/ viernes 13 de septiembre de 2019

Castigo a los pobres

Una frase de batalla y principio ideológico del presidente Andrés Manuel López Obrador y los gobiernos emanados del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es “primero los pobres”. Ahora está en sus votos mayoritarios en el Congreso demostrar que eso es cierto.

En el paquete económico enviado al Congreso federal por el Ejecutivo, el pasado domingo, hay lineamientos generales en los que cumplió su promesa de que no habrá nuevos impuestos el próximo año.

Aunque en realidad siempre sí los habrá, sus técnicos hacendarios, y aprobado por él, contemplaron aumentos en refrescos y cigarrillos, y se grabará con el IVA a productos y servicios digitales de empresas no establecidas en México.

Pero el aumento a impuesto que prende focos rojos es el del ahorro, porque castiga una conducta benéfica, en especial a los pobres. Veamos.
Durante años no se gravó el ahorro en el país y hubo razones para no hacerlo.

El ahorro es parte del ingreso que se guarda y paga un impuesto al generarse.

En otras economías lo sano es cobrar impuestos al consumo, a través del IVA.
En México el impuesto al ahorro ha aumentado.

Hasta 2018, pagábamos los mexicanos 0.46 por ciento del capital.

El monto se elevó a 1.04 por ciento en 2019 y pretende Hacienda que suba a 1.45 en 2020.

Más claro, el próximo año el aumento será de 39.4 por ciento sobre 2019 y de 215.2 por ciento sobre 2018.

Aumento que castiga a quien ahorra.

Funcionarios hacendarios explican que este impuesto no es dañino porque se trata de una retención. El contribuyente puede recuperar el dinero en su declaración anual posterior, pero en realidad se cobra a los pobres, quienes no hacen declaraciones anuales y se devuelve a quienes sí las hacen, que son personas con más ingresos.

El impuesto obliga a reunir retenciones y verificar que realmente todos los pagos de intereses hayan sido registrados en Hacienda.
Argumentan que el sistema sirve también para monitorear los depósitos en los bancos y pretende ser un arma eficaz en la lucha contra el lavado de dinero y la evasión fiscal.

En realidad sanciona el ahorro y la pobreza.
Lo peor, si continúa a la baja la tasa de intereses, la retención del impuesto al ahorro será superior al 35 por ciento que se cobra por los ingresos.

Lo de primero los pobres, está en entredicho, ¿por qué castigar sus ahorros?

Más que una solución será un error, que el tiempo confirmará.

De las anécdotas que se cuentan

“Lo único que lamento es que no hayas sido Presidente de la República”, la frustración no fue de un viejo izquierdista para su líder moral, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, sino de un connotado priista, ex candidato presidencial.

Ni más ni menos que Francisco Labastida Ochoa.

El contexto fue en un homenaje que senadores de Movimiento Ciudadano realizó a Cárdenas y reunió a políticos de diferentes partidos, entre ellos José Narro e Ivonne Ortega.

Cuauhtémoc aprovechó la oportunidad para lanzar obuses contra la actual administración federal al señalar que los avances que ha tenido a lo largo de estos últimos años en materia democrática el país, se deben al pueblo de México, fundamentalmente.

“No hay ningún partido, ningún funcionario que pudiera o debiera adjudicarse estos cambios de manera individual”.

Una afirmación más de Cárdenas fue reconocer que desde 1997 no ha habido un solo reclamo, ni en elecciones federales ni en procesos locales, “porque los votos se hayan contado mal. Los votos se han contado bien, afortunadamente, del 97 para acá; pero esto no quiere decir que tengamos ya procesos electorales plenamente confiables”.

Fue más directo el mensaje para quienes hoy ostentan el poder:

“Tenemos que buscar también los mecanismos para evitar dos factores de distorsión de estos procesos: Uno, el que haya intromisiones de funcionarios que puedan inclinar las elecciones, en un sentido o en otro, en función de sus intereses”.

Poco a poco, sin excesos, ese hombre que pudo cambiar la historia del país, como lo reconoció el priista Labastida, está abonando a la construcción de la oposición en 2021.

