/ miércoles 27 de febrero de 2019

Claudia Rivera y Miguel Barbosa protagonizan encuentro privado

Luis Miguel Barbosa Huerta y Claudia Rivera Vivanco comenzaron por fin un aparente proceso de reconciliación política.

Después de un largo periodo de desencuentros, que llevó a la presidenta municipal de Puebla a ser considerada una “traidora” en el equipo del aspirante a gobernador, por la supuesta celebración de acuerdos de la entonces candidata con el morenovallismo, los dos personajes sostuvieron un encuentro privado el pasado fin de semana.

En las horas previas a los arranques de precampaña en Morena, Rivera Vivanco fue a la casa que Barbosa tiene habilitada como oficina en la 24 Sur para conversar con él.

La alcaldesa llegó al inmueble el sábado a las 13:00 horas, acompañada de su secretaria general, Liza Aceves López.

Los enterados aseguran que, una vez sentados frente a frente, entre Barbosa y Rivera no hubo reclamos ni reproches, sino una plática cordial en la que se dieron un fuerte apretón de manos, intercambiaron números de teléfono y repasaron algunas anécdotas personales.

Al parecer no hubo pactos ni promesas en este primer acercamiento y quizá no fueron necesarios.

El solo hecho de que Claudia Rivera acudiera al actual epicentro del poder político en el estado es síntoma de su interés por tratar de recomponer la relación personal con el precandidato a gobernador, el más aventajado y el puntero en el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ella fue a la casa del aspirante, no al revés.

Esa fue una deferencia para el nacido en Zinacatepec y una señal de recomposición.

A la mañana siguiente, sin embargo, sorprendió a los colaboradores de Barbosa que la mamá y dos hermanos de la presidenta municipal aparecieran en un mitin de precampaña de Alejandro Armenta Mier.

“¿Qué pasó?”, se preguntaron algunos.

Y se contestaron para sí mismos que Rivera Vivanco había vuelto a seguir una lógica política poco clara, como en el pasado, como la que la había metido en tantos líos.

Como sea, el primer encuentro estaba concretado.


***

El gobernador Guillermo Pacheco Pulido y los integrantes de su gabinete se han encontrado con un señalamiento reiterado cada vez que se entrevistan con los presidentes municipales del estado: “nos heredaron un cochinero”.

No importa quién sea el interlocutor del mandatario, de qué partido provenga y a quién haya sucedido en la administración municipal, la queja es la misma.

Cuando le dicen al gobernador que recibieron “un cochinero”, se refieren a ayuntamientos sin dinero, sin comprobación convincente del manejo de los recursos, sin bienes materiales en buenas condiciones, y peor, en crisis sociales derivadas del alto grado de inseguridad que se ha gestado en los últimos años.

Lo que sigue, después de hallar administraciones en condiciones deplorables, es emprender procesos administrativos en contra de los anteriores alcaldes, hacer una minuciosa revisión de sus cuentas públicas y conducir varios casos hasta las demandas penales.

Ahí tendrán que entrar en acción, y hacer bien su trabajo, el Congreso y la Auditoría Superior del Estado, a cargo de David Villanueva Lomelí.

Esos “cochineros” no deben quedar así, con responsables sin castigo.


***

La dirigencia nacional del PAN no ha resuelto la identidad de quien será su candidato a gobernador o gobernadora en la próxima elección extraordinaria, pero la enorme lista de tiradores que se generó en un principio se ha reducido a solo tres nombres.

Anote como finalistas a Luis Eduardo Paredes Moctezuma, Ana Teresa Aranda Orozco y Guillermo Velázquez Gutiérrez, el presidente municipal de Atlixco que, en caso de resultar favorecido en el proceso interno, tendrá que ausentarse del ayuntamiento a partir de la próxima semana.

Aranda cuenta con el apoyo de los otrora rivales yunquistas de Rafael Moreno Valle, con Rafael Micalco Méndez a la cabeza. Paredes tiene el respaldo de un sector que resalta su estridencia para hacerse notar aun en medio de condiciones adversas, como las actuales. Y Velázquez es el candidato de lo que queda de la nomenclatura morenovallista, que mira en el edil de Atlixco una posibilidad de conservar el poder en el partido.

El lunes se conocerá el nombre del ‘afortunado’.


***

Antes que todos los panistas que usted recuerde en este momento, Luis Ernesto Derbez Bautista fue el primer objetivo de los integrantes del Comité Directivo Estatal del PAN para postular como abanderado a gobernador.

Las dirigencias local y nacional del blanquiazul coincidieron en el rector de la UDLAP como la mejor carta que tenían para encarar la contienda del 2 de junio y así se lo hicieron saber al personaje.

Derbez lo pensó unos días.

Incluso pidió que se citara el viernes 25 de enero a un consejo de notables, al interior de la institución que dirige, para informarles que existía esa posibilidad.

A los pocos días les compartió que había decidido no aceptar la postulación y que seguiría en la universidad.

Luego hizo lo propio con los líderes del PAN, que tuvieron que mirar hacia otros lados para seguir en la búsqueda del candidato.


