/ miércoles 31 de marzo de 2021

Con la llegada de Biden, México rescatará su soberanía migratoria 

Un inminente estallido migratorio bulle en las fronteras Sur de Estados Unidos y de México, donde están detenidos (de enero a la fecha) con todas sus consecuencias humanitarias y sanitarias, más de doscientos mil migrantes, a consecuencia del cambio de gobierno en la Casa Blanca, y por la política migratoria que impuso, practicó y heredó Donald Trump, de no dejar pasar, contener a los migrantes en las fronteras. Medidas autoritarias que violan los derechos soberanos de México.

Las crecientes columnas de migrantes se siguen y seguirán acumulando diariamente en las aduanas de México y Estados Unidos, por lo que de manera urgente los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador acordaron darle un nuevo giro, rescatar la política migratoria binacional de la “crueldad” y “perversión” con que se distorsionó y manejó por el presidente Trump.

Sin embargo, esta nueva, democrática, humanitaria visión migratoria del presidente Biden de libre derecho de asilo a los migrantes; y la tradicional línea mexicana de libre tránsito a las corrientes migratorias en las fronteras, llevará un tiempo más con las aduanas cerradas, mientras ambos gobiernos acuerdan medidas bilaterales para evitar un desbordamiento, una invasión multitudinaria en ambas fronteras.

La recomendación de las autoridades de ambos países a los migrantes es que no se apresuren, no corran riesgos inútiles, no traten de atravesar las fronteras por los cambios que se avecinan.

Respecto a la “perversión” y “crueldad” con que actuó Donald Trump para cerrar y taponar ambas fronteras, evitar el paso de migrantes a Estados Unidos, hay que recordar obligó al presidente López Obrador a enviar a 25 mil elementos de la guardia nacional a la frontera Sur a impedir el paso a las oleadas multitudinarias de migrantes centroamericanos ansiosos de atravesar el territorio nacional para llegar a Estados Unidos.

El magnate doblegó al gobierno mexicano, le lanzó un ultimátum: o enviaba personal de seguridad a detener a los migrantes, a impedir que pasen hacia Estados Unidos, o le imponía un castigo de un arancel punitivo de 15% a todas las exportaciones nacionales hacia Estados Unidos, lo cual hubiera significado la quiebra de la economía mexicana, una vez que nuestro comercio exterior depende 85% de Estados Unidos.

También obligó a las autoridades mexicanas a hacerse cargo de la estancia y gastos de miles de migrantes durante el tiempo que tramitaban su derecho de asilo en las aduanas sureñas de Estados Unidos. Duros golpes a la soberanía nacional que las autoridades han procurado mantener en bajo perfil por el costo político y electoral.

Ahora que el presidente Joe Biden rescata y reinstala la tradicional política de libre apertura a la migración, el presidente López Obrador rescatará y reinstaurará la proverbial política mexicana de libre tránsito a la migración en sus fronteras.

Recobrará el ejercicio de la soberanía migratoria. Ya no pende sobre la economía nacional la amenaza del arancel trumpista.

El gobierno mexicano está por ahora solidarizado y comprometido con Joe Biden a mantener cerrada la frontera Sur del país, mientras se dialoga y toman acuerdos con los gobiernos del llamado Triángulo Norte de Centroamérica, integrado por Honduras, Guatemala y El Salvador, de donde proceden los flujos migratorios, ya por el ciclón del año pasado, la inseguridad, violencia y ausencia permanente de fuentes de empleos.

La burbuja migratoria nunca va a detenerse. Es un problema que lleva incontables décadas y que se ha hecho incontrolable. Es originado por el subdesarrollo ancestral de los países del Triángulo Rojo. Mucho se ha dicho sobre la necesidad de realizar un gran proyecto de desarrollo conjunto entre México y Estados Unidos para sacar a esos pueblos del atraso y la indigencia ancestral, de la maldita pobreza, retenerlos en sus lugares de origen , evitar sigan siendo lanzados a la migración como primera, única, última opción de proyecto de vida.

Por eso ahora la crisis que se plantea en la Frontera Sur de México donde se encuentran estacionados 31 mil 499 migrantes, y en la frontera Sur de Estados Unidos se localizan178 mil migrantes solicitando asilo, es parte de una cotidiana realidad que no debe sorprendernos , pero cabe el optimismo y la esperanza de que los gobiernos de ambos países le darán una solución humanitaria y generosa, muy diferente a la persecutoria e injusta política trumpista. NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.

Un inminente estallido migratorio bulle en las fronteras Sur de Estados Unidos y de México, donde están detenidos (de enero a la fecha) con todas sus consecuencias humanitarias y sanitarias, más de doscientos mil migrantes, a consecuencia del cambio de gobierno en la Casa Blanca, y por la política migratoria que impuso, practicó y heredó Donald Trump, de no dejar pasar, contener a los migrantes en las fronteras. Medidas autoritarias que violan los derechos soberanos de México.

Las crecientes columnas de migrantes se siguen y seguirán acumulando diariamente en las aduanas de México y Estados Unidos, por lo que de manera urgente los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador acordaron darle un nuevo giro, rescatar la política migratoria binacional de la “crueldad” y “perversión” con que se distorsionó y manejó por el presidente Trump.

Sin embargo, esta nueva, democrática, humanitaria visión migratoria del presidente Biden de libre derecho de asilo a los migrantes; y la tradicional línea mexicana de libre tránsito a las corrientes migratorias en las fronteras, llevará un tiempo más con las aduanas cerradas, mientras ambos gobiernos acuerdan medidas bilaterales para evitar un desbordamiento, una invasión multitudinaria en ambas fronteras.

La recomendación de las autoridades de ambos países a los migrantes es que no se apresuren, no corran riesgos inútiles, no traten de atravesar las fronteras por los cambios que se avecinan.

Respecto a la “perversión” y “crueldad” con que actuó Donald Trump para cerrar y taponar ambas fronteras, evitar el paso de migrantes a Estados Unidos, hay que recordar obligó al presidente López Obrador a enviar a 25 mil elementos de la guardia nacional a la frontera Sur a impedir el paso a las oleadas multitudinarias de migrantes centroamericanos ansiosos de atravesar el territorio nacional para llegar a Estados Unidos.

El magnate doblegó al gobierno mexicano, le lanzó un ultimátum: o enviaba personal de seguridad a detener a los migrantes, a impedir que pasen hacia Estados Unidos, o le imponía un castigo de un arancel punitivo de 15% a todas las exportaciones nacionales hacia Estados Unidos, lo cual hubiera significado la quiebra de la economía mexicana, una vez que nuestro comercio exterior depende 85% de Estados Unidos.

También obligó a las autoridades mexicanas a hacerse cargo de la estancia y gastos de miles de migrantes durante el tiempo que tramitaban su derecho de asilo en las aduanas sureñas de Estados Unidos. Duros golpes a la soberanía nacional que las autoridades han procurado mantener en bajo perfil por el costo político y electoral.

Ahora que el presidente Joe Biden rescata y reinstala la tradicional política de libre apertura a la migración, el presidente López Obrador rescatará y reinstaurará la proverbial política mexicana de libre tránsito a la migración en sus fronteras.

Recobrará el ejercicio de la soberanía migratoria. Ya no pende sobre la economía nacional la amenaza del arancel trumpista.

El gobierno mexicano está por ahora solidarizado y comprometido con Joe Biden a mantener cerrada la frontera Sur del país, mientras se dialoga y toman acuerdos con los gobiernos del llamado Triángulo Norte de Centroamérica, integrado por Honduras, Guatemala y El Salvador, de donde proceden los flujos migratorios, ya por el ciclón del año pasado, la inseguridad, violencia y ausencia permanente de fuentes de empleos.

La burbuja migratoria nunca va a detenerse. Es un problema que lleva incontables décadas y que se ha hecho incontrolable. Es originado por el subdesarrollo ancestral de los países del Triángulo Rojo. Mucho se ha dicho sobre la necesidad de realizar un gran proyecto de desarrollo conjunto entre México y Estados Unidos para sacar a esos pueblos del atraso y la indigencia ancestral, de la maldita pobreza, retenerlos en sus lugares de origen , evitar sigan siendo lanzados a la migración como primera, única, última opción de proyecto de vida.

Por eso ahora la crisis que se plantea en la Frontera Sur de México donde se encuentran estacionados 31 mil 499 migrantes, y en la frontera Sur de Estados Unidos se localizan178 mil migrantes solicitando asilo, es parte de una cotidiana realidad que no debe sorprendernos , pero cabe el optimismo y la esperanza de que los gobiernos de ambos países le darán una solución humanitaria y generosa, muy diferente a la persecutoria e injusta política trumpista. NOS ESCUCHAMOS DIARIAMENTE de 13 a 14 horas en ABC Radio 1280 de AM.