/ martes 16 de octubre de 2018

Consulta en turbulencia

Desconozco si usted, amigo(a) lector(a), se sienta capacitado para emitir una opinión sustentada sobre cuál sería la mejor opción para ubicar el nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México.

Al menos en mi caso, haber sido usuario decenas de veces de la central aérea capitalina tanto en vuelos comerciales como privados no me otorga ninguna facultad para expresar una opinión razonada.

Quizá haya quien tenga argumentos técnicos suficientes, pero la inmensa mayoría de los mexicanos desconoce el tema y, por lo tanto, su punto de vista pudiera no tener ningún valor.

Es más, posiblemente millones de ciudadanos no conozcan el aeropuerto y ni siquiera en su vida han tenido ni tendrán la oportunidad de subirse a un avión.

De ahí que surjan las dudas sobre la consulta ciudadana que está promoviendo el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), cuyo partido político logró un triunfo avasallador en la elección del pasado 1 de julio.

Este ejercicio no tendría mayor repercusión excepto porque de ahí dependerá el futuro de la nueva central aérea, con todo lo que conlleva.

Este mismo lunes, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ratificó que el resultado que arroje la consulta sobre el destino del Nuevo Aeropuerto Internacional de México “será vinculante” para su gobierno, lo que significa que de su resultado se tomarán decisiones definitorias a partir del próximo 1 de diciembre.

Rechazó también que dicha consulta pública pudiera tener algún sesgo porque será pagada con dinero de los diputados de Morena y ellos nunca han hecho un fraude.

“Lo más importante es lo que diga la gente, no se tratará de una decisión cupular. Cuando hay convicciones democráticas se respeta la voluntad de los ciudadanos, el fraude electoral no tiene que ver con nosotros, eso tiene que ver con otros", comentó.

La consulta es un hecho: se realizará entre el 25 y el 28 de octubre, para lo cual se instalarán 1,073 mesas de votación en 538 municipios en los 32 estados de la república. Ello significa que podría participar un 82 por ciento de los electores en el país.

Hace días el futuro coordinador de Comunicación Social de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, dio detalles acerca del avance de este ejercicio y presentó la que podrá ser la pregunta que responderán los mexicanos.

“Esto es parte del proceso de democracia participativa, del cambio democrático al que convoca AMLO y de la respuesta del mandato que el 1 de julio dieron los mexicanos para creer en la democracia, en el poder de definir desde la participación los procesos políticos y sociales del país”, aseveró.

La pregunta que aparecerá en la boleta diría lo siguiente:

Dada la saturación del AICM, ¿cuál opción plantea usted que se mejor para el país?

1.- Reacondicionar el actual aeropuerto de la CDMX y el de Toluca y construir 2 pistas en la base aérea de Santa Lucía.

2.- Continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto en Texcoco y dejar el actual aeropuerto de la CDMX.


En la parte trasera de la boleta se resumirán los pros y los contras de las dos propuestas que se plantean, obviamente, desde la perspectiva del Movimiento Regeneración Nacional.

A este respecto cabe destacar que la obra del nuevo aeropuerto tiene actualmente un avance superior al 30 por ciento y que para continuar la obra hacen falta unos 88 mil millones de pesos que, a decir de los constructores, son absolutamente autofinanciables y por lo que no se requieren recursos federales.

Finalmente, entre los opositores a la consulta hay quienes sostienen que es ilegal
porque la Constitución y la Ley Federal de la Consulta Popular precisan que deben ser a convocatoria del Congreso de la Unión, no la puede hacer un ciudadano ni un partido, como es el caso, porque el cómputo lo realizará una asociación civil y porque solo se convoca a una parte de la ciudadanía, la que habita en 538 municipios del país, marginando a los habitantes de otros 2 mil.

