/ miércoles 5 de febrero de 2020

Claudia Rivera, la rival de Biestro

Ni Fernando Manzanilla ni Olivia Salomón. El verdadero obstáculo de Gabriel Biestro para convertirse en candidato de Morena a la presidencia municipal de Puebla, como quieren él y su jefe, se llama Claudia Rivera Vivanco.

La edil en funciones no ha dicho que aspira a repetir en el cargo, pero ha sido cuidadosa en no descartarlo. La última vez que habló al respecto en público expuso que la reelección de los presidentes municipales es un derecho ganado, y que los derechos, cómo no, se deben ejercer.

Las palabras debieron impactar hondo en el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, quien es, hoy por hoy, precandidato único del gobernador Luis Miguel Barbosa a la alcaldía de la capital.

“Sobre el tema de la reelección, todavía es muy adelantado; yo estoy muy concentrada en el trabajo, en la confianza que me ha dado la ciudadanía”, respondió Rivera Vivanco el jueves pasado a los reporteros, esforzándose en eludir el asunto, pero sin expresar el “no” que la amarrara para el futuro.

Inmediatamente después describió el contexto que la alentaría a plantearse la reelección, como quien está próximo a confesar que así lo hará:

“Los procesos de reelección es la primera vez que van a aplicar en muchos municipios. Puebla es uno de ellos. Es decir, es un derecho ganado, un derecho que no luché yo, que lucharon algunas otras personas, y los derechos que se ganan se tienen que ejercer”.

Luego atajó, consciente de que las palabras vertidas podrían desatar la ira y la reprensión de sus rivales, los externos y los internos, que son los peores:

“Pero no es mi prioridad, sino dar resultados. En eso mismo seguiré”.

Que el tema de la reelección no sea su prioridad, como asegura, no significa que no esté en sus planes.

Hasta hace unas semanas, Fernando Manzanilla era el principal inconveniente de Gabriel Biestro para hacerse de la nominación en el partido lopezobradorista, gracias a su permanencia forzada en la Secretaría de Gobernación.

Si bien ya no contaba con ningún grado de confianza en el ánimo de Barbosa, su sola presencia en la dependencia más importante del gabinete alimentaba la percepción en su favor, que lo ubicaba como eventual precandidato de Morena y sus partidos aliados a la alcaldía, y muy a pesar de los deseos del gobernador.

Eso concluyó con su renuncia.

Ahora, aunque diputado federal, tendrá que sortear los resultados de una auditoría que amenaza con impedirle el acceso a cualquier tipo de candidatura en los comicios de 2021.

La secretaria de Economía, Olivia Salomón, no preocupa en el círculo cercano de Biestro.

El presidente del Congreso asume que la empresaria y servidora pública entrará en el tablero de los aspirantes al gobierno municipal de Puebla, por parte de Barbosa, si y solo si él se queda lejos del potencial de voto que se requerirá para ir a una contienda electoral de pronósticos optimistas.

Y como ningún ‘delfín’ del gobierno en turno se asume incapaz de alcanzar la popularidad necesaria para derrotar al osado que se le ponga enfrente, ese escenario, el de colocar a la secretaria de Economía como abanderada emergente, no existe.

Aquí es donde aparece Claudia Rivera, que ya ha probado las mieles del poder, y que querrá prolongar su estadía en el ayuntamiento de Puebla por un periodo más.

La presidenta municipal tiene aliados nacionales que no lo son de Barbosa, que le han dado valor para oponerse a algunas de las sugerencias del gobernador y que le han permitido conducirse con cierta independencia.

Puede ser de los que piensan que los mandatarios emanados de Morena no tendrán libertad absoluta para poner los candidatos que quieran en sus estados, y que pesarán más las opiniones que se emitan desde la dirigencia nacional del partido, con el visto bueno, eso sí, de los sensores electorales de López Obrador.

En ese caso, y si el Movimiento Regeneración Nacional opta por permitir la reelección de sus militantes apostados en el servicio público, Rivera será un dolor de cabeza para Biestro.

