/ domingo 14 de agosto de 2022

¡Aquí Nicaragua!

Nicaragua como país latinoamericano con 6 595 674 habitantes, de acuerdo a su último censo en 2020, tiene el territorio más grande de la región central del continente, tiene en su haber el antecedente de la dictadura de la familia Somoza (1934-1979) y que fue derrocada mediante la Revolución Popular Sandinista. Esta revolución llevó a una Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN, 1979-1985) presidida por Daniel Ortega Saavedra. Este personaje vuelve ahora los reflectores a su persona, como dictador, eso que combatió.


El primer proceso electoral se llevó a cabo en 1984, la JGRN entregó el poder al mismo Daniel Ortega Saavedra (1985-1990) como presidente electo. El Frente Sandinista de Liberación Nacional gobierna sufriendo el intervencionismo norteamericano presidido por Ronald Reagan y la CIA, que financió al grupo de rebeldes anticomunistas conocidos como Contras. La URSS, Cuba, Francia y Libia intervienen en el conflicto apoyando a Nicaragua y el gobierno electo democráticamente. El conflicto se resolvió en La Haya a favor del país centroamericano: Estados Unidos fue obligado a indemnizar los destrozos que había causado y después la deuda fue condonada. Estaba en el poder Violeta Barrios Chamorro (1990-1997) de la Unión Nacional Opositora (UNO).


Bajo el paraguas de la Democracia, José Daniel Ortega Saavedra ha repetido en la presidencia de la República Nicaraguense. Después de su primer mandato (1985-1990) ha sido presidente desde 2007, es decir, 20 años efectivos. Todo posible dada la acusación que pesó sobre Violeta Chamorro del desvío de un millón de dólares y el fracaso en su gobierno se mostró en su incapacidad de frenar el aumento de actividades delictivas como el narcotráfico, trata de personas y prostitución, además de estar en el penúltimo lugar del Índice de desarrollo humano, el último es Haití.


Esta corrupción en el periodo de Chamorro y su familia, incluido su yerno Antonio Lacayo, hizo posible que Ortega Saavedra continúe en el poder. Pero ¿qué logros tiene Ortega? Organismos internacionales desconocieron las últimas elecciones de 2021 porque se evidenciaron atropellos, violencia y fraude. Ya desde 2018, Donald Trump firmó una “Nica Act” que autorizó sanciones contra el gobierno del FSLN que limitaba los préstamos internacionales al país.


Lo que sobresale del ejercicio de Ortega es la violación constante y permanente a los derechos humanos de quienes se ostenten como oposición en las tres ocasiones que se ha reelecto. Tal es el caso que se dio a conocer en 2019: al menos 56 presos políticos y una lista que validó la Cruz Roja Internacional de 432 encarcelados por participar en protestas políticas.


Ahora, el que ha sido comparado con la dictadura de Somoza, es un gobierno marcado no solo por el personalismo y caudillismo sino por el sello de la intolerancia que tiene, irremediablemente, la ideología en el poder. El socialismo, del que Daniel Ortega se define adepto, no tiene cabida después de sesenta años. El siglo XXI es de tolerancia y convivencia, de libertades y derechos, de diálogo y escucha.


La Iglesia Católica ha jugado un papel preponderante en la defensa de su pueblo. Es una iglesia que participa activamente con los más pobres, una tradición que no se opone al gobierno sino a las injusticias. Esto lo he podido conocer a través de amigos que se encuentran atrapados en su propio país. No es un tema religioso, es mucho más amplio, y choca con la dictadura. Las imágenes y los videos llegaron exponiendo la atrocidad de acciones dictatoriales, la fuerza pública excedida, las fuerzas armadas confrontando al pueblo civil. ¿De qué se trata? De acallar las voces y las acciones de sacerdotes encabezados por su Obispo, para defender los derechos fundamentales de su gente. Aquí Nicaragua ¿no ha sido suficiente?


