/ jueves 14 de junio de 2018

CLT 2018 (Parte 2)

Hoy abordaremos un tema de gran relevancia en la vida diaria de quienes vivimos en Latinoamérica. Se trata del 6º Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones (CLT 2018) que concluye mañana viernes en Cuba.

La semana anterior comentamos sobre este que es considerado el evento anual más importante en América Latina y el Caribe en materia de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y hoy retomaremos un par de temas abordados durante los dos primeros días de trabajos.

Tenemos los mecanismos para expandir la banda ancha en las zonas rurales de América, donde es más difícil hacer llegar la tecnología ya sea por el bajo desarrollo económico o por ser zonas de difícil acceso. Para dimensionar la problemática, alrededor de 100 millones de personas carecen de cobertura de datos en 50 mil localidades.

Este tema fue liderado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la oficina regional de Internet Society (ISOC), así como representantes de empresas globales, quienes coincidieron en que la prioridad ahora es la cobertura universal, la cual se puede lograr creando nuevos modelos comerciales y tecnológicos considerando aspectos sociales, económicos y tecnológicos en cada parte de la región.

No está de más recordar el alto costo social que puede cobrar el rezago en las zonas rurales al no tener acceso a las telecomunicaciones. Una clara advertencia del CLT es que los modelos actuales de operadores tradicionales deben ser complementados con el apoyo a emprendedores de las comunidades para atender las necesidades de las zonas rurales con innovación y la exploración de nuevas opciones de conectividad.

Se visualiza que para el 2027 se cerrará la brecha digital con el apoyo de tecnología satelital, el despliegue de redes mediante incentivos para compartir infraestructura, y una paulatina reducción de la intervención de órganos reguladores.

Otro de los grandes debates entre autoridades y analistas se centró en la importancia de incorporar las TIC a los procesos productivos para generar crecimiento económico en América Latina. Ello implica ampliar la cobertura de servicios y al mismo tiempo analizar el otorgamiento de estímulos fiscales para reducir costos.

Son dos grandes vertientes, ampliar la banda ancha e incorporar las TIC, para lograr la digitalización (infraestructura) y la reducción de la brecha digital (uso de las tecnologías) en las zonas rurales. Un gran pendiente en los países de América Latina es que en la implementación de la infraestructura digital se genere el efecto en las administraciones locales para ofrecer servicios públicos digitales en línea que beneficien al ciudadano.

Una de las reflexiones del CLT es que si no somos capaces de cerrar la brecha digital en 10 años no sólo tendremos sociedades fracturadas, sino que se profundizará la desigualdad social. El crecimiento depende de la productividad y esta del uso de tecnología. Sin duda, algo para llamar la atención de los líderes de los países de América Latina.


Hoy abordaremos un tema de gran relevancia en la vida diaria de quienes vivimos en Latinoamérica. Se trata del 6º Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones (CLT 2018) que concluye mañana viernes en Cuba.

La semana anterior comentamos sobre este que es considerado el evento anual más importante en América Latina y el Caribe en materia de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y hoy retomaremos un par de temas abordados durante los dos primeros días de trabajos.

Tenemos los mecanismos para expandir la banda ancha en las zonas rurales de América, donde es más difícil hacer llegar la tecnología ya sea por el bajo desarrollo económico o por ser zonas de difícil acceso. Para dimensionar la problemática, alrededor de 100 millones de personas carecen de cobertura de datos en 50 mil localidades.

Este tema fue liderado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la oficina regional de Internet Society (ISOC), así como representantes de empresas globales, quienes coincidieron en que la prioridad ahora es la cobertura universal, la cual se puede lograr creando nuevos modelos comerciales y tecnológicos considerando aspectos sociales, económicos y tecnológicos en cada parte de la región.

No está de más recordar el alto costo social que puede cobrar el rezago en las zonas rurales al no tener acceso a las telecomunicaciones. Una clara advertencia del CLT es que los modelos actuales de operadores tradicionales deben ser complementados con el apoyo a emprendedores de las comunidades para atender las necesidades de las zonas rurales con innovación y la exploración de nuevas opciones de conectividad.

Se visualiza que para el 2027 se cerrará la brecha digital con el apoyo de tecnología satelital, el despliegue de redes mediante incentivos para compartir infraestructura, y una paulatina reducción de la intervención de órganos reguladores.

Otro de los grandes debates entre autoridades y analistas se centró en la importancia de incorporar las TIC a los procesos productivos para generar crecimiento económico en América Latina. Ello implica ampliar la cobertura de servicios y al mismo tiempo analizar el otorgamiento de estímulos fiscales para reducir costos.

Son dos grandes vertientes, ampliar la banda ancha e incorporar las TIC, para lograr la digitalización (infraestructura) y la reducción de la brecha digital (uso de las tecnologías) en las zonas rurales. Un gran pendiente en los países de América Latina es que en la implementación de la infraestructura digital se genere el efecto en las administraciones locales para ofrecer servicios públicos digitales en línea que beneficien al ciudadano.

Una de las reflexiones del CLT es que si no somos capaces de cerrar la brecha digital en 10 años no sólo tendremos sociedades fracturadas, sino que se profundizará la desigualdad social. El crecimiento depende de la productividad y esta del uso de tecnología. Sin duda, algo para llamar la atención de los líderes de los países de América Latina.