A nadie le cabe duda cuando decimos que nuestro Estado es uno de los más bellos de nuestro país. Un recorrido por todos sus municipios nos da muestra de la cultura, el valor histórico de sus construcciones y de la diversidad de características naturales con las que contamos.
Y entre tantos ambientes diferenciados que encontramos hay una constante, la calidez de todos los poblanos; la gente de nuestro Estado es grande y lo ha demostrado a través de toda nuestra historia, al hacer frente a adversidades tales como la que acabamos de pasar con los sismos del 19 de septiembre del año pasado.
Creo que hasta este momento no hemos tenido la capacidad de leer, de forma correcta, el ejercicio de Gobernanza que la ciudadanía ha dado al organizarse para, mano a mano con el Gobierno, hacer frente a una contingencia como la que vivimos.
Este tipo de acciones me hace pensar que hoy es tiempo de la gente en Puebla porque si bien, nuestro Estado ha tenido una inercia importante que ha permitido mantener una base económica importante, es cierto también que las cosas no son lo que todos quisiéramos en el aspecto social que tiene que ver con el ejercicio de Gobierno.
A últimas fechas hemos escuchado todos que la violencia de genero se ha hecho presente en todo el Estado, que la inseguridad se ha apoderado de algunas zonas, que la pobreza no ha logrado contenerse y que la desigualdad ha crecido. Ningún problema es nuevo pero lo cierto es que, no hemos encontrado la forma de hacer una política eficiente para entregar resultados en el corto, mediano y largo plazo a los ciudadanos.
Los problemas sociales dependen de muchos factores y ahí es donde estamos fallando porque, seguimos considerando que la atención de estos debe ser planificada desde el centro y de manera unilateral, olvidándonos que quienes viven los problemas son los indicados para proponer soluciones, que mejor que quien día a día trata con los problemas para saber que necesita para superarlos.
Es tiempo de que los poblanos tengamos una participación activa en la solución de los problemas que nos acontecen; es tiempo de caminar por nuestro Estado y recoger la perspectiva de cada región para atender necesidades puntuales; es tiempo de mirar a nuestros paisanos de frente y hacer que sientan la confianza de ser parte de un Gobierno y no quedarse con la indiferencia de su gobernante; es tiempo de la gente, que sabe perfectamente en que se ha fallado en cada ejercicio de Gobierno para solucionar su problema; y es tiempo de que la gente tenga certeza de que los temas sociales tendrán solución y se le den resultados.
Los teóricos actuales del Estado han sido claros en que el poder del gobierno debe ser una pirámide invertida donde los políticos dejen la cima de la pirámide para pasar a la base y a eso, es a lo que aspiramos para nuestro Estado.
Es necesario cambiar los paradigmas de gobierno que hasta hoy, es claro, no han funcionado; estoy convencido de que debemos de empezar a generar políticas realistas e incluyentes que pongan al centro a las personas.
En función de cada problema que tengamos, es necesario tener escenarios para su atención y la efectividad de esta, vendrá de la vinculación que tengamos con la sociedad para ejercer Gobierno; es tiempo de estar con la gente por Puebla.