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Luis Miguel Barbosa Huerta y Claudia Rivera Vivanco comenzaron por fin un aparente proceso de reconciliación política.

Después de un largo periodo de desencuentros, que llevó a la presidenta municipal de Puebla a ser considerada una “traidora” en el equipo del aspirante a gobernador, por la supuesta celebración de acuerdos de la entonces candidata con el morenovallismo, los dos personajes sostuvieron un encuentro privado el pasado fin de semana.

En las horas previas a los arranques de precampaña en Morena, Rivera Vivanco fue a la casa que Barbosa tiene habilitada como oficina en la 24 Sur para conversar con él.

La alcaldesa llegó al inmueble el sábado a las 13:00 horas, acompañada de su secretaria general, Liza Aceves López.

Los enterados aseguran que, una vez sentados frente a frente, entre Barbosa y Rivera no hubo reclamos ni reproches, sino una plática cordial en la que se dieron un fuerte apretón de manos, intercambiaron números de teléfono y repasaron algunas anécdotas personales.

Al parecer no hubo pactos ni promesas en este primer acercamiento y quizá no fueron necesarios.

El solo hecho de que Claudia Rivera acudiera al actual epicentro del poder político en el estado es síntoma de su interés por tratar de recomponer la relación personal con el precandidato a gobernador, el más aventajado y el puntero en el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ella fue a la casa del aspirante, no al revés.

Esa fue una deferencia para el nacido en Zinacatepec y una señal de recomposición.

A la mañana siguiente, sin embargo, sorprendió a los colaboradores de Barbosa que la mamá y dos hermanos de la presidenta municipal aparecieran en un mitin de precampaña de Alejandro Armenta Mier.

“¿Qué pasó?”, se preguntaron algunos.

Y se contestaron para sí mismos que Rivera Vivanco había vuelto a seguir una lógica política poco clara, como en el pasado, como la que la había metido en tantos líos.

Como sea, el primer encuentro estaba concretado.


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El gobernador Guillermo Pacheco Pulido y los integrantes de su gabinete se han encontrado con un señalamiento reiterado cada vez que se entrevistan con los presidentes municipales del estado: “nos heredaron un cochinero”.

No importa quién sea el interlocutor del mandatario, de qué partido provenga y a quién haya sucedido en la administración municipal, la queja es la misma.

Cuando le dicen al gobernador que recibieron “un cochinero”, se refieren a ayuntamientos sin dinero, sin comprobación convincente del manejo de los recursos, sin bienes materiales en buenas condiciones, y peor, en crisis sociales derivadas del alto grado de inseguridad que se ha gestado en los últimos años.

Lo que sigue, después de hallar administraciones en condiciones deplorables, es emprender procesos administrativos en contra de los anteriores alcaldes, hacer una minuciosa revisión de sus cuentas públicas y conducir varios casos hasta las demandas penales.

Ahí tendrán que entrar en acción, y hacer bien su trabajo, el Congreso y la Auditoría Superior del Estado, a cargo de David Villanueva Lomelí.

Esos “cochineros” no deben quedar así, con responsables sin castigo.


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La dirigencia nacional del PAN no ha resuelto la identidad de quien será su candidato a gobernador o gobernadora en la próxima elección extraordinaria, pero la enorme lista de tiradores que se generó en un principio se ha reducido a solo tres nombres.

Anote como finalistas a Luis Eduardo Paredes Moctezuma, Ana Teresa Aranda Orozco y Guillermo Velázquez Gutiérrez, el presidente municipal de Atlixco que, en caso de resultar favorecido en el proceso interno, tendrá que ausentarse del ayuntamiento a partir de la próxima semana.

Aranda cuenta con el apoyo de los otrora rivales yunquistas de Rafael Moreno Valle, con Rafael Micalco Méndez a la cabeza. Paredes tiene el respaldo de un sector que resalta su estridencia para hacerse notar aun en medio de condiciones adversas, como las actuales. Y Velázquez es el candidato de lo que queda de la nomenclatura morenovallista, que mira en el edil de Atlixco una posibilidad de conservar el poder en el partido.

El lunes se conocerá el nombre del ‘afortunado’.


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Antes que todos los panistas que usted recuerde en este momento, Luis Ernesto Derbez Bautista fue el primer objetivo de los integrantes del Comité Directivo Estatal del PAN para postular como abanderado a gobernador.

Las dirigencias local y nacional del blanquiazul coincidieron en el rector de la UDLAP como la mejor carta que tenían para encarar la contienda del 2 de junio y así se lo hicieron saber al personaje.

Derbez lo pensó unos días.

Incluso pidió que se citara el viernes 25 de enero a un consejo de notables, al interior de la institución que dirige, para informarles que existía esa posibilidad.

A los pocos días les compartió que había decidido no aceptar la postulación y que seguiría en la universidad.

Luego hizo lo propio con los líderes del PAN, que tuvieron que mirar hacia otros lados para seguir en la búsqueda del candidato.


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx