/ viernes 24 de enero de 2020

Aprender a negociar, la tarea para los panistas de Puebla

Frente a la imposibilidad de conciliar intereses entre los grupos antagonistas que se disputan el poder al interior del PAN, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido, Marko Cortés Mendoza, ha planteado la posibilidad de crear una figura que regule la actuación de los liderazgos blanquiazules desde principios de este año y hasta que concluya el proceso electoral intermedio del 2021.

El pretendido relevo de coordinador de bancada en el Congreso del Estado se ha vuelto más complicado y estridente de lo que debió ser, por lo que Cortés Mendoza parece haber llegado a la conclusión de que los panistas de Puebla necesitarán un ente vigilante que medie entre ellos para lograr que puedan ponerse de acuerdo en los asuntos importantes.

Si Genoveva Huerta Villegas y el grupo que se encuentra detrás de Jesús Zaldívar Benavides no han podido resolver, por la vía pacífica, quién se quedará con la representación de los cuatro diputados locales panistas que existen en el Congreso, menos podrán dirimir temas de mucho mayor trascendencia, afirman allá en el CEN.

Y tienen razón.

El repentino relevo de Mónica Rodríguez Della Vecchia por Gabriel Oswaldo Jiménez López provocó una reunión de emergencia la noche del miércoles en las oficinas del presidente nacional del PAN.

Cortés tuvo que intervenir para detener la nueva confrontación que sostienen Huerta y los aliados de Zaldívar desde que la presidenta del Comité Directivo Estatal despidió a la esposa del dirigente municipal, Amparo Acuña Figueroa, de la Secretaría de Promoción Política de la Mujer, una de las carteras que tiene el partido.

La reunión del miércoles sirvió para dos cosas.

El dirigente nacional avaló la decisión de Genoveva Huerta de poner al sobrino político de José Antonio Gali Fayad en lugar de la esposa de Pablo Rodríguez Regordosa, en la coordinación del grupo parlamentario del PAN, pero le pidió que platique con los integrantes del grupo opositor, que apoya a Mónica Rodríguez, para llegar a un acuerdo negociado.

Es decir, Marko Cortés instruyó a la dirigente estatal a hacer lo que debió hacer desde un inicio: utilizar las bondades de la negociación política para no lastimar a sus críticos, quienes ya de por sí están encima de ella por considerar que carece de méritos personales para estar en la posición que ocupa desde noviembre de 2018, cuando la entonces gobernadora electa, Martha Erika Alonso Hidalgo, la puso en lugar de Jesús Giles Carmona.

La unción de Jiménez López debe ser y parecer producto de un acuerdo celebrado entre todos los interesados, y no una bofetada de Genoveva Huerta contra Zaldívar y sus aliados, entre quienes se encuentran Ana Teresa Aranda Orozco, Eduardo Rivera Pérez, Jorge Aguilar Chedraui y Mario Riestra Piña.

La buena noticia para el PAN es que su presidente está enterado de las divisiones internas que sufre el partido en el estado y que pretende recomponer la relación entre los bandos en disputa para encarar de mejor manera los comicios intermedios del próximo año.

Sabe que amigos no serán, pero cree que puede hacerlos trabajar de manera coordinada y por eso ha pensado en la creación de un organismo regulador.

A ver si lo logra.

Hacerlos trabajar coordinados… ¡y unidos!

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Frente a la imposibilidad de conciliar intereses entre los grupos antagonistas que se disputan el poder al interior del PAN, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido, Marko Cortés Mendoza, ha planteado la posibilidad de crear una figura que regule la actuación de los liderazgos blanquiazules desde principios de este año y hasta que concluya el proceso electoral intermedio del 2021.

El pretendido relevo de coordinador de bancada en el Congreso del Estado se ha vuelto más complicado y estridente de lo que debió ser, por lo que Cortés Mendoza parece haber llegado a la conclusión de que los panistas de Puebla necesitarán un ente vigilante que medie entre ellos para lograr que puedan ponerse de acuerdo en los asuntos importantes.

Si Genoveva Huerta Villegas y el grupo que se encuentra detrás de Jesús Zaldívar Benavides no han podido resolver, por la vía pacífica, quién se quedará con la representación de los cuatro diputados locales panistas que existen en el Congreso, menos podrán dirimir temas de mucho mayor trascendencia, afirman allá en el CEN.

Y tienen razón.

El repentino relevo de Mónica Rodríguez Della Vecchia por Gabriel Oswaldo Jiménez López provocó una reunión de emergencia la noche del miércoles en las oficinas del presidente nacional del PAN.

Cortés tuvo que intervenir para detener la nueva confrontación que sostienen Huerta y los aliados de Zaldívar desde que la presidenta del Comité Directivo Estatal despidió a la esposa del dirigente municipal, Amparo Acuña Figueroa, de la Secretaría de Promoción Política de la Mujer, una de las carteras que tiene el partido.

La reunión del miércoles sirvió para dos cosas.

El dirigente nacional avaló la decisión de Genoveva Huerta de poner al sobrino político de José Antonio Gali Fayad en lugar de la esposa de Pablo Rodríguez Regordosa, en la coordinación del grupo parlamentario del PAN, pero le pidió que platique con los integrantes del grupo opositor, que apoya a Mónica Rodríguez, para llegar a un acuerdo negociado.

Es decir, Marko Cortés instruyó a la dirigente estatal a hacer lo que debió hacer desde un inicio: utilizar las bondades de la negociación política para no lastimar a sus críticos, quienes ya de por sí están encima de ella por considerar que carece de méritos personales para estar en la posición que ocupa desde noviembre de 2018, cuando la entonces gobernadora electa, Martha Erika Alonso Hidalgo, la puso en lugar de Jesús Giles Carmona.

La unción de Jiménez López debe ser y parecer producto de un acuerdo celebrado entre todos los interesados, y no una bofetada de Genoveva Huerta contra Zaldívar y sus aliados, entre quienes se encuentran Ana Teresa Aranda Orozco, Eduardo Rivera Pérez, Jorge Aguilar Chedraui y Mario Riestra Piña.

La buena noticia para el PAN es que su presidente está enterado de las divisiones internas que sufre el partido en el estado y que pretende recomponer la relación entre los bandos en disputa para encarar de mejor manera los comicios intermedios del próximo año.

Sabe que amigos no serán, pero cree que puede hacerlos trabajar de manera coordinada y por eso ha pensado en la creación de un organismo regulador.

A ver si lo logra.

Hacerlos trabajar coordinados… ¡y unidos!

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx