/ domingo 18 de agosto de 2019

¡Ante la cultura de la vida, ni un paso atrás! (Décima y última parte)


"Las ideologías nos separan; los sueños y la angustia nos unen.”

Eugène Ionesco


He dicho y me ratifico que no tengo nada contra ninguna persona que siendo adulta tenga preferencias sexuales homosexuales (gay o lesbianas). Sí estoy en contra de que utilicen a los infantes generando conductas no naturales sobre su sexualidad.

Lo he sostenido a lo largo de 10 artículos, sabiendo que estamos enfrascados en un tema no sólo controversial sino incluso peligroso dado que crece el nivel de intolerancia por ambas partes (a favor y contra), cosa que tampoco estoy de acuerdo. De tal manera establezco lo siguiente acerca de la ideología de género.

En tanto han surgido varias modalidades acerca de las preferencias sexuales y de género con el fin de que la sociedad no sólo a acepte sus opciones, sino incluso quieren obligar por la fuerza de la ley (despenalización de acciones que atenten contra la moral y buenas costumbres sociales) y la presión social, a que se reconozca su preferencia de actuar como mejor les parezca, en su reclamo de los derechos humanos de igualdad y no discriminación.

Entonces apunto la siguiente reflexión. Si un estudiante universitario elige estudiar derecho, no por eso es ni normal ni natural que todos los estudiantes elijan derecho, pero sí es natural y normal que siendo estudiante estudie algo.

Así tampoco, un abogado no puede obligar a todos los jóvenes a que estudien abogacía porque a él le gusta esa profesión. Estos son gustos adquiridos, no nació abogado y no es natural ni siquiera normal que, por ser persona humana, sea abogado. Esto es que, por haber nacido persona y no animal o cosa, puede elegir qué estudiar.

Tiene la opción -sí- en el transcurso de su vida, si lo elige, estudiar lo que quiera, cada vez que quiera y pueda. Eso sí es normal que suceda. No hay nada irregular o anormal.

Esto es que, si una persona humana que nace con un sexo, aunque no eligió biológicamente ser de ese sexo (masculino o femenino), sí es normal que su vida sea conforme a su sexo, y es natural que viva su sexualidad según el sexo biológico.

De forma que, si elige no disponer de su sexualidad -por su sexo- porque elige tener otro sexo, aunque se cambie de sexo biológicamente; pese a que cambie su anatomía y sus preferencias sexuales, ¡jamás! dejará de ser lo que es de nacimiento porque no podrá eliminar, modificar o cambiar su naturaleza sexual (femenina o masculina) que es genética. Claro que sí podrá actuar, como lo hacen los actores, a que es lo que no es, pero esa es cosa suya y debe respetarse.

En ese sentido, no puede obligar a cambiar -pues tampoco lo lograría- a quienes, en su naturaleza sexual, contentos, seguros, felices, con su sexualidad, disfracen ésta.

Los abogados, ingenieros, médicos; las membresías de los clubes de Leones, Club Kiwanis; o los directivos de equis partido, etc.; aún organizados en grupos bien estructurados, no salen a las calles con el fin de obligar a la gente a que sea, piense y actúe como ellos. Eso no sólo sería ilegal, sino que violaría los derechos humanos y las normas de convivencia pacífica.

Entonces porqué quienes aplauden el desenfreno relativo al Orgullo Gay, derivado de las preferencias sexuales (particulares), pretenden obligar a las sociedades a que sean como ellos, o que se les permita hacer del resto de la sociedad lo que ellos han elegido para sí.

Si “el respeto al derecho ajeno es la paz”, porqué generan acciones discrepantes contra la paz social en su afán de reconocimiento para validarse. Frente a ello, objeto su imposición y pretendido sometimiento de quienes no estamos a favor que se lastime a los infantes.


*Consultor y Asesor en Comunicación Política y Organizacional; jdelrsf@gmail.com; twiter: @jdelrsf


"Las ideologías nos separan; los sueños y la angustia nos unen.”

Eugène Ionesco


He dicho y me ratifico que no tengo nada contra ninguna persona que siendo adulta tenga preferencias sexuales homosexuales (gay o lesbianas). Sí estoy en contra de que utilicen a los infantes generando conductas no naturales sobre su sexualidad.

Lo he sostenido a lo largo de 10 artículos, sabiendo que estamos enfrascados en un tema no sólo controversial sino incluso peligroso dado que crece el nivel de intolerancia por ambas partes (a favor y contra), cosa que tampoco estoy de acuerdo. De tal manera establezco lo siguiente acerca de la ideología de género.

En tanto han surgido varias modalidades acerca de las preferencias sexuales y de género con el fin de que la sociedad no sólo a acepte sus opciones, sino incluso quieren obligar por la fuerza de la ley (despenalización de acciones que atenten contra la moral y buenas costumbres sociales) y la presión social, a que se reconozca su preferencia de actuar como mejor les parezca, en su reclamo de los derechos humanos de igualdad y no discriminación.

Entonces apunto la siguiente reflexión. Si un estudiante universitario elige estudiar derecho, no por eso es ni normal ni natural que todos los estudiantes elijan derecho, pero sí es natural y normal que siendo estudiante estudie algo.

Así tampoco, un abogado no puede obligar a todos los jóvenes a que estudien abogacía porque a él le gusta esa profesión. Estos son gustos adquiridos, no nació abogado y no es natural ni siquiera normal que, por ser persona humana, sea abogado. Esto es que, por haber nacido persona y no animal o cosa, puede elegir qué estudiar.

Tiene la opción -sí- en el transcurso de su vida, si lo elige, estudiar lo que quiera, cada vez que quiera y pueda. Eso sí es normal que suceda. No hay nada irregular o anormal.

Esto es que, si una persona humana que nace con un sexo, aunque no eligió biológicamente ser de ese sexo (masculino o femenino), sí es normal que su vida sea conforme a su sexo, y es natural que viva su sexualidad según el sexo biológico.

De forma que, si elige no disponer de su sexualidad -por su sexo- porque elige tener otro sexo, aunque se cambie de sexo biológicamente; pese a que cambie su anatomía y sus preferencias sexuales, ¡jamás! dejará de ser lo que es de nacimiento porque no podrá eliminar, modificar o cambiar su naturaleza sexual (femenina o masculina) que es genética. Claro que sí podrá actuar, como lo hacen los actores, a que es lo que no es, pero esa es cosa suya y debe respetarse.

En ese sentido, no puede obligar a cambiar -pues tampoco lo lograría- a quienes, en su naturaleza sexual, contentos, seguros, felices, con su sexualidad, disfracen ésta.

Los abogados, ingenieros, médicos; las membresías de los clubes de Leones, Club Kiwanis; o los directivos de equis partido, etc.; aún organizados en grupos bien estructurados, no salen a las calles con el fin de obligar a la gente a que sea, piense y actúe como ellos. Eso no sólo sería ilegal, sino que violaría los derechos humanos y las normas de convivencia pacífica.

Entonces porqué quienes aplauden el desenfreno relativo al Orgullo Gay, derivado de las preferencias sexuales (particulares), pretenden obligar a las sociedades a que sean como ellos, o que se les permita hacer del resto de la sociedad lo que ellos han elegido para sí.

Si “el respeto al derecho ajeno es la paz”, porqué generan acciones discrepantes contra la paz social en su afán de reconocimiento para validarse. Frente a ello, objeto su imposición y pretendido sometimiento de quienes no estamos a favor que se lastime a los infantes.


*Consultor y Asesor en Comunicación Política y Organizacional; jdelrsf@gmail.com; twiter: @jdelrsf