Ahora, que pueda ganar de nuevo una elección constitucional, dado su actual y evidente mal desempeño, será otra cosa.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Ni Fernando Manzanilla ni Olivia Salomón. El verdadero obstáculo de Gabriel Biestro para convertirse en candidato de Morena a la presidencia municipal de Puebla, como quieren él y su jefe, se llama Claudia Rivera Vivanco.

La edil en funciones no ha dicho que aspira a repetir en el cargo, pero ha sido cuidadosa en no descartarlo. La última vez que habló al respecto en público expuso que la reelección de los presidentes municipales es un derecho ganado, y que los derechos, cómo no, se deben ejercer.

Las palabras debieron impactar hondo en el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, quien es, hoy por hoy, precandidato único del gobernador Luis Miguel Barbosa a la alcaldía de la capital.

“Sobre el tema de la reelección, todavía es muy adelantado; yo estoy muy concentrada en el trabajo, en la confianza que me ha dado la ciudadanía”, respondió Rivera Vivanco el jueves pasado a los reporteros, esforzándose en eludir el asunto, pero sin expresar el “no” que la amarrara para el futuro.

Inmediatamente después describió el contexto que la alentaría a plantearse la reelección, como quien está próximo a confesar que así lo hará:

“Los procesos de reelección es la primera vez que van a aplicar en muchos municipios. Puebla es uno de ellos. Es decir, es un derecho ganado, un derecho que no luché yo, que lucharon algunas otras personas, y los derechos que se ganan se tienen que ejercer”.

Luego atajó, consciente de que las palabras vertidas podrían desatar la ira y la reprensión de sus rivales, los externos y los internos, que son los peores:

“Pero no es mi prioridad, sino dar resultados. En eso mismo seguiré”.

Que el tema de la reelección no sea su prioridad, como asegura, no significa que no esté en sus planes.

Hasta hace unas semanas, Fernando Manzanilla era el principal inconveniente de Gabriel Biestro para hacerse de la nominación en el partido lopezobradorista, gracias a su permanencia forzada en la Secretaría de Gobernación.

Si bien ya no contaba con ningún grado de confianza en el ánimo de Barbosa, su sola presencia en la dependencia más importante del gabinete alimentaba la percepción en su favor, que lo ubicaba como eventual precandidato de Morena y sus partidos aliados a la alcaldía, y muy a pesar de los deseos del gobernador.

Eso concluyó con su renuncia.

Ahora, aunque diputado federal, tendrá que sortear los resultados de una auditoría que amenaza con impedirle el acceso a cualquier tipo de candidatura en los comicios de 2021.

La secretaria de Economía, Olivia Salomón, no preocupa en el círculo cercano de Biestro.

El presidente del Congreso asume que la empresaria y servidora pública entrará en el tablero de los aspirantes al gobierno municipal de Puebla, por parte de Barbosa, si y solo si él se queda lejos del potencial de voto que se requerirá para ir a una contienda electoral de pronósticos optimistas.

Y como ningún ‘delfín’ del gobierno en turno se asume incapaz de alcanzar la popularidad necesaria para derrotar al osado que se le ponga enfrente, ese escenario, el de colocar a la secretaria de Economía como abanderada emergente, no existe.

Aquí es donde aparece Claudia Rivera, que ya ha probado las mieles del poder, y que querrá prolongar su estadía en el ayuntamiento de Puebla por un periodo más.

La presidenta municipal tiene aliados nacionales que no lo son de Barbosa, que le han dado valor para oponerse a algunas de las sugerencias del gobernador y que le han permitido conducirse con cierta independencia.

Puede ser de los que piensan que los mandatarios emanados de Morena no tendrán libertad absoluta para poner los candidatos que quieran en sus estados, y que pesarán más las opiniones que se emitan desde la dirigencia nacional del partido, con el visto bueno, eso sí, de los sensores electorales de López Obrador.

En ese caso, y si el Movimiento Regeneración Nacional opta por permitir la reelección de sus militantes apostados en el servicio público, Rivera será un dolor de cabeza para Biestro.

Ahora, que pueda ganar de nuevo una elección constitucional, dado su actual y evidente mal desempeño, será otra cosa.

Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx