/ jueves 5 de marzo de 2020

Buenas niñas, excelentes mujeres

El desarrollo de una percepción positiva en términos de la imagen de uno mismo es crítico en la escuela. Muchos especialistas han señalado que las niñas tienen una baja general en su desarrollo académico cuando empiezan a entrar en la adolescencia. Las niñas, como grupo los logros en las materias matemáticas-científicas empiezan a descender, lo que no se observa en los niños, los cuales empiezan a estar en aumento.

Las niñas en los primeros años escolares tienen avances muy importantes en los logros académicos en ciencias. A medida que avanza en su desarrollo físico, se empieza a notar una disminución general en los logros académicos femeninos en esta área.

La relación entre la reducción en la percepción de sí mismas, de niña a mujer y en los logros académicos señala que el reconocimiento de las necesidades especiales de las jóvenes, tanto en la escuela como en el hogar, debe ser una prioridad de padres y maestros.

Las razones de la disminución en la autoestima y en los logros académicos no se explican claramente a través de los estudios, pero es probable que múltiples factores estén en juego.

Un estudio muestra que los niños, por lo general reciben una atención preferencial de los maestros en el salón de clases. Se observó que los niños tienden a hacer preguntas más detalladas y constructivas de su trabajo y su comportamiento menos negativo.

Los factores extraescolares, sin duda, juegan un papel importante aquí. A medida que crecen las niñas, ellas observan los roles sociales de la mujer en la sociedad también contribuyen a sus opiniones cambiantes de lo que se espera de las niñas en la sociedad.

Las niñas ven que las mujeres ocupan puestos y actividades sociales con los hombres, y es factible que lleguen a la conclusión, de que su papel social es importante también.

Otro factor son las diferencias culturales en términos de socialización, las cuales son mayores en algunas sociedades que en otras. Las acciones de los padres, ejercen un papel central en la socialización de las niñas. Las selecciones y actitudes de los padres respecto a los juguetes para ellas, la ropa seleccionada, los diferentes tipos de zapatos, los colores especiales para las niñas, las actividades dentro del hogar y los juegos limitados pueden ayudar a formar el sentido de sí misma a una niña.

La etnicidad, la raza y la clase social son factores que diferencian la interpretación, por parte de las niñas, de las experiencias dentro y fuera del ámbito escolar. Llegan a sentir una disminución de su autoestima, debido a una sensación de desafecto en la escuela y en el hogar. Eso motiva su abandono a la escuela, que se incrementa cada año que los niños.

Las niñas llegan a la depresión, por sentimientos negativos y cambios en su cuerpo, que vinculados con una mala alimentación, provocan la obesidad temprana. Aunque es difícil encontrar las causas específicas para estas dificultades, los estereotipos de género en la televisión, el cine, las revistas y las industrias de la moda imponen desafíos obvios para el desarrollo psicológico saludable de las niñas que cambian a la adolescencia.

Muchos problemas de personalidad de las niñas se deben a los moldes que deben tener en la vida social: “la niña buena”, “la niña perfecta”, “la niña bonita” que debe ser gentil y obediente, nunca tener malos pensamientos o sentimientos.

Los investigadores opinan que al intentar estar al tanto de los requisitos imposibles de estas posturas poco realistas del comportamiento femenino perfecto, las niñas supriman sus capacidades, limitando sus conocimientos académicos así como sus obligaciones cotidianas que tiene en casa y en la escuela. Los padres y los maestros deben de apoyar a las niñas en el cambio temprano, que se le va presentando, con mayor información de dichos cambios.

Explicar a ellas su participación en el hogar y en la escuela para que no disminuya su capacidad intelectual y académica en sus estudios. Recibir los mejores mensajes de su valía en su casa, en la escuela y en la sociedad, para fortalecer sus valores como niñas y su futuro cambio de excelentes mujeres en la vida.

Alentar a las niñas a inscribirse y participar en todos los diversos concursos académicos: de español, redacción, historia, inglés, cívicos, especialmente en las ciencias y las matemáticas, para que vean que sus contribuciones se valoran en el salón de clases y en el ámbito social.

Tratar directamente, y según su edad diversos temas escolares y además ser líderes en acciones que les brinden la oportunidad de demostrar que son capaces de comprometerse en actividades extracurriculares, que no solo estén para los niños, sino también para ellas.

