/ jueves 4 de abril de 2019

¡¡¡Campañas camoteras!!!

En apenas 5 días de campaña ya hay “carnita” que aprovecharán los estrategas de cada candidato para lanzarse con todo a las críticas y guerra sucia contra sus oponentes. Las contradicciones, los sin sentidos y las malas decisiones pesarán y seguramente serán usadas para darles una repasada a los abanderados en proselitismo.

Mientras el candidato de Morena, Luis Miguel Barbosa, es amor y paz, y abrazó a la “reconciliación” como su columna vertebral de campaña, el abanderado del PAN, PRD y MC, Enrique Cárdenas sacó su lado bronco y decidió apostar por la “nueva batalla” para Puebla. Como si el horno estuviera para bollos, el académico adoptó esa frase que propone otra “guerra”, aunque los poblanos ya no quieran más confrontación. Y en el caso del priista Alberto Jiménez Merino él decidió apostarle a “un nuevo comienzo” a manera de expresar que como “candidato del pueblo” quiere una oportunidad para reiniciar todo en Puebla.

Asimismo no hay que pasar por alto que en el ánimo de sumar adeptos y fuerzas, entre los 3 abanderados en contienda se andan arrebatando a supuestos “liderazgos”. No les importa que antes hayan estado en otros partidos, rápido se les olvidó que en el pasado reciente los criticaron y pasan por alto que hoy se sumen solo por mera conveniencia; hoy eso quedó en el ayer y los aceptan con los brazos abiertos.

¿Ejemplos? El líder del PRI, Lorenzo Rivera, les abrió las puertas a los tricolores que antes se fueron, vamos; hasta invitó al senador –hoy de Morena- Alejandro Armenta a que se regresé al ex partidazo. La dirigente del PAN, Genoveva Huerta, no se quedó atrás y se sentó con el aún priista Enrique Doger y lo invitó a sumarse a Cárdenas. Los mal pensados creyeron que lo quería de bateador emergente para canjear al ex rector de la UDLAP. En Morena no cantan mal las rancheras pues ya incluyeron a tricolores y azules como Vanesa Barahona y Carlos Meza, así como a Denisse Ortiz, además del saltimbanqui diputado local –ex panista- Hugo Alejo a quien le llovieron los abucheos y rechiflas en un evento de Teziutlán justo cuando le manifestaba su apoyo al candidato morenista.

En suma veremos a muchos conocidos solo que con chalecos de otro color. Mujeres y hombres muy valiosos con mucho que aportar, otras y otros no tanto; pero lo que sí está peor es que habrá muuuchos convenencieros con suerte. Ni hablar, así es la política camotera.


Candidato tricolor

Al inicio de la campaña por Casa Puebla, los analistas ven en el candidato del PRI a la gubernatura de Puebla, Alberto Jiménez Merino, un potencial de crecimiento electoral por encima de sus 2 oponentes.

Según las encuestas el abanderado de Morena trae números por las nubes casi imposible de alcanzar, aunque esa lógica también hace ver que ya no crecerá, mientras que en el caso del candidato común del PAN, PRD y MC aunque pudiera tener un lapso de crecimiento mínimo, los especialistas sostienen que le será muy difícil encarar la campaña no solo por su falta de identidad con esa militancia, sino porque los propios partidos que lo abanderan están desorganizados y van en decadencia, sumado al hecho de que en vez de pacificar, con su eslogan “la nueva batalla” solo muestra un ánimo de confrontación.

En más de los posibles escenarios a favor del priista, los mismos especialistas ven que el tricolor tiene la oportunidad de crecimiento en las preferencias del respetable pero solo si hábilmente se concentra en la promoción de su imagen personal de hombre trabajador, profesionista, estudioso, serio y responsable porque fincar su proyección en su partido, le resultaría adverso.

También advierten que aceptar públicamente al ex gobernador Mario Marín puede ser un arma de 2 filos. Pero –sostienen- que el hecho de que el gober precioso se pavonee tranquilamente en la campaña también puede ser una señal que solo unos cuantos podrán entender porque eso favorecerá a un candidato.

De ser real tal prospectiva a favor de Jiménez Merino tampoco significa que vaya a ganar la elección del 2 de junio, pero al menos podría ser un respiro y reposicionaría a su partido para superar los momentos más críticos y amargos del priismo poblano; aunque también será labor de la “estructura” -si es que aún existe y no se la han pirateado- ayudar a su abanderado a realizar un papel digno.


Como es costumbre, le recuerdo que tenemos abierto el changarro las 24 horas. Si quiere compartir chismes, ocurrencias y uno que otro tip, siempre son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com


En apenas 5 días de campaña ya hay “carnita” que aprovecharán los estrategas de cada candidato para lanzarse con todo a las críticas y guerra sucia contra sus oponentes. Las contradicciones, los sin sentidos y las malas decisiones pesarán y seguramente serán usadas para darles una repasada a los abanderados en proselitismo.

Mientras el candidato de Morena, Luis Miguel Barbosa, es amor y paz, y abrazó a la “reconciliación” como su columna vertebral de campaña, el abanderado del PAN, PRD y MC, Enrique Cárdenas sacó su lado bronco y decidió apostar por la “nueva batalla” para Puebla. Como si el horno estuviera para bollos, el académico adoptó esa frase que propone otra “guerra”, aunque los poblanos ya no quieran más confrontación. Y en el caso del priista Alberto Jiménez Merino él decidió apostarle a “un nuevo comienzo” a manera de expresar que como “candidato del pueblo” quiere una oportunidad para reiniciar todo en Puebla.

Asimismo no hay que pasar por alto que en el ánimo de sumar adeptos y fuerzas, entre los 3 abanderados en contienda se andan arrebatando a supuestos “liderazgos”. No les importa que antes hayan estado en otros partidos, rápido se les olvidó que en el pasado reciente los criticaron y pasan por alto que hoy se sumen solo por mera conveniencia; hoy eso quedó en el ayer y los aceptan con los brazos abiertos.

¿Ejemplos? El líder del PRI, Lorenzo Rivera, les abrió las puertas a los tricolores que antes se fueron, vamos; hasta invitó al senador –hoy de Morena- Alejandro Armenta a que se regresé al ex partidazo. La dirigente del PAN, Genoveva Huerta, no se quedó atrás y se sentó con el aún priista Enrique Doger y lo invitó a sumarse a Cárdenas. Los mal pensados creyeron que lo quería de bateador emergente para canjear al ex rector de la UDLAP. En Morena no cantan mal las rancheras pues ya incluyeron a tricolores y azules como Vanesa Barahona y Carlos Meza, así como a Denisse Ortiz, además del saltimbanqui diputado local –ex panista- Hugo Alejo a quien le llovieron los abucheos y rechiflas en un evento de Teziutlán justo cuando le manifestaba su apoyo al candidato morenista.

En suma veremos a muchos conocidos solo que con chalecos de otro color. Mujeres y hombres muy valiosos con mucho que aportar, otras y otros no tanto; pero lo que sí está peor es que habrá muuuchos convenencieros con suerte. Ni hablar, así es la política camotera.


Candidato tricolor

Al inicio de la campaña por Casa Puebla, los analistas ven en el candidato del PRI a la gubernatura de Puebla, Alberto Jiménez Merino, un potencial de crecimiento electoral por encima de sus 2 oponentes.

Según las encuestas el abanderado de Morena trae números por las nubes casi imposible de alcanzar, aunque esa lógica también hace ver que ya no crecerá, mientras que en el caso del candidato común del PAN, PRD y MC aunque pudiera tener un lapso de crecimiento mínimo, los especialistas sostienen que le será muy difícil encarar la campaña no solo por su falta de identidad con esa militancia, sino porque los propios partidos que lo abanderan están desorganizados y van en decadencia, sumado al hecho de que en vez de pacificar, con su eslogan “la nueva batalla” solo muestra un ánimo de confrontación.

En más de los posibles escenarios a favor del priista, los mismos especialistas ven que el tricolor tiene la oportunidad de crecimiento en las preferencias del respetable pero solo si hábilmente se concentra en la promoción de su imagen personal de hombre trabajador, profesionista, estudioso, serio y responsable porque fincar su proyección en su partido, le resultaría adverso.

También advierten que aceptar públicamente al ex gobernador Mario Marín puede ser un arma de 2 filos. Pero –sostienen- que el hecho de que el gober precioso se pavonee tranquilamente en la campaña también puede ser una señal que solo unos cuantos podrán entender porque eso favorecerá a un candidato.

De ser real tal prospectiva a favor de Jiménez Merino tampoco significa que vaya a ganar la elección del 2 de junio, pero al menos podría ser un respiro y reposicionaría a su partido para superar los momentos más críticos y amargos del priismo poblano; aunque también será labor de la “estructura” -si es que aún existe y no se la han pirateado- ayudar a su abanderado a realizar un papel digno.


Como es costumbre, le recuerdo que tenemos abierto el changarro las 24 horas. Si quiere compartir chismes, ocurrencias y uno que otro tip, siempre son bienvenidos en Twitter @ferabrajan1 y en fabrajan@hotmail.com