/ viernes 12 de junio de 2020

Ansias de político

Cuándo no se sabe aún el momento que cambiarán las cosas y si en realidad se vivirá una “nueva normalidad”, superando la crisis sanitaria; y la economía nacional se desploma todos los días, con cierre de empresas y desempleo, la clase política poblana exacerba sus ansias.

Viven, militantes y simpatizantes de todos los partidos, con inquietud y agitación violenta en espera del proceso que empezará oficialmente en septiembre y tendrá su punto culminante el domingo 6 de junio de 2021.

Los reporteros no somos la excepción y contribuimos a ese ambiente intenso y especulativo de quienes aspiran y algunos serán candidatos, por qué partidos y qué alianzas se consolidarán.

Comentamos con interés y datos de encuestas si llevan ventaja los azules o los morenos, si los independientes tendrán espacio en las boletas.

Las autoridades gubernamentales aportan cuando advierten y amenazan a sus adversarios electorales, a quienes convierten en enemigos, con los que disputarán el poder.

El político de hoy está ansioso y solo lo detiene la pandemia, aunque algunos hacen campaña con la entrega de materiales médicos y/o despensas. Mandan a sus fieles a las colonias a anunciar que diputados federales y locales y presidentes municipales, que desean reelegirse, están atentos a su salud y la de sus familias.

Se toman fotos y videos, contratan especialistas en redes, suben sus historias y pagan su promoción aunque los ciudadanos estén atentos a otros temas y no a los políticos, pero a ellos los acongoja no estar presentes y que sus competidores avancen.

La pandemia que padece México no es el contexto para hacer campañas políticas a un año de un proceso que podría suspenderse y cambiar de fecha, según sea la circunstancia que se viva entonces.

Lo más inmediato para los aspirantes a ser candidatos a legisladores federales o estatales y alcaldes son los procesos internos de los partidos, que legalmente participan y los registran.

Requieren saber si irán solos o se aliarán a otras fuerzas u organizaciones, porque si es así no importará que tan popular sean en sus distritos o municipios, valdrán los acuerdos cupulares que pueden dejarlos fuera y si bien les va los postularán como suplentes.

Las elecciones intermedias de 2021 empiezan legalmente en septiembre cuando se instale la autoridad electoral.

Corren entonces los plazos que pasan por precandidaturas y candidaturas.

Hay partidos como Morena que tendrán primero que definir, por equidad de género, si en casos como Puebla postulan a hombre o mujer, todo indica que será una poblana porque la actual presidenta tiene derecho a la reelección y la buscará confrontando a otra mujer.

Los panistas pueden tener perfilados a sus propuestas, pero tendrán que esperar la convocatoria, pasar filtros y no ser “dedazos” de las dirigencias nacional, estatal o municipal.

Vendrán los registros, las breves campañas electorales y llegará el día de la contienda electoral, pero primero tendrá que tener visos de solución la crisis sanitaria y luego como salen ellos y los mexicanos de la crisis económica.

Adelantarse puede ser positivo para que se den a conocer, pero eso no definirá quienes estarán en las boletas electorales.

Si bien nos va, será en el último trimestre del año cuando se dé la mayor actividad política para definir candidaturas, lo de ahora es calentar el brazo sin tener la garantía de que quien lo haga jugará el partido.

Lo mejor sea recomendarle a los políticos “no coman ansias”, cuídense para no enfermar de Covid y estar plenos para una contienda que será intensa y de pronóstico reservado, sin importar quien o quienes los postulen.

No por mucho madrugar, amanece más temprano y la noche del coronavirus será más larga de lo que nos pronosticó el gobierno federal.

De las anécdotas que se cuentan

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, está en campaña y tiene rival: el Boa.

Beisbolista él, lanzó una bola ensalivada para tener un sparring, porque la oposición como está no cuenta.

Curiosamente, si lo que pretendía era extender un acta de defunción para quienes son sus críticos, no piensan como él, ni votarán el próximo año por Morena, al bautizarlos como Boa lo que les dio fue un acta de nacimiento.

A partir de ahora, la oposición lo sabe, la contienda es: López Obrador vs. el Boa.

