/ domingo 27 de junio de 2021

Conocernos a nosotros mismos

Sin duda, la evolución como seres humanos parte desde un plano individual, hasta llegar a lo colectivo o social. En otras entregas he abordado temas relacionados con educación, filosofía y sentido de vida, como principios orientadores para cada uno de nosotros.

En esta oportunidad, quiero centrarme en la importancia que tiene conocernos a nosotros mismos y la forma en que nos puede ayudar nuestro carácter a hacerle frente a los retos que se nos presentan constantemente.

Para ello, retomo lo que señala la doctora en Psicología Social, Rosa Rabbani, quien establece que en muchas ocasiones se confunde el carácter con el temperamento, según la especialista: El carácter es aquello que definen nuestros rasgos, tanto positivos como negativos.

De acuerdo con Rabbani, la clave está “en conocernos a nosotros mismos”. Conocer nuestras fortalezas y debilidades nos permitirá mejorar la autoestima y ampliar nuestra mirada interior. Fortalecer las “virtudes del carácter” es la llave que nos conduce a forjar una identidad, afianzando las bases de nuestra personalidad.

En este mismo sentido, señala que, Aristóteles y algunos filósofos de la antigüedad señalaban la relevancia de conocerse en lo individual, porque si no nos enfocamos en ese trabajo, estaremos eternamente viviendo con un desconocido en nuestro propio interior.

De igual forma, establece que cuando nosotros nos focalizamos en desarrollar cierto rasgo, como lo pueden ser la paciencia, la perseverancia, la empatía, el perdón o la moderación; cuando ponemos nuestra concentración en el desarrollo de esos rasgos, incluso llegan a cambiar físicamente las estructuras de nuestro cerebro.

La doctora Rabbani comparte 5 estrategias para desarrollar las virtudes que contribuyen a conocernos mejor, a trabajar en la autorrealización y evolucionar como seres humanos:

1. Incorporar las virtudes a nuestra forma de hablar, en nuestra forma de expresarnos y en nuestra forma de interactuar con las personas con las que nos relacionamos; es decir desde lo positivo y lo constructivo.

2. Aprovechar los momentos propicios para el aprendizaje, para trabajar en nosotros mismos y nuestro crecimiento, desde nuestros rasgos personales, nuestras fortalezas y debilidades.

3. Establecer límites y hacerlo de forma clara; los límites forman parte de nuestra vida.

4. Honrar nuestras necesidades interiores, es decir, ser capaces de disfrutar de las expresiones artísticas en cualquiera de sus formas o el contacto con la naturaleza. Reflexionar sobre el significado del sufrimiento o el sentido de la vida. Todos ellos son conceptos que pertenecen a nuestro mundo interior y necesitan ser analizados.

5. Acompañar a las personas que nos lo piden, eso es lo que hacemos las personas cuando nos encontramos ante alguien que está pasando por un mal momento. A veces acompañar es tan sencillo como escuchar con toda la atención de la que seamos capaces.

Estos 5 puntos nos hacen pensar sobre cómo desarrollar ese conocimiento de uno mismo, reconociendo que tenemos comportamientos y actitudes diversas, algunas más positivas y otras menos; así como, la importancia que tiene trabajar en las virtudes y los valores, desde nuestra individualidad, en la familia, en el trabajo y como sociedad.

Y tú, ¿cómo trabajas en conocerte a ti mismo? Te invito a dejar tu mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como mencionó Aristóteles: “El conocimiento de uno mismo es el primer paso para toda sabiduría.”

Facebook: David Villanueva Lomelí

www.davidvillanueva.mx

Sin duda, la evolución como seres humanos parte desde un plano individual, hasta llegar a lo colectivo o social. En otras entregas he abordado temas relacionados con educación, filosofía y sentido de vida, como principios orientadores para cada uno de nosotros.

En esta oportunidad, quiero centrarme en la importancia que tiene conocernos a nosotros mismos y la forma en que nos puede ayudar nuestro carácter a hacerle frente a los retos que se nos presentan constantemente.

Para ello, retomo lo que señala la doctora en Psicología Social, Rosa Rabbani, quien establece que en muchas ocasiones se confunde el carácter con el temperamento, según la especialista: El carácter es aquello que definen nuestros rasgos, tanto positivos como negativos.

De acuerdo con Rabbani, la clave está “en conocernos a nosotros mismos”. Conocer nuestras fortalezas y debilidades nos permitirá mejorar la autoestima y ampliar nuestra mirada interior. Fortalecer las “virtudes del carácter” es la llave que nos conduce a forjar una identidad, afianzando las bases de nuestra personalidad.

En este mismo sentido, señala que, Aristóteles y algunos filósofos de la antigüedad señalaban la relevancia de conocerse en lo individual, porque si no nos enfocamos en ese trabajo, estaremos eternamente viviendo con un desconocido en nuestro propio interior.

De igual forma, establece que cuando nosotros nos focalizamos en desarrollar cierto rasgo, como lo pueden ser la paciencia, la perseverancia, la empatía, el perdón o la moderación; cuando ponemos nuestra concentración en el desarrollo de esos rasgos, incluso llegan a cambiar físicamente las estructuras de nuestro cerebro.

La doctora Rabbani comparte 5 estrategias para desarrollar las virtudes que contribuyen a conocernos mejor, a trabajar en la autorrealización y evolucionar como seres humanos:

1. Incorporar las virtudes a nuestra forma de hablar, en nuestra forma de expresarnos y en nuestra forma de interactuar con las personas con las que nos relacionamos; es decir desde lo positivo y lo constructivo.

2. Aprovechar los momentos propicios para el aprendizaje, para trabajar en nosotros mismos y nuestro crecimiento, desde nuestros rasgos personales, nuestras fortalezas y debilidades.

3. Establecer límites y hacerlo de forma clara; los límites forman parte de nuestra vida.

4. Honrar nuestras necesidades interiores, es decir, ser capaces de disfrutar de las expresiones artísticas en cualquiera de sus formas o el contacto con la naturaleza. Reflexionar sobre el significado del sufrimiento o el sentido de la vida. Todos ellos son conceptos que pertenecen a nuestro mundo interior y necesitan ser analizados.

5. Acompañar a las personas que nos lo piden, eso es lo que hacemos las personas cuando nos encontramos ante alguien que está pasando por un mal momento. A veces acompañar es tan sencillo como escuchar con toda la atención de la que seamos capaces.

Estos 5 puntos nos hacen pensar sobre cómo desarrollar ese conocimiento de uno mismo, reconociendo que tenemos comportamientos y actitudes diversas, algunas más positivas y otras menos; así como, la importancia que tiene trabajar en las virtudes y los valores, desde nuestra individualidad, en la familia, en el trabajo y como sociedad.

Y tú, ¿cómo trabajas en conocerte a ti mismo? Te invito a dejar tu mensaje en mi página de Facebook David Villanueva Lomelí con los Hashtags #Puebla y #VívelaBien.

Como mencionó Aristóteles: “El conocimiento de uno mismo es el primer paso para toda sabiduría.”

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