/ lunes 29 de junio de 2020

Cemitas poblanas

En todo nuestro país contamos con una variedad de platillos y guisos que son reconocidos a nivel mundial. En el caso de nuestro estado también se tiene una riqueza y diversidad de alimentos, que muchos de ellos se preparan con recetas tradicionales.

Como parte de la gastronomía poblana, tenemos los famosos Chiles en Nogada que se preparan desde el mes de julio y hasta septiembre; el mole poblano, que se encuentra prácticamente en cualquier temporada del año; las chalupas, el mole de caderas y las cemitas, por mencionar los más reconocidos.

En esta ocasión, me centraré en las populares Cemitas Poblanas, que son un son un tipo de pan crujiente, grande y decorado con ajonjolí en la tapa, al que se le agregan diferentes ingredientes como queso o quesillo, carne de res o de pollo, papas, por mencionar algunos.

De acuerdo con información pública, la cemita surgió de un largo proceso de fusión del bizcocho y la galleta hueca al cabo del periodo colonial y apareció como variedad única y con dicho nombre a mediados del siglo XIX, en coincidencia con la consolidación de los talleres de cerámica de Talavera, la industria textil y la producción artesanal de vidrio en la región del Valle de Puebla.

En ese tiempo, se dice que las cemitas se preparaban en casa y se rellenaban con papa, frijol y nopal, ya que era mucho más económico que utilizar carne de res o de pollo. Con el tiempo su preparación evolucionó y se le agregaron diferentes elementos que le dan más sabor.

Asimismo, se menciona que el primer establecimiento de venta pública abrió sus puertas en el famoso Mercado de la Victoria, con una nueva receta que incluía pata de res a la vinagreta.

En la actualidad, los principales ingredientes son: quesillo o queso fresco, aguacate, pápalo, chipotles o chiles jalapeños, cebolla, aceite de oliva y puede incluir milanesa de res, carne de pollo o carne de cerdo, chile relleno, pata de puerco en vinagre, jamón, carne enchilada, carnitas o una diversidad de otros elementos como las recientes cemitas de chalupa.

En la ciudad de Puebla existen múltiples restaurantes, fondas y negocios específicos donde se pueden disfrutar; sin duda, entre los lugares más famosos para comerlas son: el Mercado del Carmen, el Mercado de San Baltazar Campeche, el Mercado la Acocota, el Estadio Cuauhtémoc y la Arena Puebla.

Y a ti, ¿qué es lo que más te gusta de las cemitas poblanas? Te invito a dejar tu comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como dice el dicho popular: “Las penas con pan son buenas” o “las penas con pan son menos”.

Facebook: David Villanueva Lomelí

www.davidvillanueva.mx

En todo nuestro país contamos con una variedad de platillos y guisos que son reconocidos a nivel mundial. En el caso de nuestro estado también se tiene una riqueza y diversidad de alimentos, que muchos de ellos se preparan con recetas tradicionales.

Como parte de la gastronomía poblana, tenemos los famosos Chiles en Nogada que se preparan desde el mes de julio y hasta septiembre; el mole poblano, que se encuentra prácticamente en cualquier temporada del año; las chalupas, el mole de caderas y las cemitas, por mencionar los más reconocidos.

En esta ocasión, me centraré en las populares Cemitas Poblanas, que son un son un tipo de pan crujiente, grande y decorado con ajonjolí en la tapa, al que se le agregan diferentes ingredientes como queso o quesillo, carne de res o de pollo, papas, por mencionar algunos.

De acuerdo con información pública, la cemita surgió de un largo proceso de fusión del bizcocho y la galleta hueca al cabo del periodo colonial y apareció como variedad única y con dicho nombre a mediados del siglo XIX, en coincidencia con la consolidación de los talleres de cerámica de Talavera, la industria textil y la producción artesanal de vidrio en la región del Valle de Puebla.

En ese tiempo, se dice que las cemitas se preparaban en casa y se rellenaban con papa, frijol y nopal, ya que era mucho más económico que utilizar carne de res o de pollo. Con el tiempo su preparación evolucionó y se le agregaron diferentes elementos que le dan más sabor.

Asimismo, se menciona que el primer establecimiento de venta pública abrió sus puertas en el famoso Mercado de la Victoria, con una nueva receta que incluía pata de res a la vinagreta.

En la actualidad, los principales ingredientes son: quesillo o queso fresco, aguacate, pápalo, chipotles o chiles jalapeños, cebolla, aceite de oliva y puede incluir milanesa de res, carne de pollo o carne de cerdo, chile relleno, pata de puerco en vinagre, jamón, carne enchilada, carnitas o una diversidad de otros elementos como las recientes cemitas de chalupa.

En la ciudad de Puebla existen múltiples restaurantes, fondas y negocios específicos donde se pueden disfrutar; sin duda, entre los lugares más famosos para comerlas son: el Mercado del Carmen, el Mercado de San Baltazar Campeche, el Mercado la Acocota, el Estadio Cuauhtémoc y la Arena Puebla.

Y a ti, ¿qué es lo que más te gusta de las cemitas poblanas? Te invito a dejar tu comentario en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí, con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como dice el dicho popular: “Las penas con pan son buenas” o “las penas con pan son menos”.

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