/ viernes 6 de agosto de 2021

BUAP, ejercicio democrático

Será el 16 de agosto cuando la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla publique la convocatoria para elegir a un universitario que ocupará la rectoría a partir del próximo 4 de octubre, en un proceso inédito, pero justificado ante la pandemia de Covid-19, el voto electrónico.

La democracia es un viejo anhelo y una realidad actual de la comunidad de la Buap.

Desde la década de los sesenta del siglo pasado la mayoría de los universitarios tomó las calles y demandó el derecho a gobernarse. Consiguieron una Ley Orgánica que daba al Consejo Universitario, donde están representados directores y representantes de estudiantes, maestros y trabajadores, la facultad de designar a su máxima autoridad personal. No todo terminó ahí.

Continuaron los reclamos y los movimientos, la universidad democrática que hoy es la Autónoma de Puebla se forjó en una lucha incesante, que pagó con víctimas, y en los años se confirma como una práctica común con sus procesos internos para elegir autoridades y consejeros de unidad y universitarios.

En el último año y medio, aproximado de pandemia, la comunidad para protegerse y evitar los contagios se recluyó sin dejar de ejercer su derecho a decidir a través del voto electrónico.

Hay directores y Consejos de Unidad que ocupan posiciones sin que nadie haya puesto en duda su legalidad y legitimidad, fundamentos de la democracia.

El miércoles pasado, empezó formalmente el proceso de sucesión en la rectoría de la Buap.

En una elección convalidada, con la presencia de consejeros de todos los colores, definieron que para el periodo 2021-2025 se ejerza el voto electrónico y la convocatoria será emitida por el Consejo Universitario actual, el cual, ante el problema de salud pública, prolongará su periodo para estar a cargo de la designación.

Todo en una grave coyuntura sanitaria que nadie, ni la oposición, puede negar.

Luis Ochoa Bilbao, director de la Facultad de Derecho y presidente de la Comisión Estatutaria de Legislación Universitaria, propuso “que la renovación del máximo órgano de gobierno (el Consejo Universitario) se lleve a cabo después del de la rectoría de la BUAP”. Los directores de unidades académicas representarán el voto del sector que no cuenta con consejeros, todo apegado a derecho.

El dictamen obtuvo 158 votos a favor y 6 en contra, en un ejercicio democrático, estableciendo que el futuro rector emitirá la convocatoria para la integración del próximo Consejo. La Facultad de Medicina se expresó a favor del proceso virtual ante el crecimiento exponencial de los contagios de Covid-19.

Hasta el momento han expresado sus intenciones de participar, con posibilidades reales, las doctoras Lilia Cedillo, investigadora del Instituto de Ciencias, del cual fue directora, y Guadalupe Grajales, y ayer ratificó sus intenciones el arquitecto Francisco Vélez Pliego.

Los integrantes de la Buap saben perfectamente que por la democracia se lucha, se vive y también se ejerce

Las elecciones serán en septiembre y el 4 de octubre rendirá protesta la nueva autoridad personal de una universidad, que si de algo sabe es de democracia.

DE LAS ANÉCDOTAS QUE SE CUENTAN

Mesurado, Andrés Manuel López Obrador afirmó que “llueve, truene o relampaguee”, las clases en México reiniciarán este mes de agosto. El tema ni siquiera debería existir, pero el presidente sigue con decisiones que pueden costar vidas y dinero.

Los motivos por los que el tema de la apertura de escuelas ni siquiera debería imponerse en este momento, son los siguientes:

1.- Los primeros afectados con la apertura de los salones de clase, son los maestros. Si tienen alrededor de treinta o cuarenta años de edad, forman parte de la franja más afectada en este momento por el virus. Si tienen más de esos años, el pronóstico es obvio.

2.- Los menores funcionan como vectores. Es posible, sin conceder, que no se contagien y enfermen gravemente, pero al moverse en al menos tres campos que son su vivienda, el traslado y la escuela, incrementan la posibilidad de contagiar a alguien en casa, en la calle o en el colegio.

3.- Están publicándose distintos reportes por parte de investigadores europeos y estadounidenses que señalan una caída notoria en la eficiencia de las vacunas, en tres casos concretos, CanSino, AstraZéneca y Pfizer, por lo que, en algunos países, comienza a hacerse tendencia, incrementar la aplicación del biológico, a una segunda o tercera dosis.

4.- En las condiciones en las que se encuentran numerosas escuelas en el país, los maestros van a trabajar doble.

En forma presencial, atendiendo a quienes quieran ir a la escuela y en forma virtual, a los que se queden en casa. Todo, por el mismo sueldo, pero con una duplicación de horas aula y una tremenda sobrecarga de trabajo, al multiplicar los recursos didácticos para impartir sus clases.

La evidencia señala que serán los gobernadores de los estados, quienes deberán tomar las decisiones con la cabeza fría y no necesariamente siguiendo la línea de Palacio.

