Dentro de la ciudad de Puebla se encuentra una edificación que es considerada candidata para ser la Octava Maravilla del Mundo: se trata de la Capilla del Rosario.
También conocida como Casa de Oro es uno de los ejemplos más majestuosos del barroco y la primera capilla construida en México dedicada a la Virgen del Rosario.
La devoción a esta virgen es herencia de la orden de los dominicos pues uno de ellos, fray Juan de Cuenca, fue quien inició la construcción de la capilla con dos objetivos: el primero era venerar a la virgen; el segundo, que los fieles aprendieran el rezo del Santo Rosario.
Su edificación comenzó en 1650 y se terminó 40 años después, haciendo que su consagración coincidiera con la fecha de la fundación de la ciudad de Puebla.
El simbolismo dentro de la Capilla del Rosario empieza con las tres virtudes teologales (Fe, Esperanza y Caridad) representadas en tres bóvedas.
En la cúpula, La Gracia Divina, que representa el origen de todo lo divino en la tierra. Lleva en sus manos la hoja de palma que simboliza el martirio así como la rama del laurel, que simboliza la victoria.
Esta representación está acompañada de los dones del Espíritu Santo, que son entendimiento, fortaleza, piedad, temor de Dios, ciencia, consejo y sabiduría.
La representación de estos dones simboliza que, estando en gracia y practicando la fe, caridad y esperanza, se puede llegar a la suprema sabiduría.
En el altar se forma un cuadrado con el crucero que encarna la tierra. La base de la cúpula representa el renacer después de la muerte y la curvatura significa la bóveda celeste, que es una alegoría al paraíso.
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Como dijo el escritor Alejandro Jodorowsky: “Un símbolo no concede un mensaje preciso, actúa como un espejo que refleja el nivel de conciencia del buscador.”
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