/ viernes 14 de mayo de 2021

Cárdenas, Ifigenia y Muñoz Ledo

Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez y Porfirio Muñoz Ledo tuvieron una reunión hace unos días. Los tres tienen factores coincidentes, pues disfrutaron intensamente de los beneficios del poder presidencial en el pasado y un día en que no se vieron favorecidos por Los Pinos, decidieron emanciparse.

La candidatura presidencial fue el detonador para que estos tres personajes fueran cocinando a fuego lento un proyecto atrevido, ciertamente no sólo crearían un partido político, pues había muchos, sino que dejaron la lógica de centro en la que el PRI se había movido y se asumieron de izquierda.

El partido político que fueron preparando tenía una combinación rarísima en sus entrañas. Lo mismo había comunistas radicales que izquierdistas moderados, guerrilleros, agitadores profesionales, líderes sindicales y personajes más cercanos al sector privado que a la lucha social. Y semejante mezcla, funcionó.

Así nació el Partido de la Revolución Democrática. Lejos, lejísimos en términos de competencias ideológicas, llegaría tiempo después López Obrador a sus filas. Lo interesante es que el perredismo terminaría siendo la agencia de colocaciones para su partido personal, años después.

Al PRD llegaron todos los personajes imaginables y muchos de ellos tenían una vida esquizofrénica. Habían sido guerrilleros, pero terminaron trabajando con Carlos Salinas de Gortari en su programa “Solidaridad”.

Y esos mismos personajes fueron mudándose hacia Morena, hablando como radicales, pero cómodamente sentados en los beneficios de un régimen que abomina a sus padres, emplea cientos de artimañas del PRI y aplica a fondo los recursos de la izquierda para seducir a las masas, pero a ninguno lo reconoce como su origen.

Tal vez sea porque Morena carece de ideología y solo es un instrumento que ya cumplió con su propósito de alcanzar la Presidencia de la República. Empero, siguiendo la lógica de López Obrador, habrá que dinamitar al partido que lo encumbró y ahora habrá que pensar en un nuevo proyecto, para que arranque en 2024.

Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez y Porfirio Muñoz Ledo podían haberse reunido en silencio y hacer catarsis colectiva, pero no fue así. Hubo medios de comunicación que poco o nada tienen que ver con la izquierda y que les dedicaron un buen espacio para tratar a esa conversación como si fuera una crónica fundacional.

En la semana, periodistas orgánicos al poder empresarial de Monterrey dieron una larga y muy bien documentada explicación de los movimientos que los barones del poder en la Sultana del Norte están desarrollando para devolverle golpe por golpe al presidente que los desprecia y quiere aniquilarlos.

Ahora, se dio la crónica de una conversación entre tres santones de la fundación del PRD y que conectan a Morena con el PRI, como cualquier politólogo podría identificar. Las fotos de la reunión venden simpatía, pero también oposición a López Obrador y a su actitud autocrática.

Los poderes fácticos irán preparándose para una batalla singular.

El plato frio ya se está sirviendo y es entendible, pocos apoyarán a quien les mordió la mano.

De las anécdotas que se cuentan

Fue el periodista Raymundo Rivapalacio quien lo recordó luego de ser víctima de las agresiones que desde Palacio Nacional se generan en las mañaneras del presidente López Obrador.

“En julio de 1988, recordó el columnista, yo vote por Cuauhtémoc Cárdenas y usted, Andrés Manuel, lo hizo por Carlos Salinas de Gortari, porque entonces era el presidente estatal del PRI en Tabasco”.

Hay hechos que no se olvida y tampoco tienen respuesta.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez y Porfirio Muñoz Ledo tuvieron una reunión hace unos días. Los tres tienen factores coincidentes, pues disfrutaron intensamente de los beneficios del poder presidencial en el pasado y un día en que no se vieron favorecidos por Los Pinos, decidieron emanciparse.

La candidatura presidencial fue el detonador para que estos tres personajes fueran cocinando a fuego lento un proyecto atrevido, ciertamente no sólo crearían un partido político, pues había muchos, sino que dejaron la lógica de centro en la que el PRI se había movido y se asumieron de izquierda.

El partido político que fueron preparando tenía una combinación rarísima en sus entrañas. Lo mismo había comunistas radicales que izquierdistas moderados, guerrilleros, agitadores profesionales, líderes sindicales y personajes más cercanos al sector privado que a la lucha social. Y semejante mezcla, funcionó.

Así nació el Partido de la Revolución Democrática. Lejos, lejísimos en términos de competencias ideológicas, llegaría tiempo después López Obrador a sus filas. Lo interesante es que el perredismo terminaría siendo la agencia de colocaciones para su partido personal, años después.

Al PRD llegaron todos los personajes imaginables y muchos de ellos tenían una vida esquizofrénica. Habían sido guerrilleros, pero terminaron trabajando con Carlos Salinas de Gortari en su programa “Solidaridad”.

Y esos mismos personajes fueron mudándose hacia Morena, hablando como radicales, pero cómodamente sentados en los beneficios de un régimen que abomina a sus padres, emplea cientos de artimañas del PRI y aplica a fondo los recursos de la izquierda para seducir a las masas, pero a ninguno lo reconoce como su origen.

Tal vez sea porque Morena carece de ideología y solo es un instrumento que ya cumplió con su propósito de alcanzar la Presidencia de la República. Empero, siguiendo la lógica de López Obrador, habrá que dinamitar al partido que lo encumbró y ahora habrá que pensar en un nuevo proyecto, para que arranque en 2024.

Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez y Porfirio Muñoz Ledo podían haberse reunido en silencio y hacer catarsis colectiva, pero no fue así. Hubo medios de comunicación que poco o nada tienen que ver con la izquierda y que les dedicaron un buen espacio para tratar a esa conversación como si fuera una crónica fundacional.

En la semana, periodistas orgánicos al poder empresarial de Monterrey dieron una larga y muy bien documentada explicación de los movimientos que los barones del poder en la Sultana del Norte están desarrollando para devolverle golpe por golpe al presidente que los desprecia y quiere aniquilarlos.

Ahora, se dio la crónica de una conversación entre tres santones de la fundación del PRD y que conectan a Morena con el PRI, como cualquier politólogo podría identificar. Las fotos de la reunión venden simpatía, pero también oposición a López Obrador y a su actitud autocrática.

Los poderes fácticos irán preparándose para una batalla singular.

El plato frio ya se está sirviendo y es entendible, pocos apoyarán a quien les mordió la mano.

De las anécdotas que se cuentan

Fue el periodista Raymundo Rivapalacio quien lo recordó luego de ser víctima de las agresiones que desde Palacio Nacional se generan en las mañaneras del presidente López Obrador.

“En julio de 1988, recordó el columnista, yo vote por Cuauhtémoc Cárdenas y usted, Andrés Manuel, lo hizo por Carlos Salinas de Gortari, porque entonces era el presidente estatal del PRI en Tabasco”.

Hay hechos que no se olvida y tampoco tienen respuesta.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

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