/ lunes 20 de diciembre de 2021

Bitácora | Triste navidad para los aztecas

Ya está visto que cerrará el año y el caso UDLAP quedará en el tintero de los juzgados y de los ámbitos jurídicos que correspondan ya que a estas alturas seguramente ya están de vacaciones decembrinas, pero el asunto quedará anotado en la agenda política y educativa de Puebla por lo que deberá retomarse al arranque del 2022.

Mientras llega el nuevo año la comunidad estudiantil y académica de la institución se irá a celebrar la navidad y el año nuevo sin tener la certeza de una resolución inmediata y que hoy los mantiene fuera del campus.

Por lo pronto son varios los quejosos que siguen achacando al gobierno estatal la situación de crisis en la Universidad de las Américas. Tan es así, que durante el informe del gobernador Miguel Barbosa hubo marchas y protestas para exponer su malestar por el referido caso y al mismo tiempo generar una percepción negativa contra el gobierno poblano atribuyéndole responsabilidad total, aunque el fondo sea distinto.

A la par hay que decir que días previos ya se había acordado, con autoridades gubernamentales de testigo, la apertura del campus universitario pero el escenario jamás se concretó y ese panorama fue lo que enchiló más a los estudiantes y paterfamilias.

Pero a todo esto ¿dónde está la administración interina que encabeza Armando Ríos Piter?, pues en estos momentos seguramente estará disfrutando del aguinaldo correspondiente a medio año que ha “dirigido” la UDLAP. El político y ex senador lejos de ayudar a resolver los conflictos que redundan en la parte académica, no ha mostrado el más mínimo interés por contribuir a la resolución del enredo por el control de la institución.

En suma, la Universidad de las Américas despide el 2021 mal y de malas no solo por la pandemia y sus efectos en el ámbito educativo, sino por la crisis educativa y jurídica que hoy tiene al pendiente a diferentes actores sociales como alumnos, docentes, padres de familia y otros sectores.

Reactivación educativa y económica

Hablando de educación universitaria, todo parece indicar que el regreso a clases presenciales en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla el 24 de enero del 2022, será el imán que atraerá al resto de las instituciones educativas del mismo nivel, entre ellas las incorporadas a la BUAP y otras particulares que se habían mantenido con un esquema de enseñanza en línea.

Pero no solo será el detonante para el retorno educativo, sino que será un importante motor para la reactivación económica en diversos puntos de la capital. El ejemplo más elemental es Ciudad Universitaria en donde la parálisis provocada por pandemia, llevó a que varios negocios de giros diversos bajaran sus cortinas de forma definitiva y dejando sin ingresos a varias familias en la zona.

Ese mismo fenómeno se replicó en las inmediaciones de otros planteles educativos en donde papelerías, fondas, desayunadores, pequeños comercios dependían del movimiento escolar que representa una universidad tanto pública como privada. Así que ojalá, con el regreso de la BUAP a las actividades presenciales, la economía en los negocios de sus alrededores mejor y contribuya a la recuperación inmediata.


Comentarios, opiniones, críticas y todo lo demás lo recibo en ferabrajan@gmail.com y en Twitter @ferabrajan1 Facebook: Noticias con Fer Abraján


Ya está visto que cerrará el año y el caso UDLAP quedará en el tintero de los juzgados y de los ámbitos jurídicos que correspondan ya que a estas alturas seguramente ya están de vacaciones decembrinas, pero el asunto quedará anotado en la agenda política y educativa de Puebla por lo que deberá retomarse al arranque del 2022.

Mientras llega el nuevo año la comunidad estudiantil y académica de la institución se irá a celebrar la navidad y el año nuevo sin tener la certeza de una resolución inmediata y que hoy los mantiene fuera del campus.

Por lo pronto son varios los quejosos que siguen achacando al gobierno estatal la situación de crisis en la Universidad de las Américas. Tan es así, que durante el informe del gobernador Miguel Barbosa hubo marchas y protestas para exponer su malestar por el referido caso y al mismo tiempo generar una percepción negativa contra el gobierno poblano atribuyéndole responsabilidad total, aunque el fondo sea distinto.

A la par hay que decir que días previos ya se había acordado, con autoridades gubernamentales de testigo, la apertura del campus universitario pero el escenario jamás se concretó y ese panorama fue lo que enchiló más a los estudiantes y paterfamilias.

Pero a todo esto ¿dónde está la administración interina que encabeza Armando Ríos Piter?, pues en estos momentos seguramente estará disfrutando del aguinaldo correspondiente a medio año que ha “dirigido” la UDLAP. El político y ex senador lejos de ayudar a resolver los conflictos que redundan en la parte académica, no ha mostrado el más mínimo interés por contribuir a la resolución del enredo por el control de la institución.

En suma, la Universidad de las Américas despide el 2021 mal y de malas no solo por la pandemia y sus efectos en el ámbito educativo, sino por la crisis educativa y jurídica que hoy tiene al pendiente a diferentes actores sociales como alumnos, docentes, padres de familia y otros sectores.

Reactivación educativa y económica

Hablando de educación universitaria, todo parece indicar que el regreso a clases presenciales en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla el 24 de enero del 2022, será el imán que atraerá al resto de las instituciones educativas del mismo nivel, entre ellas las incorporadas a la BUAP y otras particulares que se habían mantenido con un esquema de enseñanza en línea.

Pero no solo será el detonante para el retorno educativo, sino que será un importante motor para la reactivación económica en diversos puntos de la capital. El ejemplo más elemental es Ciudad Universitaria en donde la parálisis provocada por pandemia, llevó a que varios negocios de giros diversos bajaran sus cortinas de forma definitiva y dejando sin ingresos a varias familias en la zona.

Ese mismo fenómeno se replicó en las inmediaciones de otros planteles educativos en donde papelerías, fondas, desayunadores, pequeños comercios dependían del movimiento escolar que representa una universidad tanto pública como privada. Así que ojalá, con el regreso de la BUAP a las actividades presenciales, la economía en los negocios de sus alrededores mejor y contribuya a la recuperación inmediata.


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