/ martes 12 de noviembre de 2019

Candidatos limpios, sin negativos: Marko Cortés al PAN

Enrique Cárdenas Sánchez, José Antonio Gali Fayad y Javier Lozano Alarcón están en el radar político del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, quien los valora para encarar en Puebla los comicios intermedios de 2021. Si no como candidatos a un puesto de elección popular, lo que todavía estará por definirse, sí, al menos, como factores de unidad para hacerle frente a Morena y el barbosismo.

En seguida le informo el contenido de la plática que sostuvo Marko Cortés el lunes con integrantes de la estructura formal y los liderazgos del panismo poblano, resumida en los puntos más importantes.

Como inicio, después de exponer un análisis del nuevo contexto político nacional, con el presidente Andrés Manuel López Obrador y la 4T como ejes dominantes, el dirigente blanquiazul dijo que para ganar las elecciones de 2021 se requiere unidad real, no simulada, por lo que pidió a los poblanos alinearse con el Comité Directivo Estatal y su presidenta, Genoveva Huerta Villegas.

La solicitud pudo tener como destinatarios directos a Eduardo Rivera Pérez y Humberto Aguilar Coronado, ahí presentes, quienes han expresado su inconformidad con la permanencia de Genoveva en el CDE.

Convenció a Enrique Guevara Montiel, Carolina Morales García y Jorge Gómez Carranco de retirar la impugnación que presentaron por no resultar electos como consejeros estatales, con el propósito de construir esa pretendida unidad partidista.

Marko Cortés no habló de candidaturas concretas, pero si deslizó algunas de las características que deberán reunir quienes aspiren a participar en esa elección, la de 2021.

Expuso que el PAN irá con los mejores perfiles y, ¡atención!, con aquellos que puedan llegar a la contienda limpios, sin elementos negativos que le sirvan al partido en el poder y al barbosismo para desacreditarlos ante los electores.

Aquí podrían quedar fuera varios de quienes ahora mismo levantan la mano, en la medida en que el gobierno de Luis Miguel Barbosa Huerta arremeta en contra de ellos y presente pruebas de sus acusaciones.

Sin que nadie le preguntara, sacó el nombre de Enrique Cárdenas.

De su otrora candidato a gobernador advirtió que no será abanderado a ninguna presidencia municipal, dada su mala actitud hacia el panismo en los comicios de este año, pero apuntó que podría contender por una diputación si dentro del partido no hay objeciones para ello.

Subrayó que los liderazgos del blanquiazul deben actuar de ahora en adelante en la lógica de la inclusión, de la integración de todo el panismo, sin recurrir a esas prácticas de control absoluto que se ejercieron en el pasado reciente y que dejaron fuera a personajes valiosos.

A quienes añoran la época del morenovallismo les dijo que den vuelta a la hoja, que Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso ya no están para indicarles qué hacer, que se conduzcan de manera prudente y acepten la nueva realidad.

También fijó una postura en torno al pleito que derivó de la renovación del Comité Directivo Municipal de Puebla.

Manifestó que le gustaría que Jesús Zaldívar Benavides y Eduardo Alcántara Montiel llegaran a un acuerdo para resolver el conflicto, pero se reconoció imposibilitado para obligarlos a ello y concluyó que el asunto tendrá que seguir el cauce jurídico en que se encuentra.

Para concluir, en la parte final del cónclave de dos horas que se llevó a cabo en la sede estatal del panismo, Marko Cortés dio a conocer que se ha reunido con muchos actores del partido vinculados a Puebla, ausentes en la reunión.

Hizo una pausa y dio dos nombres: José Antonio Gali y Javier Lozano Alarcón.

No reveló el contenido de sus pláticas.

Citó los encuentros como ejemplo de esa fortaleza, basada en la unidad, que requiere el PAN para encarar la guerra electoral que se avecina, ni más ni menos que contra el partido del presidente y del gobernador.

***

Por lo menos un jalón de orejas debió dar la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, a su secretaria general Liza Elena Aceves López por calentar durante dos meses el acuerdo de Cabildo que reformaba el Código Reglamentario Municipal para prohibir la venta de teléfonos celulares en la vía pública.

Las modificaciones se realizaron el 4 de septiembre, pero fue hasta el 5 de noviembre cuando la funcionaria municipal envió el documento correspondiente a la Secretaría de Gobernación para que se publicaran en el Periódico Oficial del Estado, requisito indispensable para formalizar la nueva prohibición.

Cuestionada por el retraso, Aceves López “explicó” el miércoles 6 de noviembre a los reporteros que la solicitud había llegado en tiempo y forma a Gobernación, y que era ahí donde estaba detenido el asunto.

Mintió.

Su petición, dirigida a David Méndez Márquez, subsecretario de Desarrollo Político, ingresó apenas un día antes de que diera a entender que llevaba tiempo atorada en el gobierno del estado, por culpa del gobierno del estado.

Erró además en el destinatario, al mandarla a David Méndez.

El subsecretario político la trasladó a la subsecretaría jurídica, donde debió llegar primero, hasta el 6.

Por eso fue publicada, ¡por fin!, el jueves 7 de noviembre.

Quien quedó mal después de todo este embrollo fue el ayuntamiento de Puebla, que volvió a dejar la percepción de que tiene un especial interés en proteger a los comerciantes ambulantes, así sean vendedores de teléfonos celulares robados.

De ahí que un jalón de orejas no vendría mal en este caso.

