/ lunes 10 de septiembre de 2018

Comienza el espectáculo circense en el Congreso del Estado

A la par de la disputa pública que morenistas y morenovallistas intensificaron el jueves pasado en redes sociales y conferencias de prensa, los diputados locales electos que lideran a estos dos grupos de poder ya se alistan para pelear en el recinto legislativo.

No se sabe todavía si en sentido figurado o literal, pero de que habrá pelea la habrá.

Los muchachos que encabeza el morenista Gabriel Biestro Medinilla pretenden adueñarse de la Mesa Directiva, que será instalada esta mañana y que lleva como integrantes a un presidente, un vicepresidente, dos secretarios y dos prosecretarios.

Como coalición mayoritaria, que posee 22 de los 41 lugares disponibles en el Congreso, Morena hará uso de sus facultades para tratar de quedarse con los primeros cuatro sitios en importancia de ese órgano de control.

En contraparte, los representantes del morenovallismo han planeado la manera de apropiarse de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, que debe ser integrada por cada una de las bancadas existentes en el pleno, sin importar el tamaño.

Gracias al reglamento interno el PAN y sus partidos aliados se harán de más sillas en la mesa de este órgano que los lopezobradoristas.

Sin el PES en escena, que ha perdido el registro como consecuencia de los resultados en la elección federal, Biestro solo dispondrá de dos lugares: el de Morena y el PT; mientras que Marcelo García Almaguer, del blanquiazul, de cinco: PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, Compromiso por Puebla y Nueva Alianza, sin contar al Verde y al PRI, que en los hechos harán lo que el panismo les dicte.

García Almaguer no podrá definir al presidente de la Junta de Gobierno, que tiene que ser aprobado en el pleno durante la segunda sesión del inicio de cada legislatura, pero tendrá una mayoría que le permitirá causarle algunos dolores de cabeza a Biestro y compañía.

El espectáculo comenzará este día.


***

Ya se supo.

Cuatro de los 22 diputados locales electos que ganaron un lugar en el Congreso del Estado por vía de la coalición Juntos Haremos Historia fueron de los primeros en ser tanteados por la oposición para ver si cambiaban de camiseta.

Se trata de Rafaela Vianey García Romero, del distrito 8, con cabecera en Huejotzingo; Nora Merino Escamilla, del 10, correspondiente al municipio de Puebla; José Miguel Trujillo de Ita, del 12, con sede en Amozoc; y Mónica Lara Chávez, del 17, también de Puebla.

No vaya usted a creer que estos cuatro personajes tienen antecedentes que llevan a dudar de su lealtad frente al lopezobradorismo y que por eso fueron colocados en la mira de los cazadores morenovallistas.

Lo que ocurrió fue que estos diputados electos llegaron a la contienda como candidatos del Partido Encuentro Social y ahora que este instituto perdió su registro se quedaron sin bancada.

De la misma manera que sucedió con los legisladores federales, los locales que eran del PES podrán sumarse a otro partido político.

La lógica dice que se irán a las bancadas de Morena o el PT, los otros dos partidos que conformaron la coalición, pero si así lo quisieran o si los convencieran podrían brincar a la del PAN.

García Romero tuvo que ser descartada desde un principio.

Su condición de consejera estatal de Morena debió colocarla como un objetivo imposible de llevar al bando opositor.

Nora Merino, Miguel Trujillo y Mónica Lara, en cambio, pudieron generar más expectativas debido a la inexistencia de vínculos con el partido de Andrés Manuel López Obrador hasta antes del proceso electoral.

Aun así, ninguno cedió en la primera intentona, para beneplácito de Biestro.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

A la par de la disputa pública que morenistas y morenovallistas intensificaron el jueves pasado en redes sociales y conferencias de prensa, los diputados locales electos que lideran a estos dos grupos de poder ya se alistan para pelear en el recinto legislativo.

No se sabe todavía si en sentido figurado o literal, pero de que habrá pelea la habrá.

Los muchachos que encabeza el morenista Gabriel Biestro Medinilla pretenden adueñarse de la Mesa Directiva, que será instalada esta mañana y que lleva como integrantes a un presidente, un vicepresidente, dos secretarios y dos prosecretarios.

Como coalición mayoritaria, que posee 22 de los 41 lugares disponibles en el Congreso, Morena hará uso de sus facultades para tratar de quedarse con los primeros cuatro sitios en importancia de ese órgano de control.

En contraparte, los representantes del morenovallismo han planeado la manera de apropiarse de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, que debe ser integrada por cada una de las bancadas existentes en el pleno, sin importar el tamaño.

Gracias al reglamento interno el PAN y sus partidos aliados se harán de más sillas en la mesa de este órgano que los lopezobradoristas.

Sin el PES en escena, que ha perdido el registro como consecuencia de los resultados en la elección federal, Biestro solo dispondrá de dos lugares: el de Morena y el PT; mientras que Marcelo García Almaguer, del blanquiazul, de cinco: PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, Compromiso por Puebla y Nueva Alianza, sin contar al Verde y al PRI, que en los hechos harán lo que el panismo les dicte.

García Almaguer no podrá definir al presidente de la Junta de Gobierno, que tiene que ser aprobado en el pleno durante la segunda sesión del inicio de cada legislatura, pero tendrá una mayoría que le permitirá causarle algunos dolores de cabeza a Biestro y compañía.

El espectáculo comenzará este día.


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Ya se supo.

Cuatro de los 22 diputados locales electos que ganaron un lugar en el Congreso del Estado por vía de la coalición Juntos Haremos Historia fueron de los primeros en ser tanteados por la oposición para ver si cambiaban de camiseta.

Se trata de Rafaela Vianey García Romero, del distrito 8, con cabecera en Huejotzingo; Nora Merino Escamilla, del 10, correspondiente al municipio de Puebla; José Miguel Trujillo de Ita, del 12, con sede en Amozoc; y Mónica Lara Chávez, del 17, también de Puebla.

No vaya usted a creer que estos cuatro personajes tienen antecedentes que llevan a dudar de su lealtad frente al lopezobradorismo y que por eso fueron colocados en la mira de los cazadores morenovallistas.

Lo que ocurrió fue que estos diputados electos llegaron a la contienda como candidatos del Partido Encuentro Social y ahora que este instituto perdió su registro se quedaron sin bancada.

De la misma manera que sucedió con los legisladores federales, los locales que eran del PES podrán sumarse a otro partido político.

La lógica dice que se irán a las bancadas de Morena o el PT, los otros dos partidos que conformaron la coalición, pero si así lo quisieran o si los convencieran podrían brincar a la del PAN.

García Romero tuvo que ser descartada desde un principio.

Su condición de consejera estatal de Morena debió colocarla como un objetivo imposible de llevar al bando opositor.

Nora Merino, Miguel Trujillo y Mónica Lara, en cambio, pudieron generar más expectativas debido a la inexistencia de vínculos con el partido de Andrés Manuel López Obrador hasta antes del proceso electoral.

Aun así, ninguno cedió en la primera intentona, para beneplácito de Biestro.


Twitter: @jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx