Con motivo del Día de Muertos, hemos preparado las tradicionales calaveritas dedicadas a los alcaldes que han marcado su paso por la administración pública, algunos por bribones y otros por pecar de crédulos.
A FELIPE PATJANE
Sin sentido y sin razón
la calaca preguntaba:
¿Dónde andará ese barbón
que en Tehuacán despachaba?
quería llevarlo al panteón
para ver si la ayudaba
a administrar el cajón
donde la raya guardaba,
sin saber que ahora el patrón
en Tepexi se encontraba,
esperando la ocasión
que la huesuda llegara.
AL DR. BENJA
Con los bolsillos rellenos
don Benja se pavoneaba,
mirando que a sus vecinos
la huesuda los cargaba,
por la pandemia del virus
y los panteones llenaba,
pero llegó el Día de Muertos
y al suplente le tocaba
rendir ahora sí las cuentas
de salarios que se ahorraba.
A SERGIO CÉSPEDES
¡Ya llegó el Día de Muertos!
Sergio Salomón celebraba,
sentado en sus oficinas
mientras la muerte tocaba,
las puertas de la alcaldía
para ver si lo encontraba,
pero como todas las veces
al alcalde le negaban
porque debía hacer la cita
y éste luego la agendaba,
sin saber que la calaca
esa noche lo llevaba.
A MARISOL CRUZ
Rondando Tecamachalco
la calaca se encontraba,
recogiendo los huesitos
que Marisol le dejaba,
porque a lo largo de año
la chamba le anticipaba,
con la decenas de muertos
que el crimen facilitaba,
hasta encontrarse de frente
con la alcaldesa soñada,
a quien se llevó corriendo
al panteón que la esperaba.
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