/ sábado 9 de mayo de 2020

Considerar a la humanidad una plaga es un problema emocional

Ante el confinamiento producido por el covid-19, nos encontramos con un medio ambiente más limpio y la proliferación de diversos animales en más espacios, situación que ha llevado a muchos a afirmar que el ser humano es un mal, situación que debe analizarse con mucho cuidado y ver que, tras esa supuesta conciencia ecologista, quizá solo haya ignorancia y conflictos existenciales.

Hace tiempo estaba viendo una publicación en la que una persona manifestaba que un perro le daba la mayor de las ternuras, a diferencia de la repulsión que le causan los niños. Esta conducta es respetable mientras no afecte los derechos de terceros, sin embargo, hay que analizar esta y otras actitudes porque pueden convertirse en el germen de acciones muy negativas, en ese sentido podemos mencionar al régimen nazi, el cual emitió las primeras leyes de protección animal, pero por otro lado asesinó a 6 millones de judíos.

En primer lugar pienso que el criticar a la raza humana surge de una especie de moda con intenciones pseudo activistas a favor de la naturaleza. También debo mencionar la parcialidad que tienen esos individuos, ya que solo se preocupan por perros, gatos, toros de lidia y otras pocas especies, sin ver por las otros muchos millones de criaturas que existen y aclarando que el burel es el animal más cuidado del mundo.

Desde luego que hay elementos que son condenables en diversas conductas, es más, hemos encontrado episodios en la historia en donde el hombre auténticamente ha sido el “lobo del hombre”, sin embargo, tratar de definir qué el ser humano es algo imposible, ni los mejores intelectuales lo han podido lograr: una persona puede ser lo más noble o lo más ruin, debido a eso es equivocado pensar que tiene una naturaleza bien definida.

Ahora bien, hay teorías hechas por grandes filósofos al respecto, la más notable es la se Arthur Schopenhauer, quien señaló que la vida humana no tiene sentido ni valor, además de que el ser humano había sido la peor equivocación de la naturaleza, pero aun con lo destructivo de la idea, sostiene algún tipo de argumento, lo cual dista mucho de quienes tienen infundadas ideas algo parecidas, ignorantes de conceptos básicos de antropología o filosofía. Buena parte de ellos solo les importa que su pseudo activismo se vea en las redes, pero siguen consumiendo bienes y servicios que afectan la ecología, siendo muy incisivos en cosas que no ayudan en nada al entorno, como la prohibición de las corridas de toros, inclusive llegando a una especie de odio fascistoide que empeora a nuestra sociedad llena de rencor.

Todo esto llega a un problema existencial, es decir, una persona no quiere ser lo que es, eso puede ser la peor tragedia para cualquier individuo, además de una falta de respeto a todos aquellos humanos que lucharon contra el clima, la ignorancia y tantos otros factores durante milenios, buscando el mejoramiento de la especie.

Yo aspiro a ser un humanista y un filántropo, sé que el hombre tiene la capacidad de crear lo más maravilloso y lo más destructivo, considero que las mejores lecciones de bondad y sabiduría no las vamos a encontrar en un perro moviendo la cola, un santo o un dios, sino en nosotros mismos y nuestra capacidad de explotar sustentablemente al planeta, asumiendo que es nuestra casa, teniendo capacidad de crítica, tolerancia y civilidad entre nosotros, solo así y no mediante la misantropía, que siempre ha sido nociva, podremos alcanzar el pleno desarrollo de la especie. Hasta la próxima semana.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Ante el confinamiento producido por el covid-19, nos encontramos con un medio ambiente más limpio y la proliferación de diversos animales en más espacios, situación que ha llevado a muchos a afirmar que el ser humano es un mal, situación que debe analizarse con mucho cuidado y ver que, tras esa supuesta conciencia ecologista, quizá solo haya ignorancia y conflictos existenciales.

Hace tiempo estaba viendo una publicación en la que una persona manifestaba que un perro le daba la mayor de las ternuras, a diferencia de la repulsión que le causan los niños. Esta conducta es respetable mientras no afecte los derechos de terceros, sin embargo, hay que analizar esta y otras actitudes porque pueden convertirse en el germen de acciones muy negativas, en ese sentido podemos mencionar al régimen nazi, el cual emitió las primeras leyes de protección animal, pero por otro lado asesinó a 6 millones de judíos.

En primer lugar pienso que el criticar a la raza humana surge de una especie de moda con intenciones pseudo activistas a favor de la naturaleza. También debo mencionar la parcialidad que tienen esos individuos, ya que solo se preocupan por perros, gatos, toros de lidia y otras pocas especies, sin ver por las otros muchos millones de criaturas que existen y aclarando que el burel es el animal más cuidado del mundo.

Desde luego que hay elementos que son condenables en diversas conductas, es más, hemos encontrado episodios en la historia en donde el hombre auténticamente ha sido el “lobo del hombre”, sin embargo, tratar de definir qué el ser humano es algo imposible, ni los mejores intelectuales lo han podido lograr: una persona puede ser lo más noble o lo más ruin, debido a eso es equivocado pensar que tiene una naturaleza bien definida.

Ahora bien, hay teorías hechas por grandes filósofos al respecto, la más notable es la se Arthur Schopenhauer, quien señaló que la vida humana no tiene sentido ni valor, además de que el ser humano había sido la peor equivocación de la naturaleza, pero aun con lo destructivo de la idea, sostiene algún tipo de argumento, lo cual dista mucho de quienes tienen infundadas ideas algo parecidas, ignorantes de conceptos básicos de antropología o filosofía. Buena parte de ellos solo les importa que su pseudo activismo se vea en las redes, pero siguen consumiendo bienes y servicios que afectan la ecología, siendo muy incisivos en cosas que no ayudan en nada al entorno, como la prohibición de las corridas de toros, inclusive llegando a una especie de odio fascistoide que empeora a nuestra sociedad llena de rencor.

Todo esto llega a un problema existencial, es decir, una persona no quiere ser lo que es, eso puede ser la peor tragedia para cualquier individuo, además de una falta de respeto a todos aquellos humanos que lucharon contra el clima, la ignorancia y tantos otros factores durante milenios, buscando el mejoramiento de la especie.

Yo aspiro a ser un humanista y un filántropo, sé que el hombre tiene la capacidad de crear lo más maravilloso y lo más destructivo, considero que las mejores lecciones de bondad y sabiduría no las vamos a encontrar en un perro moviendo la cola, un santo o un dios, sino en nosotros mismos y nuestra capacidad de explotar sustentablemente al planeta, asumiendo que es nuestra casa, teniendo capacidad de crítica, tolerancia y civilidad entre nosotros, solo así y no mediante la misantropía, que siempre ha sido nociva, podremos alcanzar el pleno desarrollo de la especie. Hasta la próxima semana.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.