/ sábado 3 de octubre de 2020

Ante el riesgo de una crisis social

Por la crisis sanitaria y económica “la extrema pobreza aumente en el mundo y que la esperanza de vida se reduzca, con hasta el doble de personas en peligro de morir de hambre”.

Refiere la ONU.

En México, debido a lo prolongado que viene resultando esta crisis sanitaria por el covid-19, especialistas en materia económica señalan que para que las empresas no sigan quebrando o lleguen al cierre definitivo; se deba de inyectar recursos que permitan reactivar el consumo.

Pues la pandemia vulnero aún más la economía del país, lo cual puede desencadenar una seria crisis social y el principal camino para aminorarla es solo mediante la creación de empleos productivos.

Sin embargo y a pesar que México ha enfrentado grandes catástrofes como los sismos, el H1N1 y en el actual ante el Covid-19, se tendrá un impacto mucho mayor en todos los sectores sociales.

Pero para que la crisis como la que actualmente pasamos, pueda aminorarse, independientemente de la actividad económica, se requiere que el jefe del Ejecutivo, el presidente López Obrador, convoque a la unidad y a la cohesión de la sociedad; así como a todos los actores y sectores productivos. Pues lamentablemente, sin unidad, la recuperación del país será más lenta, con el riesgo de que aumente la pobreza.

Independientemente de que deba de invertir más en el sector salud, en infraestructura, disminuir la informalidad y la inseguridad, la cual con la pandemia se han incrementado de manera significativa.

El avance del coronavirus ha generado un ambiente de incertidumbre en el mundo, al mes de junio el Fondo Monetario Internacional proyectó que el PIB mundial iba a contraerse un 4.9% en 2020 y que el virus iba a restar 12 billones de dólares a la economía en dos años. Amen que el próximo 13 de octubre el FMI actualizar sus previsiones en su próxima reunión semestral.

Sin embargo, el principal temor para todas las economías del mundo, es el riesgo sobre el efecto de una segunda ola de infecciones que afecte la recuperación.

Ante ello, el secretario general de la ONU, António Guterres, en fecha reciente advirtió que, si no se toman acciones urgentes, el mundo se enfrenta a una recesión global que puede borrar décadas de progreso en materia de desarrollo.

Destacó "Estamos sufriendo la mayor contracción económica desde la II Guerra Mundial" y, Por su parte Mark Lowcock, jefe de los servicios humanitarios de la ONU, señaló que esta crisis ha golpeado con especial fuerza a naciones donde millones de personas dependían de la ayuda internacional para sobrevivir.

Y lo más lamentable es que desde la década de 1990 se espera que la extrema pobreza aumente en el mundo y que la esperanza de vida se reduzca, con hasta el doble de personas en peligro de morir de hambre.

México, de acuerdo a datos del último informe de la secretaría de salud, inició su octavo mes de epidemia con 77,163 decesos de COVID-19. Cifra que rebasa por mucho el escenario catastrófico que el propio subsecretario López Gatell señalo el pasado 4 de junio, ocupando el cuarto lugar en el mundo con el mayor número de muertes.

Ante este dantesco escenario, tal vez sería conveniente considerar que los grandes proyectos del gobierno federal sean evaluados con un criterio económico-social; donde seguramente la resultante establezca la continuidad del aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya.

Y detener o tal vez cancelarse la refinería de dos bocas, pues ante la caída reciente de los precios del petróleo, y dadas las condiciones actuales, Pemex no es una empresa que tenga viabilidad y rentabilidad en el mediano y largo plazo.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com

Por la crisis sanitaria y económica “la extrema pobreza aumente en el mundo y que la esperanza de vida se reduzca, con hasta el doble de personas en peligro de morir de hambre”.

Refiere la ONU.

En México, debido a lo prolongado que viene resultando esta crisis sanitaria por el covid-19, especialistas en materia económica señalan que para que las empresas no sigan quebrando o lleguen al cierre definitivo; se deba de inyectar recursos que permitan reactivar el consumo.

Pues la pandemia vulnero aún más la economía del país, lo cual puede desencadenar una seria crisis social y el principal camino para aminorarla es solo mediante la creación de empleos productivos.

Sin embargo y a pesar que México ha enfrentado grandes catástrofes como los sismos, el H1N1 y en el actual ante el Covid-19, se tendrá un impacto mucho mayor en todos los sectores sociales.

Pero para que la crisis como la que actualmente pasamos, pueda aminorarse, independientemente de la actividad económica, se requiere que el jefe del Ejecutivo, el presidente López Obrador, convoque a la unidad y a la cohesión de la sociedad; así como a todos los actores y sectores productivos. Pues lamentablemente, sin unidad, la recuperación del país será más lenta, con el riesgo de que aumente la pobreza.

Independientemente de que deba de invertir más en el sector salud, en infraestructura, disminuir la informalidad y la inseguridad, la cual con la pandemia se han incrementado de manera significativa.

El avance del coronavirus ha generado un ambiente de incertidumbre en el mundo, al mes de junio el Fondo Monetario Internacional proyectó que el PIB mundial iba a contraerse un 4.9% en 2020 y que el virus iba a restar 12 billones de dólares a la economía en dos años. Amen que el próximo 13 de octubre el FMI actualizar sus previsiones en su próxima reunión semestral.

Sin embargo, el principal temor para todas las economías del mundo, es el riesgo sobre el efecto de una segunda ola de infecciones que afecte la recuperación.

Ante ello, el secretario general de la ONU, António Guterres, en fecha reciente advirtió que, si no se toman acciones urgentes, el mundo se enfrenta a una recesión global que puede borrar décadas de progreso en materia de desarrollo.

Destacó "Estamos sufriendo la mayor contracción económica desde la II Guerra Mundial" y, Por su parte Mark Lowcock, jefe de los servicios humanitarios de la ONU, señaló que esta crisis ha golpeado con especial fuerza a naciones donde millones de personas dependían de la ayuda internacional para sobrevivir.

Y lo más lamentable es que desde la década de 1990 se espera que la extrema pobreza aumente en el mundo y que la esperanza de vida se reduzca, con hasta el doble de personas en peligro de morir de hambre.

México, de acuerdo a datos del último informe de la secretaría de salud, inició su octavo mes de epidemia con 77,163 decesos de COVID-19. Cifra que rebasa por mucho el escenario catastrófico que el propio subsecretario López Gatell señalo el pasado 4 de junio, ocupando el cuarto lugar en el mundo con el mayor número de muertes.

Ante este dantesco escenario, tal vez sería conveniente considerar que los grandes proyectos del gobierno federal sean evaluados con un criterio económico-social; donde seguramente la resultante establezca la continuidad del aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya.

Y detener o tal vez cancelarse la refinería de dos bocas, pues ante la caída reciente de los precios del petróleo, y dadas las condiciones actuales, Pemex no es una empresa que tenga viabilidad y rentabilidad en el mediano y largo plazo.

Sus comentarios jrobertofl@hotmail.com