*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías (2022-2024) Mail: margarita_arguelles@hotmail.com

Nicaragua como país latinoamericano con 6 595 674 habitantes, de acuerdo a su último censo en 2020, tiene el territorio más grande de la región central del continente, tiene en su haber el antecedente de la dictadura de la familia Somoza (1934-1979) y que fue derrocada mediante la Revolución Popular Sandinista. Esta revolución llevó a una Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN, 1979-1985) presidida por Daniel Ortega Saavedra. Este personaje vuelve ahora los reflectores a su persona, como dictador, eso que combatió.


El primer proceso electoral se llevó a cabo en 1984, la JGRN entregó el poder al mismo Daniel Ortega Saavedra (1985-1990) como presidente electo. El Frente Sandinista de Liberación Nacional gobierna sufriendo el intervencionismo norteamericano presidido por Ronald Reagan y la CIA, que financió al grupo de rebeldes anticomunistas conocidos como Contras. La URSS, Cuba, Francia y Libia intervienen en el conflicto apoyando a Nicaragua y el gobierno electo democráticamente. El conflicto se resolvió en La Haya a favor del país centroamericano: Estados Unidos fue obligado a indemnizar los destrozos que había causado y después la deuda fue condonada. Estaba en el poder Violeta Barrios Chamorro (1990-1997) de la Unión Nacional Opositora (UNO).


Bajo el paraguas de la Democracia, José Daniel Ortega Saavedra ha repetido en la presidencia de la República Nicaraguense. Después de su primer mandato (1985-1990) ha sido presidente desde 2007, es decir, 20 años efectivos. Todo posible dada la acusación que pesó sobre Violeta Chamorro del desvío de un millón de dólares y el fracaso en su gobierno se mostró en su incapacidad de frenar el aumento de actividades delictivas como el narcotráfico, trata de personas y prostitución, además de estar en el penúltimo lugar del Índice de desarrollo humano, el último es Haití.


Esta corrupción en el periodo de Chamorro y su familia, incluido su yerno Antonio Lacayo, hizo posible que Ortega Saavedra continúe en el poder. Pero ¿qué logros tiene Ortega? Organismos internacionales desconocieron las últimas elecciones de 2021 porque se evidenciaron atropellos, violencia y fraude. Ya desde 2018, Donald Trump firmó una “Nica Act” que autorizó sanciones contra el gobierno del FSLN que limitaba los préstamos internacionales al país.


Lo que sobresale del ejercicio de Ortega es la violación constante y permanente a los derechos humanos de quienes se ostenten como oposición en las tres ocasiones que se ha reelecto. Tal es el caso que se dio a conocer en 2019: al menos 56 presos políticos y una lista que validó la Cruz Roja Internacional de 432 encarcelados por participar en protestas políticas.


Ahora, el que ha sido comparado con la dictadura de Somoza, es un gobierno marcado no solo por el personalismo y caudillismo sino por el sello de la intolerancia que tiene, irremediablemente, la ideología en el poder. El socialismo, del que Daniel Ortega se define adepto, no tiene cabida después de sesenta años. El siglo XXI es de tolerancia y convivencia, de libertades y derechos, de diálogo y escucha.


La Iglesia Católica ha jugado un papel preponderante en la defensa de su pueblo. Es una iglesia que participa activamente con los más pobres, una tradición que no se opone al gobierno sino a las injusticias. Esto lo he podido conocer a través de amigos que se encuentran atrapados en su propio país. No es un tema religioso, es mucho más amplio, y choca con la dictadura. Las imágenes y los videos llegaron exponiendo la atrocidad de acciones dictatoriales, la fuerza pública excedida, las fuerzas armadas confrontando al pueblo civil. ¿De qué se trata? De acallar las voces y las acciones de sacerdotes encabezados por su Obispo, para defender los derechos fundamentales de su gente. Aquí Nicaragua ¿no ha sido suficiente?


*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías (2022-2024) Mail: margarita_arguelles@hotmail.com