Todo es un tema de plazos.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto

Una frase de batalla y principio ideológico del presidente Andrés Manuel López Obrador y los gobiernos emanados del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es “primero los pobres”. Ahora está en sus votos mayoritarios en el Congreso demostrar que eso es cierto.

En el paquete económico enviado al Congreso federal por el Ejecutivo, el pasado domingo, hay lineamientos generales en los que cumplió su promesa de que no habrá nuevos impuestos el próximo año.

Aunque en realidad siempre sí los habrá, sus técnicos hacendarios, y aprobado por él, contemplaron aumentos en refrescos y cigarrillos, y se grabará con el IVA a productos y servicios digitales de empresas no establecidas en México.

Pero el aumento a impuesto que prende focos rojos es el del ahorro, porque castiga una conducta benéfica, en especial a los pobres. Veamos.
Durante años no se gravó el ahorro en el país y hubo razones para no hacerlo.

El ahorro es parte del ingreso que se guarda y paga un impuesto al generarse.

En otras economías lo sano es cobrar impuestos al consumo, a través del IVA.
En México el impuesto al ahorro ha aumentado.

Hasta 2018, pagábamos los mexicanos 0.46 por ciento del capital.

El monto se elevó a 1.04 por ciento en 2019 y pretende Hacienda que suba a 1.45 en 2020.

Más claro, el próximo año el aumento será de 39.4 por ciento sobre 2019 y de 215.2 por ciento sobre 2018.

Aumento que castiga a quien ahorra.

Funcionarios hacendarios explican que este impuesto no es dañino porque se trata de una retención. El contribuyente puede recuperar el dinero en su declaración anual posterior, pero en realidad se cobra a los pobres, quienes no hacen declaraciones anuales y se devuelve a quienes sí las hacen, que son personas con más ingresos.

El impuesto obliga a reunir retenciones y verificar que realmente todos los pagos de intereses hayan sido registrados en Hacienda.
Argumentan que el sistema sirve también para monitorear los depósitos en los bancos y pretende ser un arma eficaz en la lucha contra el lavado de dinero y la evasión fiscal.

En realidad sanciona el ahorro y la pobreza.
Lo peor, si continúa a la baja la tasa de intereses, la retención del impuesto al ahorro será superior al 35 por ciento que se cobra por los ingresos.

Lo de primero los pobres, está en entredicho, ¿por qué castigar sus ahorros?

Más que una solución será un error, que el tiempo confirmará.

De las anécdotas que se cuentan

“Lo único que lamento es que no hayas sido Presidente de la República”, la frustración no fue de un viejo izquierdista para su líder moral, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, sino de un connotado priista, ex candidato presidencial.

Ni más ni menos que Francisco Labastida Ochoa.

El contexto fue en un homenaje que senadores de Movimiento Ciudadano realizó a Cárdenas y reunió a políticos de diferentes partidos, entre ellos José Narro e Ivonne Ortega.

Cuauhtémoc aprovechó la oportunidad para lanzar obuses contra la actual administración federal al señalar que los avances que ha tenido a lo largo de estos últimos años en materia democrática el país, se deben al pueblo de México, fundamentalmente.

“No hay ningún partido, ningún funcionario que pudiera o debiera adjudicarse estos cambios de manera individual”.

Una afirmación más de Cárdenas fue reconocer que desde 1997 no ha habido un solo reclamo, ni en elecciones federales ni en procesos locales, “porque los votos se hayan contado mal. Los votos se han contado bien, afortunadamente, del 97 para acá; pero esto no quiere decir que tengamos ya procesos electorales plenamente confiables”.

Fue más directo el mensaje para quienes hoy ostentan el poder:

“Tenemos que buscar también los mecanismos para evitar dos factores de distorsión de estos procesos: Uno, el que haya intromisiones de funcionarios que puedan inclinar las elecciones, en un sentido o en otro, en función de sus intereses”.

Poco a poco, sin excesos, ese hombre que pudo cambiar la historia del país, como lo reconoció el priista Labastida, está abonando a la construcción de la oposición en 2021.

Todo es un tema de plazos.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

Twitter @fercrisanto

Facebook: Fernando Alberto Crisanto