/ jueves 21 de febrero de 2019

Apasionamientos morenos

Los apasionamientos morenistas vistos recientemente entre los dos equipos más potentes (Barbosistas y Armentistas) pronto llegarán a su fin, pues con la emisión de la convocatoria para elegir al candidato a la gubernatura, pronto se sabrá quién será el elegido; aunque para algunos tal decisión trae un tufo de dedazo.

La eventual desconfianza surge porque las encuestas que ha realizado Morena para elegir a sus candidatos no se han ganado una estrellita por ser precisamente las más claras y transparentes, sino que todo lo contrario; los resultados en otros momentos han sembrado dudas, generado inconformidades y mandado la señal de la imposición.

Solo para refrescar la memoria traiga a su mente cómo fue elegido Abraham Quiroz para ser candidato a la gubernatura en la elección del 2016. Si no lo recuerda, fue por designación directa.

Para el caso de la elección del candidato en 2018 cuando se hablaba de la virtual nominación de Enrique Cárdenas Sánchez, al final el candidato oficial fue Luis Miguel Barbosa. Nunca se conocieron los resultados de la supuesta encuesta que habrían aplicado para tomar esa decisión, pero se entiende que la ganó Barbosa.

Al final los resultados de las encuestas que nunca dejan satisfechos a todos, salvo al que la paga, digo al que la gana; siempre generará suspicacias pero en esta ocasión cuando hay polarización entre grupos potentes al interior del partido morenista, convendrá que la dirigencia nacional y la Comisión Nacional de Elecciones procuren un ejercicio de elección del candidato justo, imparcial y transparente que deje a las y los aspirantes satisfechos y que al final salgan a respaldar al elegido, o de lo contrario sucederá lo que siempre pasa: el enojo, la indignación y el coraje darán paso a la división de los militantes y ello siempre representa riesgos.

Los tiempos están marcados, el próximo domingo 24 será el registro de aspirantes y el 3 de marzo llegará a su desenlace interno morenista. Posterior a ello solo faltará esperar a que llegue el 2 de junio para que Morena gane la gubernatura, pues así ya lo predijeron las encuestas. Ya falta poco.


Capa azul caída

La militancia del PAN anda de capa caída, no solo por el luto que aún guardan tras la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle, sino por la crisis interna por la falta de rumbo, porque no ven una dirigencia estatal con experiencia y capacidad; y por si fuera poco, porque no observan un plan real para encarar la elección extraordinaria por Casa Puebla.

La triste realidad que ven los panistas es de tal grado que nadie de sus militantes se quiere aventar el round de ser candidata o candidato a la gubernatura. Nadie está dispuesto a que su nombre figure en la boleta para evidentemente ir a perder.

Aunque en el discurso la líder Genoveva Huerta y el dirigente Pablo Rodríguez se dan ánimos, lo cierto es que con sus acciones y posturas reales solo dejan ver que están conscientes de la derrota política que vivirán el próximo 2 de junio.

De tal magnitud es la crisis panista que hace algunos días ex militantes albiazules se pronunciaron a favor de Luis Miguel Barbosa. En otro acto su ex coordinador de bancada en el Congreso del Estado, Marcelo García Almaguer renunció al partido y se declaró independiente por las mismas razones: grillas y falta de liderazgo. Ayer hizo lo mismo la diputada Mari Carmen Saavedra que también echó por la borda su militancia azul para sumarse a la bancada sin partido que inauguró el famoso Chelo. Y esto solo es el principio.


Le recuerdo como siempre que tenemos abierto el changarro las 24 horas. Si quiere compartir chismes, ocurrencias y uno que otro tip, siempre son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com

Los apasionamientos morenistas vistos recientemente entre los dos equipos más potentes (Barbosistas y Armentistas) pronto llegarán a su fin, pues con la emisión de la convocatoria para elegir al candidato a la gubernatura, pronto se sabrá quién será el elegido; aunque para algunos tal decisión trae un tufo de dedazo.

La eventual desconfianza surge porque las encuestas que ha realizado Morena para elegir a sus candidatos no se han ganado una estrellita por ser precisamente las más claras y transparentes, sino que todo lo contrario; los resultados en otros momentos han sembrado dudas, generado inconformidades y mandado la señal de la imposición.

Solo para refrescar la memoria traiga a su mente cómo fue elegido Abraham Quiroz para ser candidato a la gubernatura en la elección del 2016. Si no lo recuerda, fue por designación directa.

Para el caso de la elección del candidato en 2018 cuando se hablaba de la virtual nominación de Enrique Cárdenas Sánchez, al final el candidato oficial fue Luis Miguel Barbosa. Nunca se conocieron los resultados de la supuesta encuesta que habrían aplicado para tomar esa decisión, pero se entiende que la ganó Barbosa.

Al final los resultados de las encuestas que nunca dejan satisfechos a todos, salvo al que la paga, digo al que la gana; siempre generará suspicacias pero en esta ocasión cuando hay polarización entre grupos potentes al interior del partido morenista, convendrá que la dirigencia nacional y la Comisión Nacional de Elecciones procuren un ejercicio de elección del candidato justo, imparcial y transparente que deje a las y los aspirantes satisfechos y que al final salgan a respaldar al elegido, o de lo contrario sucederá lo que siempre pasa: el enojo, la indignación y el coraje darán paso a la división de los militantes y ello siempre representa riesgos.

Los tiempos están marcados, el próximo domingo 24 será el registro de aspirantes y el 3 de marzo llegará a su desenlace interno morenista. Posterior a ello solo faltará esperar a que llegue el 2 de junio para que Morena gane la gubernatura, pues así ya lo predijeron las encuestas. Ya falta poco.


Capa azul caída

La militancia del PAN anda de capa caída, no solo por el luto que aún guardan tras la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle, sino por la crisis interna por la falta de rumbo, porque no ven una dirigencia estatal con experiencia y capacidad; y por si fuera poco, porque no observan un plan real para encarar la elección extraordinaria por Casa Puebla.

La triste realidad que ven los panistas es de tal grado que nadie de sus militantes se quiere aventar el round de ser candidata o candidato a la gubernatura. Nadie está dispuesto a que su nombre figure en la boleta para evidentemente ir a perder.

Aunque en el discurso la líder Genoveva Huerta y el dirigente Pablo Rodríguez se dan ánimos, lo cierto es que con sus acciones y posturas reales solo dejan ver que están conscientes de la derrota política que vivirán el próximo 2 de junio.

De tal magnitud es la crisis panista que hace algunos días ex militantes albiazules se pronunciaron a favor de Luis Miguel Barbosa. En otro acto su ex coordinador de bancada en el Congreso del Estado, Marcelo García Almaguer renunció al partido y se declaró independiente por las mismas razones: grillas y falta de liderazgo. Ayer hizo lo mismo la diputada Mari Carmen Saavedra que también echó por la borda su militancia azul para sumarse a la bancada sin partido que inauguró el famoso Chelo. Y esto solo es el principio.


Le recuerdo como siempre que tenemos abierto el changarro las 24 horas. Si quiere compartir chismes, ocurrencias y uno que otro tip, siempre son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com