Doctor en Educación.

El desarrollo de una percepción positiva en términos de la imagen de uno mismo es crítico en la escuela. Muchos especialistas han señalado que las niñas tienen una baja general en su desarrollo académico cuando empiezan a entrar en la adolescencia. Las niñas, como grupo los logros en las materias matemáticas-científicas empiezan a descender, lo que no se observa en los niños, los cuales empiezan a estar en aumento.

Las niñas en los primeros años escolares tienen avances muy importantes en los logros académicos en ciencias. A medida que avanza en su desarrollo físico, se empieza a notar una disminución general en los logros académicos femeninos en esta área.

La relación entre la reducción en la percepción de sí mismas, de niña a mujer y en los logros académicos señala que el reconocimiento de las necesidades especiales de las jóvenes, tanto en la escuela como en el hogar, debe ser una prioridad de padres y maestros.

Las razones de la disminución en la autoestima y en los logros académicos no se explican claramente a través de los estudios, pero es probable que múltiples factores estén en juego.

Un estudio muestra que los niños, por lo general reciben una atención preferencial de los maestros en el salón de clases. Se observó que los niños tienden a hacer preguntas más detalladas y constructivas de su trabajo y su comportamiento menos negativo.

Los factores extraescolares, sin duda, juegan un papel importante aquí. A medida que crecen las niñas, ellas observan los roles sociales de la mujer en la sociedad también contribuyen a sus opiniones cambiantes de lo que se espera de las niñas en la sociedad.

Las niñas ven que las mujeres ocupan puestos y actividades sociales con los hombres, y es factible que lleguen a la conclusión, de que su papel social es importante también.

Otro factor son las diferencias culturales en términos de socialización, las cuales son mayores en algunas sociedades que en otras. Las acciones de los padres, ejercen un papel central en la socialización de las niñas. Las selecciones y actitudes de los padres respecto a los juguetes para ellas, la ropa seleccionada, los diferentes tipos de zapatos, los colores especiales para las niñas, las actividades dentro del hogar y los juegos limitados pueden ayudar a formar el sentido de sí misma a una niña.

La etnicidad, la raza y la clase social son factores que diferencian la interpretación, por parte de las niñas, de las experiencias dentro y fuera del ámbito escolar. Llegan a sentir una disminución de su autoestima, debido a una sensación de desafecto en la escuela y en el hogar. Eso motiva su abandono a la escuela, que se incrementa cada año que los niños.

Las niñas llegan a la depresión, por sentimientos negativos y cambios en su cuerpo, que vinculados con una mala alimentación, provocan la obesidad temprana. Aunque es difícil encontrar las causas específicas para estas dificultades, los estereotipos de género en la televisión, el cine, las revistas y las industrias de la moda imponen desafíos obvios para el desarrollo psicológico saludable de las niñas que cambian a la adolescencia.

Muchos problemas de personalidad de las niñas se deben a los moldes que deben tener en la vida social: “la niña buena”, “la niña perfecta”, “la niña bonita” que debe ser gentil y obediente, nunca tener malos pensamientos o sentimientos.

Los investigadores opinan que al intentar estar al tanto de los requisitos imposibles de estas posturas poco realistas del comportamiento femenino perfecto, las niñas supriman sus capacidades, limitando sus conocimientos académicos así como sus obligaciones cotidianas que tiene en casa y en la escuela. Los padres y los maestros deben de apoyar a las niñas en el cambio temprano, que se le va presentando, con mayor información de dichos cambios.

Explicar a ellas su participación en el hogar y en la escuela para que no disminuya su capacidad intelectual y académica en sus estudios. Recibir los mejores mensajes de su valía en su casa, en la escuela y en la sociedad, para fortalecer sus valores como niñas y su futuro cambio de excelentes mujeres en la vida.

Alentar a las niñas a inscribirse y participar en todos los diversos concursos académicos: de español, redacción, historia, inglés, cívicos, especialmente en las ciencias y las matemáticas, para que vean que sus contribuciones se valoran en el salón de clases y en el ámbito social.

Tratar directamente, y según su edad diversos temas escolares y además ser líderes en acciones que les brinden la oportunidad de demostrar que son capaces de comprometerse en actividades extracurriculares, que no solo estén para los niños, sino también para ellas.

Doctor en Educación.