A menos, claro, que el atraso haya sido intencionado.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Enrique Cárdenas Sánchez, José Antonio Gali Fayad y Javier Lozano Alarcón están en el radar político del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, quien los valora para encarar en Puebla los comicios intermedios de 2021. Si no como candidatos a un puesto de elección popular, lo que todavía estará por definirse, sí, al menos, como factores de unidad para hacerle frente a Morena y el barbosismo.

En seguida le informo el contenido de la plática que sostuvo Marko Cortés el lunes con integrantes de la estructura formal y los liderazgos del panismo poblano, resumida en los puntos más importantes.

Como inicio, después de exponer un análisis del nuevo contexto político nacional, con el presidente Andrés Manuel López Obrador y la 4T como ejes dominantes, el dirigente blanquiazul dijo que para ganar las elecciones de 2021 se requiere unidad real, no simulada, por lo que pidió a los poblanos alinearse con el Comité Directivo Estatal y su presidenta, Genoveva Huerta Villegas.

La solicitud pudo tener como destinatarios directos a Eduardo Rivera Pérez y Humberto Aguilar Coronado, ahí presentes, quienes han expresado su inconformidad con la permanencia de Genoveva en el CDE.

Convenció a Enrique Guevara Montiel, Carolina Morales García y Jorge Gómez Carranco de retirar la impugnación que presentaron por no resultar electos como consejeros estatales, con el propósito de construir esa pretendida unidad partidista.

Marko Cortés no habló de candidaturas concretas, pero si deslizó algunas de las características que deberán reunir quienes aspiren a participar en esa elección, la de 2021.

Expuso que el PAN irá con los mejores perfiles y, ¡atención!, con aquellos que puedan llegar a la contienda limpios, sin elementos negativos que le sirvan al partido en el poder y al barbosismo para desacreditarlos ante los electores.

Aquí podrían quedar fuera varios de quienes ahora mismo levantan la mano, en la medida en que el gobierno de Luis Miguel Barbosa Huerta arremeta en contra de ellos y presente pruebas de sus acusaciones.

Sin que nadie le preguntara, sacó el nombre de Enrique Cárdenas.

De su otrora candidato a gobernador advirtió que no será abanderado a ninguna presidencia municipal, dada su mala actitud hacia el panismo en los comicios de este año, pero apuntó que podría contender por una diputación si dentro del partido no hay objeciones para ello.

Subrayó que los liderazgos del blanquiazul deben actuar de ahora en adelante en la lógica de la inclusión, de la integración de todo el panismo, sin recurrir a esas prácticas de control absoluto que se ejercieron en el pasado reciente y que dejaron fuera a personajes valiosos.

A quienes añoran la época del morenovallismo les dijo que den vuelta a la hoja, que Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso ya no están para indicarles qué hacer, que se conduzcan de manera prudente y acepten la nueva realidad.

También fijó una postura en torno al pleito que derivó de la renovación del Comité Directivo Municipal de Puebla.

Manifestó que le gustaría que Jesús Zaldívar Benavides y Eduardo Alcántara Montiel llegaran a un acuerdo para resolver el conflicto, pero se reconoció imposibilitado para obligarlos a ello y concluyó que el asunto tendrá que seguir el cauce jurídico en que se encuentra.

Para concluir, en la parte final del cónclave de dos horas que se llevó a cabo en la sede estatal del panismo, Marko Cortés dio a conocer que se ha reunido con muchos actores del partido vinculados a Puebla, ausentes en la reunión.

Hizo una pausa y dio dos nombres: José Antonio Gali y Javier Lozano Alarcón.

No reveló el contenido de sus pláticas.

Citó los encuentros como ejemplo de esa fortaleza, basada en la unidad, que requiere el PAN para encarar la guerra electoral que se avecina, ni más ni menos que contra el partido del presidente y del gobernador.

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Por lo menos un jalón de orejas debió dar la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, a su secretaria general Liza Elena Aceves López por calentar durante dos meses el acuerdo de Cabildo que reformaba el Código Reglamentario Municipal para prohibir la venta de teléfonos celulares en la vía pública.

Las modificaciones se realizaron el 4 de septiembre, pero fue hasta el 5 de noviembre cuando la funcionaria municipal envió el documento correspondiente a la Secretaría de Gobernación para que se publicaran en el Periódico Oficial del Estado, requisito indispensable para formalizar la nueva prohibición.

Cuestionada por el retraso, Aceves López “explicó” el miércoles 6 de noviembre a los reporteros que la solicitud había llegado en tiempo y forma a Gobernación, y que era ahí donde estaba detenido el asunto.

Mintió.

Su petición, dirigida a David Méndez Márquez, subsecretario de Desarrollo Político, ingresó apenas un día antes de que diera a entender que llevaba tiempo atorada en el gobierno del estado, por culpa del gobierno del estado.

Erró además en el destinatario, al mandarla a David Méndez.

El subsecretario político la trasladó a la subsecretaría jurídica, donde debió llegar primero, hasta el 6.

Por eso fue publicada, ¡por fin!, el jueves 7 de noviembre.

Quien quedó mal después de todo este embrollo fue el ayuntamiento de Puebla, que volvió a dejar la percepción de que tiene un especial interés en proteger a los comerciantes ambulantes, así sean vendedores de teléfonos celulares robados.

De ahí que un jalón de orejas no vendría mal en este caso.

A menos, claro, que el atraso haya sido intencionado.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx