/ sábado 30 de julio de 2022

Centrales obreras soslayan defensa de la fuerza laboral

Uno que otro Presidente de México y por supuesto varios gobernadores, en sus Informes de Gobierno, suelen presumir que en sus mandatos no hubo ninguna huelga de trabajadores.

Es más, haciendo todo tipo de malabares sindicales, siempre tratan por todos los medios de que no haya huelgas laborales durante sus sexenios.

Desafortunadamente, la Cuarta Transformación no podrá decir lo mismo.

Semanas atrás estalló la huelga en la siderúrgica ArcelorMittal en Michoacán, y Teléfonos de México –TELMEX- no se quedó atrás y el pasado jueves también movió sus banderas rojinegras.

Desde luego que fueron huelgas fugaces. Tales empresas volvieron a la normalidad al siguiente día aunque continúen las discusiones de sindicatos, empresarios y representantes gubernamentales.

Pero desafortunadamente eso que ocurre en las grandes empresas y que afecta a miles de trabajadores, a su nivel, lo tenemos también en las medianas y pequeñas. Ya debían haberlo superado, pero es triste que no puedan librarse de la problemática que afrontan con la fuerza laboral. Son los mismos alegatos de hace muchos ayeres, como reparto de utilidades, incrementos salariales para trabajadores activos y jubilados; prestaciones laborales sobre todo en el área de salud; ocupación de plazas vacantes, condiciones precarias de trabajo, pago de horas extras, en fin, la lista sigue.

Las historias se repiten aunque sin la presencia que había de las Centrales Obreras. Ellas, alguna vez protegieron y defendieron a la clase trabajadora. Es justo reconocerles que en otras épocas lucharon y se vistieron de gloria por las conquistas sindicales que alcanzaron. Pero ya se olvidaron de los trabajadores, no se advierten notable beneficio ni con la reciente Reforma Laboral, que se supone, le aligeraría la carga a la fuerza laboral.

Lo que ocurrió con el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (que tenía 37 años sin huelgas) que fue recibir de inmediato el apoyo de otros gremios sindicales, es una muestra evidente de que los trabajadores en el país, padecen del mismo dolor.

Si las Centrales Obreras no reaccionan, sino persiguen un trato digno y salario justo para la clase trabajadora, si solo les interesa cobrarles cuotas sindicales, entonces, qué futuro le espera a la fuerza laboral que trata de incorporarse a la actividad productiva, y que una buena parte de ella, egresa de las aulas universitarias.

Seguro se encontrará con un ambiente laboral precario, con contratos temporales, sueldos miserables, sin seguro social y largas jornadas de labor sin la justa remuneración.

M E M O R A N D U M 30 %

El que las Centrales Obreras no protejan a los trabajadores, se muestra con claridad con Leobardo Soto, líder de la Confederación de Trabajadores de México -CTM Puebla-.

Él destaca que el Impuesto Sobre la Renta –ISR- que se aplica al salario de los obreros, reduce sus ingresos en un 30%. Por ello emprenderá una cruzada a nivel nacional, para eliminar ese impuesto del que él mismo propuso la iniciativa en la Cámara de Diputados, cuando años atrás fue legislador.

Curiosamente en esa Cámara se detuvo la propuesta, y ya son más años que el ISR grava ingresos de los trabajadores.

Pero como no logró erradicarlo, ahora quiere que lo hagan los diputados actuales.

Dudamos mucho que le obedezcan, pero si lo hacen, que también eliminen el impuesto al aguinaldo de los trabajadores jubilados.

Y si están de humor, que también legislen para que el incremento al salario anual que se fija cada diciembre para trabajadores en activo, igual se autorice para los jubilados desde dicho mes, porque a ellos, se los empiezan a pagar hasta febrero del siguiente año.

joma61@hotmail.com


Uno que otro Presidente de México y por supuesto varios gobernadores, en sus Informes de Gobierno, suelen presumir que en sus mandatos no hubo ninguna huelga de trabajadores.

Es más, haciendo todo tipo de malabares sindicales, siempre tratan por todos los medios de que no haya huelgas laborales durante sus sexenios.

Desafortunadamente, la Cuarta Transformación no podrá decir lo mismo.

Semanas atrás estalló la huelga en la siderúrgica ArcelorMittal en Michoacán, y Teléfonos de México –TELMEX- no se quedó atrás y el pasado jueves también movió sus banderas rojinegras.

Desde luego que fueron huelgas fugaces. Tales empresas volvieron a la normalidad al siguiente día aunque continúen las discusiones de sindicatos, empresarios y representantes gubernamentales.

Pero desafortunadamente eso que ocurre en las grandes empresas y que afecta a miles de trabajadores, a su nivel, lo tenemos también en las medianas y pequeñas. Ya debían haberlo superado, pero es triste que no puedan librarse de la problemática que afrontan con la fuerza laboral. Son los mismos alegatos de hace muchos ayeres, como reparto de utilidades, incrementos salariales para trabajadores activos y jubilados; prestaciones laborales sobre todo en el área de salud; ocupación de plazas vacantes, condiciones precarias de trabajo, pago de horas extras, en fin, la lista sigue.

Las historias se repiten aunque sin la presencia que había de las Centrales Obreras. Ellas, alguna vez protegieron y defendieron a la clase trabajadora. Es justo reconocerles que en otras épocas lucharon y se vistieron de gloria por las conquistas sindicales que alcanzaron. Pero ya se olvidaron de los trabajadores, no se advierten notable beneficio ni con la reciente Reforma Laboral, que se supone, le aligeraría la carga a la fuerza laboral.

Lo que ocurrió con el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (que tenía 37 años sin huelgas) que fue recibir de inmediato el apoyo de otros gremios sindicales, es una muestra evidente de que los trabajadores en el país, padecen del mismo dolor.

Si las Centrales Obreras no reaccionan, sino persiguen un trato digno y salario justo para la clase trabajadora, si solo les interesa cobrarles cuotas sindicales, entonces, qué futuro le espera a la fuerza laboral que trata de incorporarse a la actividad productiva, y que una buena parte de ella, egresa de las aulas universitarias.

Seguro se encontrará con un ambiente laboral precario, con contratos temporales, sueldos miserables, sin seguro social y largas jornadas de labor sin la justa remuneración.

M E M O R A N D U M 30 %

El que las Centrales Obreras no protejan a los trabajadores, se muestra con claridad con Leobardo Soto, líder de la Confederación de Trabajadores de México -CTM Puebla-.

Él destaca que el Impuesto Sobre la Renta –ISR- que se aplica al salario de los obreros, reduce sus ingresos en un 30%. Por ello emprenderá una cruzada a nivel nacional, para eliminar ese impuesto del que él mismo propuso la iniciativa en la Cámara de Diputados, cuando años atrás fue legislador.

Curiosamente en esa Cámara se detuvo la propuesta, y ya son más años que el ISR grava ingresos de los trabajadores.

Pero como no logró erradicarlo, ahora quiere que lo hagan los diputados actuales.

Dudamos mucho que le obedezcan, pero si lo hacen, que también eliminen el impuesto al aguinaldo de los trabajadores jubilados.

Y si están de humor, que también legislen para que el incremento al salario anual que se fija cada diciembre para trabajadores en activo, igual se autorice para los jubilados desde dicho mes, porque a ellos, se los empiezan a pagar hasta febrero del siguiente año.

joma61@hotmail.com