La concurrencia llegó con el inicio formal del proceso electoral el pasado 7 de septiembre, las precampañas electorales de máximo 60 días empezarán la tercera semana de noviembre, en un proceso complejo por las nuevas implicaciones que se prevén. La instalación de 170 mil casillas electorales para que el 2 de junio de 2024 reciban los votos de aproximadamente 98 millones de electores en la lista nominal, quienes cuentan con credencial para votar vigente, será el despliegue de la democracia participativa más importante en la vida política de los ciudadanos, por ahora.
El primer hecho que hace complejo este proceso es el recorrido de los aspirantes de la 4T a la “Coordinación de Comités para la Defensa de la Cuarta Transformación”, una actividad de partido que exigió un registro previa renuncia a cargos públicos, si los tenían. Por todo el país se pasearon desde el 19 de junio hasta el 27 de agosto, primero eran cuatro y luego se sumaron dos más, que contaron con un financiamiento de cinco millones de pesos cada uno.
¿Qué se hizo en los eventos? Pues promocionar sus personas, en un halo que pretendió no ser mercadotecnia electoral, aunque hubo promocionales y consignas.
Por su parte, el 26 de junio los partidos PRI, PAN y PRD anunciaron la constitución del Frente Amplio por México (FAM), con tres etapas para elegir a su candidato/a: la contienda interna iniciaría con el registro de los aspirantes a la candidatura presidencial el 4 de julio, en medio de un complejo proceso ante un Comité Organizador y una Comisión de Registros; de 33 registros, sólo 13 lograron cumplir los requisitos. Implicó después una consulta ciudadana del 12 de julio al 5 de agosto para que cada aspirante recolectara 150 mil firmas de simpatizantes y militantes de sus partidos, finalmente habría un segundo estudio de opinión del 27 al 30 de agosto, para dar sus resultados definitivos el 3 de septiembre. La tercera etapa se suspendió. El 30 de agosto el FAM anunció que sólo quedaría Xóchitl Gávez y no necesitaba confirmarse lo evidente.
Aquí otra arista de la complejidad que viene: hay zonas que desde ahora no es posible acceder por la presencia del crimen organizado. La implicación de 27 “autodefensas” de La Ruana en el asesinato de Hipólito Mora (29/06/2023), la ubicación de México en el tercer lugar con más asesinatos de defensores de derechos humanos (El Economista, 05/04/2023), después de Colombia y Ucrania, sumado a otras informaciones de inseguridad en suelo nacional, requerirá más que la profesionalización del Instituto Nacional Electoral en la organización del proceso electoral que viene. Sumado a la crisis humanitaria generada por más de 6 millones de migrantes en caravana hacia Estados Unidos, sólo en 2023.
Será entre el 15 y 22 de febrero 2024 el registro de las candidaturas, en disputa está una presidencia de la república,128 senadores: 64 por principio de mayoría relativa, 32 por el principio de representación proporcional y 32 de primera minoría; 300 diputaciones de primera mayoría y 200 por representación proporcional; 9 gobernadores (CdMx y sus 16 alcaldías, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán); en los 32 estados se renovarán sus legislaturas locales además de los ayuntamientos, además de más de 20 mil cargos públicos.
Ya veremos cómo se desplazan las candidatas y la irrupción de Movimiento Ciudadano para romper el voto opositor. Sin duda, un proceso con mucho en juego.
*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías. Mail: margarita_arguelles@hotmail.com