Veremos.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

Será el 16 de agosto cuando la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla publique la convocatoria para elegir a un universitario que ocupará la rectoría a partir del próximo 4 de octubre, en un proceso inédito, pero justificado ante la pandemia de Covid-19, el voto electrónico.

La democracia es un viejo anhelo y una realidad actual de la comunidad de la Buap.

Desde la década de los sesenta del siglo pasado la mayoría de los universitarios tomó las calles y demandó el derecho a gobernarse. Consiguieron una Ley Orgánica que daba al Consejo Universitario, donde están representados directores y representantes de estudiantes, maestros y trabajadores, la facultad de designar a su máxima autoridad personal. No todo terminó ahí.

Continuaron los reclamos y los movimientos, la universidad democrática que hoy es la Autónoma de Puebla se forjó en una lucha incesante, que pagó con víctimas, y en los años se confirma como una práctica común con sus procesos internos para elegir autoridades y consejeros de unidad y universitarios.

En el último año y medio, aproximado de pandemia, la comunidad para protegerse y evitar los contagios se recluyó sin dejar de ejercer su derecho a decidir a través del voto electrónico.

Hay directores y Consejos de Unidad que ocupan posiciones sin que nadie haya puesto en duda su legalidad y legitimidad, fundamentos de la democracia.

El miércoles pasado, empezó formalmente el proceso de sucesión en la rectoría de la Buap.

En una elección convalidada, con la presencia de consejeros de todos los colores, definieron que para el periodo 2021-2025 se ejerza el voto electrónico y la convocatoria será emitida por el Consejo Universitario actual, el cual, ante el problema de salud pública, prolongará su periodo para estar a cargo de la designación.

Todo en una grave coyuntura sanitaria que nadie, ni la oposición, puede negar.

Luis Ochoa Bilbao, director de la Facultad de Derecho y presidente de la Comisión Estatutaria de Legislación Universitaria, propuso “que la renovación del máximo órgano de gobierno (el Consejo Universitario) se lleve a cabo después del de la rectoría de la BUAP”. Los directores de unidades académicas representarán el voto del sector que no cuenta con consejeros, todo apegado a derecho.

El dictamen obtuvo 158 votos a favor y 6 en contra, en un ejercicio democrático, estableciendo que el futuro rector emitirá la convocatoria para la integración del próximo Consejo. La Facultad de Medicina se expresó a favor del proceso virtual ante el crecimiento exponencial de los contagios de Covid-19.

Hasta el momento han expresado sus intenciones de participar, con posibilidades reales, las doctoras Lilia Cedillo, investigadora del Instituto de Ciencias, del cual fue directora, y Guadalupe Grajales, y ayer ratificó sus intenciones el arquitecto Francisco Vélez Pliego.

Los integrantes de la Buap saben perfectamente que por la democracia se lucha, se vive y también se ejerce

Las elecciones serán en septiembre y el 4 de octubre rendirá protesta la nueva autoridad personal de una universidad, que si de algo sabe es de democracia.

DE LAS ANÉCDOTAS QUE SE CUENTAN

Mesurado, Andrés Manuel López Obrador afirmó que “llueve, truene o relampaguee”, las clases en México reiniciarán este mes de agosto. El tema ni siquiera debería existir, pero el presidente sigue con decisiones que pueden costar vidas y dinero.

Los motivos por los que el tema de la apertura de escuelas ni siquiera debería imponerse en este momento, son los siguientes:

1.- Los primeros afectados con la apertura de los salones de clase, son los maestros. Si tienen alrededor de treinta o cuarenta años de edad, forman parte de la franja más afectada en este momento por el virus. Si tienen más de esos años, el pronóstico es obvio.

2.- Los menores funcionan como vectores. Es posible, sin conceder, que no se contagien y enfermen gravemente, pero al moverse en al menos tres campos que son su vivienda, el traslado y la escuela, incrementan la posibilidad de contagiar a alguien en casa, en la calle o en el colegio.

3.- Están publicándose distintos reportes por parte de investigadores europeos y estadounidenses que señalan una caída notoria en la eficiencia de las vacunas, en tres casos concretos, CanSino, AstraZéneca y Pfizer, por lo que, en algunos países, comienza a hacerse tendencia, incrementar la aplicación del biológico, a una segunda o tercera dosis.

4.- En las condiciones en las que se encuentran numerosas escuelas en el país, los maestros van a trabajar doble.

En forma presencial, atendiendo a quienes quieran ir a la escuela y en forma virtual, a los que se queden en casa. Todo, por el mismo sueldo, pero con una duplicación de horas aula y una tremenda sobrecarga de trabajo, al multiplicar los recursos didácticos para impartir sus clases.

La evidencia señala que serán los gobernadores de los estados, quienes deberán tomar las decisiones con la cabeza fría y no necesariamente siguiendo la línea de Palacio.

Veremos.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto