/ miércoles 9 de mayo de 2018

Campañas de lodo, un pleito sin retorno

Incidir en la percepción del votante, no importa si son delitos inventados, verdades a medias o asuntos de la vida privada, todo es “válido” a la hora de disputar la permanencia o conquista del poder.

Las declaraciones o exhibición de presuntas pruebas buscan la estridencia mediática temporal con miras a incidir en el voto de la gente que, está probado, decide mucho por la vía pasional y poco por la racional.

Puebla no es la excepción. Este es el rumbo que comienza a cobrar la campaña de lodo entre los tres principales candidatos al Gobierno del Estado de Puebla que no resistieron más que la primera semana de campaña de relativa cordura, para emprender desde el domingo pasado una guerra de golpes bajos que no parece que tenga marcha atrás.

Mientras las campañas a diputados locales y federales rayan en la inexistencia, y las de presidente municipal de Puebla no llegan a prender, la pugna por Casa Puebla comienza a tomar el rumbo de la denostación, el golpeteo y sobre todo los señalamientos patrimoniales.

Hasta ahora lo que está en la mesa de discusión es el engaño, el ocultamiento u opacidad en los que los candidatos habrían incurrido a la hora de presentar sus respectivas declaraciones patrimoniales, fiscales y de intereses, también llamadas 3 de 3, ante el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).

Que si los viajes y compras de lujo de Luis Miguel Barbosa Huerta, aspirante de Juntos Haremos Historia, que si los fondos de inversión millonarios de Martha Erika Alonso Hidalgo, candidata de Por Puebla al Frente, o que si las tres casas para igual número de concubinas de Enrique Doger Guerrero, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Hasta ahora pura ruido que comienza a ganar terreno sobre las propuestas pero nada que constituya hechos delictivos que ponga en verdadero peligro a los candidatos, más allá del desgaste buscado a sus reputaciones.

El riesgo para unos o beneficio para otros es que este desgaste lo que genera es que se inhiba la participación en las urnas; que el abstencionismo sea mayor y aquellos partidos que posean más voto duro o estructuras saquen ventaja.

Lo cierto es que esto aún empieza y las guerras de lodo irán creciendo conforme se acerque el día de la elección; falta mucho por verse durante los 53 días que faltan para el día de la votación.

***

Si Enrique Doger de verdad no está en sincronía con el Partido Acción Nacional (PAN) para atacar a Barbosa o quiere disimular un presunto acuerdo con el morenovallismo, bien debería de apresurar su análisis al 3 de 3 presentado por su adversaria política Martha Erika Alonso pues lleva días diciendo que lo está analizando.

En calidad de opositor, algún pero le debe poner a la declaración de la esposa de Rafael Moreno Valle. Lo curioso es saber por qué se interesó primero en el político del partido de Andrés Manuel López Obrador, partiendo del supuesto de que la panista es la puntera en las encuestas.

***

Si Luis Miguel Barbosa pretende salir bien librado de las acusaciones sobre los presuntos gastos en viajes y tiendas de lujo bien valdría que fuera más puntual en sus argumentaciones y responder con más prontitud a los señalamientos de sus opositores. Y en todo caso evitar la amenaza velada y presentar denuncias concretas contra sus adversarios.

***

Si Martha Erika Alonso pretende defender su imagen, no basta con que sus voceros salgan en su nombre a refutar permanentemente los señalamientos de Barbosa. Valdría la pena que también ella ofreciera elementos para desarticular las acusaciones que el candidato de Morena ha realizado en su contra.

***

Hasta la próxima.

Twitter: @elsalvadorrios

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx

Incidir en la percepción del votante, no importa si son delitos inventados, verdades a medias o asuntos de la vida privada, todo es “válido” a la hora de disputar la permanencia o conquista del poder.

Las declaraciones o exhibición de presuntas pruebas buscan la estridencia mediática temporal con miras a incidir en el voto de la gente que, está probado, decide mucho por la vía pasional y poco por la racional.

Puebla no es la excepción. Este es el rumbo que comienza a cobrar la campaña de lodo entre los tres principales candidatos al Gobierno del Estado de Puebla que no resistieron más que la primera semana de campaña de relativa cordura, para emprender desde el domingo pasado una guerra de golpes bajos que no parece que tenga marcha atrás.

Mientras las campañas a diputados locales y federales rayan en la inexistencia, y las de presidente municipal de Puebla no llegan a prender, la pugna por Casa Puebla comienza a tomar el rumbo de la denostación, el golpeteo y sobre todo los señalamientos patrimoniales.

Hasta ahora lo que está en la mesa de discusión es el engaño, el ocultamiento u opacidad en los que los candidatos habrían incurrido a la hora de presentar sus respectivas declaraciones patrimoniales, fiscales y de intereses, también llamadas 3 de 3, ante el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).

Que si los viajes y compras de lujo de Luis Miguel Barbosa Huerta, aspirante de Juntos Haremos Historia, que si los fondos de inversión millonarios de Martha Erika Alonso Hidalgo, candidata de Por Puebla al Frente, o que si las tres casas para igual número de concubinas de Enrique Doger Guerrero, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Hasta ahora pura ruido que comienza a ganar terreno sobre las propuestas pero nada que constituya hechos delictivos que ponga en verdadero peligro a los candidatos, más allá del desgaste buscado a sus reputaciones.

El riesgo para unos o beneficio para otros es que este desgaste lo que genera es que se inhiba la participación en las urnas; que el abstencionismo sea mayor y aquellos partidos que posean más voto duro o estructuras saquen ventaja.

Lo cierto es que esto aún empieza y las guerras de lodo irán creciendo conforme se acerque el día de la elección; falta mucho por verse durante los 53 días que faltan para el día de la votación.

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Si Enrique Doger de verdad no está en sincronía con el Partido Acción Nacional (PAN) para atacar a Barbosa o quiere disimular un presunto acuerdo con el morenovallismo, bien debería de apresurar su análisis al 3 de 3 presentado por su adversaria política Martha Erika Alonso pues lleva días diciendo que lo está analizando.

En calidad de opositor, algún pero le debe poner a la declaración de la esposa de Rafael Moreno Valle. Lo curioso es saber por qué se interesó primero en el político del partido de Andrés Manuel López Obrador, partiendo del supuesto de que la panista es la puntera en las encuestas.

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Si Luis Miguel Barbosa pretende salir bien librado de las acusaciones sobre los presuntos gastos en viajes y tiendas de lujo bien valdría que fuera más puntual en sus argumentaciones y responder con más prontitud a los señalamientos de sus opositores. Y en todo caso evitar la amenaza velada y presentar denuncias concretas contra sus adversarios.

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Si Martha Erika Alonso pretende defender su imagen, no basta con que sus voceros salgan en su nombre a refutar permanentemente los señalamientos de Barbosa. Valdría la pena que también ella ofreciera elementos para desarticular las acusaciones que el candidato de Morena ha realizado en su contra.

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Hasta la próxima.

Twitter: @elsalvadorrios

salvador_rios@elsoldepuebla.com.mx