Y los mexicanos lo saben, lo saben.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

Cuándo no se sabe aún el momento que cambiarán las cosas y si en realidad se vivirá una “nueva normalidad”, superando la crisis sanitaria; y la economía nacional se desploma todos los días, con cierre de empresas y desempleo, la clase política poblana exacerba sus ansias.

Viven, militantes y simpatizantes de todos los partidos, con inquietud y agitación violenta en espera del proceso que empezará oficialmente en septiembre y tendrá su punto culminante el domingo 6 de junio de 2021.

Los reporteros no somos la excepción y contribuimos a ese ambiente intenso y especulativo de quienes aspiran y algunos serán candidatos, por qué partidos y qué alianzas se consolidarán.

Comentamos con interés y datos de encuestas si llevan ventaja los azules o los morenos, si los independientes tendrán espacio en las boletas.

Las autoridades gubernamentales aportan cuando advierten y amenazan a sus adversarios electorales, a quienes convierten en enemigos, con los que disputarán el poder.

El político de hoy está ansioso y solo lo detiene la pandemia, aunque algunos hacen campaña con la entrega de materiales médicos y/o despensas. Mandan a sus fieles a las colonias a anunciar que diputados federales y locales y presidentes municipales, que desean reelegirse, están atentos a su salud y la de sus familias.

Se toman fotos y videos, contratan especialistas en redes, suben sus historias y pagan su promoción aunque los ciudadanos estén atentos a otros temas y no a los políticos, pero a ellos los acongoja no estar presentes y que sus competidores avancen.

La pandemia que padece México no es el contexto para hacer campañas políticas a un año de un proceso que podría suspenderse y cambiar de fecha, según sea la circunstancia que se viva entonces.

Lo más inmediato para los aspirantes a ser candidatos a legisladores federales o estatales y alcaldes son los procesos internos de los partidos, que legalmente participan y los registran.

Requieren saber si irán solos o se aliarán a otras fuerzas u organizaciones, porque si es así no importará que tan popular sean en sus distritos o municipios, valdrán los acuerdos cupulares que pueden dejarlos fuera y si bien les va los postularán como suplentes.

Las elecciones intermedias de 2021 empiezan legalmente en septiembre cuando se instale la autoridad electoral.

Corren entonces los plazos que pasan por precandidaturas y candidaturas.

Hay partidos como Morena que tendrán primero que definir, por equidad de género, si en casos como Puebla postulan a hombre o mujer, todo indica que será una poblana porque la actual presidenta tiene derecho a la reelección y la buscará confrontando a otra mujer.

Los panistas pueden tener perfilados a sus propuestas, pero tendrán que esperar la convocatoria, pasar filtros y no ser “dedazos” de las dirigencias nacional, estatal o municipal.

Vendrán los registros, las breves campañas electorales y llegará el día de la contienda electoral, pero primero tendrá que tener visos de solución la crisis sanitaria y luego como salen ellos y los mexicanos de la crisis económica.

Adelantarse puede ser positivo para que se den a conocer, pero eso no definirá quienes estarán en las boletas electorales.

Si bien nos va, será en el último trimestre del año cuando se dé la mayor actividad política para definir candidaturas, lo de ahora es calentar el brazo sin tener la garantía de que quien lo haga jugará el partido.

Lo mejor sea recomendarle a los políticos “no coman ansias”, cuídense para no enfermar de Covid y estar plenos para una contienda que será intensa y de pronóstico reservado, sin importar quien o quienes los postulen.

No por mucho madrugar, amanece más temprano y la noche del coronavirus será más larga de lo que nos pronosticó el gobierno federal.

De las anécdotas que se cuentan

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, está en campaña y tiene rival: el Boa.

Beisbolista él, lanzó una bola ensalivada para tener un sparring, porque la oposición como está no cuenta.

Curiosamente, si lo que pretendía era extender un acta de defunción para quienes son sus críticos, no piensan como él, ni votarán el próximo año por Morena, al bautizarlos como Boa lo que les dio fue un acta de nacimiento.

A partir de ahora, la oposición lo sabe, la contienda es: López Obrador vs. el Boa.

Y los mexicanos lo saben, lo saben.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto