacional, se le hacía bolas el engrudo, llamó a los interesados e hizo pública una decisión que tomó semanas atrás cuando, con las dirigencias nacionales del PRI y el PRD, acordaron que el candidato a la presidencia municipal de Puebla sería Eduardo Rivera Pérez.

Fue el pasado martes, Cortés convocó a representantes de las corrientes tradicional y morenovallista para que postularan al expresidente municipal como candidato común con priistas y perredistas, con el compromiso de que serán incluidos en su planilla de regidores.

La dirigente poblana del PAN, Genoveva Huerta, tuvo la encomienda, a regañadientes, de anunciar en su cuenta de Twitter la decisión, mientras Rivera confirmó el pacto y aseguró que en su proyecto serán incluidos todos los grupos del PAN y otras organizaciones políticas como Sí por México.

“En el @PANPUEBLA hemos logrado consensos para que todos los grupos políticos respalden la candidatura de @eduardorivera01. Somos un partido unido y ganador, que llegará fortalecido el 6 de junio”, dijo la panista que publicó también una fotografía de la reunión donde aparecen Cortés, ella, Rivera y otros panistas.

Por su parte, el ahora aspirante comentó que con la mediación de su dirigente nacional se logró un consenso para que los distintos grupos panistas, incluido el morenovallismo, lo respalden rumbo a la presidencia municipal de Puebla, y serán incluidos en su proyecto.

“Los espacios son pocos, son 16 en la planilla de regidores, pero se hará el mejor esfuerzo a través de este consenso de que los diferentes grupos que hay en el interior de Acción Nacional, pero no solamente eso, también procuraré que haya espacios para la sociedad civil”, precisó.

Rivera habló del desplegado que un grupo de panistas identificados con Moreno Valle publicó el lunes en su contra, y estaba incluida la dirigente estatal, donde lo acusan de chantajear al PAN con irse a otro partido por una nominación, señaló que él prefiere ver hacia adelante y no hacía atrás, al tiempo de insistir en que habrá inclusión en su proyecto político.

“Hoy hay condiciones de unidad, de consenso por eso estoy contento, motivado”, insistió.

En ese sentido, el ex alcalde explicó que una vez que su partido emita una convocatoria, se registrará para buscar nuevamente la presidencia municipal, mientras tanto, está en pláticas con las dirigencias estatales del PRI y el PRD para construir una candidatura común.

La decisión estaba tomada y no iban a cambiar.

Rivera tiene un año de ser el primero en las encuestas de preferencias electorales y con el mayor número de positivos, sólo requiere una plataforma amplia con diversos partidos, como ganó en 2010, para hacerle frente a la candidata, Claudia Rivera Vivanco, o candidato, Gabriel Biestro, de Morena que vaya en las boletas del 6 de junio.

Sólo el panista Eduardo Rivera tiene los argumentos para competir con posibilidades de triunfo, lo demás sería una derrota anunciada y ceder la plaza sin dar batalla.

El PAN viene por Puebla, no hay duda.

DE LAS ANÉCDOTAS QUE SE CUENTAN

Rafael Moreno Valle había ganado la nominación de Acción Nacional por la gubernatura de Puebla y tenía posibilidad de vetar al candidato que los panistas le proponían y no era otro más que Eduardo Rivera.

El senador promovió a Enrique Doger, quien no aceptó sentarse con el panismo tradicional, y a Humberto Aguilar Coronado, su compañero en la Cámara Alta.

Prevaleció Eduardo Rivera con el compromiso de hacer una campaña intensa en un municipio donde Moreno Valle no tenía presencia y ceder regidurías y posiciones en su gabinete al aspirante a gobernador

Ambos lograron la votación más alta que el panismo haya conseguido en Puebla.

Ganaron el poder, pero jamás superaron sus diferencias.

Moreno Valle falleció y Rivera contenderá una vez más por la presidencia de la capital poblana.

La política mexicana es un juego de vueltas y espejos.

fcrisanto00yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto