/ jueves 3 de enero de 2019

Avanza la educación a distancia

Además, se inicia una serie de cuestionamientos respecto a esta modalidad, los cuales tienen que ver con inquietudes sobre ¿cómo escuchar la voz del docente en la distancia?, ¿cómo visualizar su expresión corporal?, ¿cómo será la intercomunicación con los compañeros de clase? o ¿será capaz el alumno de entender los contenidos plasmados en los materiales de la clase?, entre otras preguntas.

Dar respuesta a los anteriores cuestionamientos mediante el proceso pedagógico y de los principales aspectos que intervienen en esta modalidad de educación, como son el fenómeno comunicativo como mediador en la educación a distancia. Para iniciar se conceptualiza la mediación pedagógica como el conjunto de acciones o intervenciones, recursos y materiales didácticos articulados de componentes que intervienen en el hecho educativo, facilitando el proceso enseñanza-aprendizaje y la intercomunicación entre estudiantes y profesor.

Dicha intercomunicación, en la relación presencial, puede surgir del trabajo en el aula y depende casi siempre de la capacidad y de la pasión del docente, a diferencia de los sistemas a distancia en donde los materiales, el tratamiento de los contenidos, la expresión y relación comunicativa combinada con los medios tecnológicos son los que encarnan esa pasión y son ellos los que permiten encontrar y concretar el sentido del proceso educativo.

Respecto de la importancia de los materiales en esta modalidad de educación, se delinea los principales aspectos y elementos que deben contemplar, a fin de que promuevan situaciones de aprendizaje lo más cercano posible a una situación real de comunicación e interacción a través de su modelo de conversación didáctica guida en donde establece: la presentación de la temática de estudio de manera fácil y asequible utilizando un lenguaje coloquial con moderada densidad de información.

Advertencias explicitas y sugerencias al estudiante sobre qué hacer, indicándole que preste especial atención y considere los razonamientos expuestos.

Invitación a un intercambio de puntos de vista, preguntas y juicios entre lo que es aceptable y aquello que no lo es. Intentos de implicar emocionalmente al estudiante para que se interese personalmente en la materia y sus problemas. Demarcación de cambios de temas mediante afirmaciones explicitas, indicaciones tipográficas o, en comunicación hablada, a través de un cambio de voces o pausas.

Los expertos reconocen tres tratamientos de los materiales educativos como productos comunicativos y como parte de la mediación pedagógica. Desde el tema (temática, contenidos, estrategias de lenguaje y conceptos). Desde el aprendizaje (autoaprendizaje, el interlocutor presente y el juego pedagógico). Desde la forma (enriquecimiento de la percepción y la textualidad).

Todo lo anteriormente expuesto nos permite conocer, pero sobre todo ser conscientes sobre la importancia que representa tomar en cuenta la estructura y naturaleza de los contenidos que serán aprendidos, es decir, hacerlo desde la perspectiva y la práctica pedagógica cuando se realiza la planeación de una clase, la cual debe tener como propósito de que contribuya a la autonomía académica del estudiante. Continuando con el fenómeno comunicativo como mediador en la educación a distancia, aspecto de suma importancia.

El hecho educativo es esencialmente comunicacional, por ende, se puede afirmar que todo docente es un comunicador, aunque no sea consciente de ello. En la educación presencial el maestro encarna la mediación a través de su voz, de la exposición de su clase, de su expresión corporal y sus emociones; a través de todos estos elementos el docente crea vínculos afectivos y cognitivos. En la modalidad virtual el vínculo maestro-estudiante está mediatizado, es decir, la relación cara a cara es reemplazada por una comunicación basada en medios (en internet en las plataformas) que transportan los mensajes en uno y otro sentido para permitir un diálogo que se hace factible el proceso educativo.

Además, se inicia una serie de cuestionamientos respecto a esta modalidad, los cuales tienen que ver con inquietudes sobre ¿cómo escuchar la voz del docente en la distancia?, ¿cómo visualizar su expresión corporal?, ¿cómo será la intercomunicación con los compañeros de clase? o ¿será capaz el alumno de entender los contenidos plasmados en los materiales de la clase?, entre otras preguntas.

Dar respuesta a los anteriores cuestionamientos mediante el proceso pedagógico y de los principales aspectos que intervienen en esta modalidad de educación, como son el fenómeno comunicativo como mediador en la educación a distancia. Para iniciar se conceptualiza la mediación pedagógica como el conjunto de acciones o intervenciones, recursos y materiales didácticos articulados de componentes que intervienen en el hecho educativo, facilitando el proceso enseñanza-aprendizaje y la intercomunicación entre estudiantes y profesor.

Dicha intercomunicación, en la relación presencial, puede surgir del trabajo en el aula y depende casi siempre de la capacidad y de la pasión del docente, a diferencia de los sistemas a distancia en donde los materiales, el tratamiento de los contenidos, la expresión y relación comunicativa combinada con los medios tecnológicos son los que encarnan esa pasión y son ellos los que permiten encontrar y concretar el sentido del proceso educativo.

Respecto de la importancia de los materiales en esta modalidad de educación, se delinea los principales aspectos y elementos que deben contemplar, a fin de que promuevan situaciones de aprendizaje lo más cercano posible a una situación real de comunicación e interacción a través de su modelo de conversación didáctica guida en donde establece: la presentación de la temática de estudio de manera fácil y asequible utilizando un lenguaje coloquial con moderada densidad de información.

Advertencias explicitas y sugerencias al estudiante sobre qué hacer, indicándole que preste especial atención y considere los razonamientos expuestos.

Invitación a un intercambio de puntos de vista, preguntas y juicios entre lo que es aceptable y aquello que no lo es. Intentos de implicar emocionalmente al estudiante para que se interese personalmente en la materia y sus problemas. Demarcación de cambios de temas mediante afirmaciones explicitas, indicaciones tipográficas o, en comunicación hablada, a través de un cambio de voces o pausas.

Los expertos reconocen tres tratamientos de los materiales educativos como productos comunicativos y como parte de la mediación pedagógica. Desde el tema (temática, contenidos, estrategias de lenguaje y conceptos). Desde el aprendizaje (autoaprendizaje, el interlocutor presente y el juego pedagógico). Desde la forma (enriquecimiento de la percepción y la textualidad).

Todo lo anteriormente expuesto nos permite conocer, pero sobre todo ser conscientes sobre la importancia que representa tomar en cuenta la estructura y naturaleza de los contenidos que serán aprendidos, es decir, hacerlo desde la perspectiva y la práctica pedagógica cuando se realiza la planeación de una clase, la cual debe tener como propósito de que contribuya a la autonomía académica del estudiante. Continuando con el fenómeno comunicativo como mediador en la educación a distancia, aspecto de suma importancia.

El hecho educativo es esencialmente comunicacional, por ende, se puede afirmar que todo docente es un comunicador, aunque no sea consciente de ello. En la educación presencial el maestro encarna la mediación a través de su voz, de la exposición de su clase, de su expresión corporal y sus emociones; a través de todos estos elementos el docente crea vínculos afectivos y cognitivos. En la modalidad virtual el vínculo maestro-estudiante está mediatizado, es decir, la relación cara a cara es reemplazada por una comunicación basada en medios (en internet en las plataformas) que transportan los mensajes en uno y otro sentido para permitir un diálogo que se hace factible el proceso educativo.