Si los partidarios de Morena y de AMLO acudirán a emitir su juicio es fácil saber cuál será el resultado de la consulta, aunque esta no tenga en estricto rigor ningún trasfondo político, sino que más bien se trata de un proyecto de enorme repercusión para el desarrollo del país.

No conviene confundirse y más bien debe ponderarse que México es actualmente el sexto lugar entre los países más visitados del mundo, lo que produce una enorme derrama económica, además de generar empleos para miles de familias mexicanas.

Le vuelvo a inquirir, amigo(a) lector(a): ¿participará en la consulta y a favor de qué?

Desconozco si usted, amigo(a) lector(a), se sienta capacitado para emitir una opinión sustentada sobre cuál sería la mejor opción para ubicar el nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México.

Al menos en mi caso, haber sido usuario decenas de veces de la central aérea capitalina tanto en vuelos comerciales como privados no me otorga ninguna facultad para expresar una opinión razonada.

Quizá haya quien tenga argumentos técnicos suficientes, pero la inmensa mayoría de los mexicanos desconoce el tema y, por lo tanto, su punto de vista pudiera no tener ningún valor.

Es más, posiblemente millones de ciudadanos no conozcan el aeropuerto y ni siquiera en su vida han tenido ni tendrán la oportunidad de subirse a un avión.

De ahí que surjan las dudas sobre la consulta ciudadana que está promoviendo el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), cuyo partido político logró un triunfo avasallador en la elección del pasado 1 de julio.

Este ejercicio no tendría mayor repercusión excepto porque de ahí dependerá el futuro de la nueva central aérea, con todo lo que conlleva.

Este mismo lunes, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ratificó que el resultado que arroje la consulta sobre el destino del Nuevo Aeropuerto Internacional de México “será vinculante” para su gobierno, lo que significa que de su resultado se tomarán decisiones definitorias a partir del próximo 1 de diciembre.

Rechazó también que dicha consulta pública pudiera tener algún sesgo porque será pagada con dinero de los diputados de Morena y ellos nunca han hecho un fraude.

“Lo más importante es lo que diga la gente, no se tratará de una decisión cupular. Cuando hay convicciones democráticas se respeta la voluntad de los ciudadanos, el fraude electoral no tiene que ver con nosotros, eso tiene que ver con otros", comentó.

La consulta es un hecho: se realizará entre el 25 y el 28 de octubre, para lo cual se instalarán 1,073 mesas de votación en 538 municipios en los 32 estados de la república. Ello significa que podría participar un 82 por ciento de los electores en el país.

Hace días el futuro coordinador de Comunicación Social de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, dio detalles acerca del avance de este ejercicio y presentó la que podrá ser la pregunta que responderán los mexicanos.

“Esto es parte del proceso de democracia participativa, del cambio democrático al que convoca AMLO y de la respuesta del mandato que el 1 de julio dieron los mexicanos para creer en la democracia, en el poder de definir desde la participación los procesos políticos y sociales del país”, aseveró.

La pregunta que aparecerá en la boleta diría lo siguiente:

Dada la saturación del AICM, ¿cuál opción plantea usted que se mejor para el país?

1.- Reacondicionar el actual aeropuerto de la CDMX y el de Toluca y construir 2 pistas en la base aérea de Santa Lucía.

2.- Continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto en Texcoco y dejar el actual aeropuerto de la CDMX.


En la parte trasera de la boleta se resumirán los pros y los contras de las dos propuestas que se plantean, obviamente, desde la perspectiva del Movimiento Regeneración Nacional.

A este respecto cabe destacar que la obra del nuevo aeropuerto tiene actualmente un avance superior al 30 por ciento y que para continuar la obra hacen falta unos 88 mil millones de pesos que, a decir de los constructores, son absolutamente autofinanciables y por lo que no se requieren recursos federales.

Finalmente, entre los opositores a la consulta hay quienes sostienen que es ilegal
porque la Constitución y la Ley Federal de la Consulta Popular precisan que deben ser a convocatoria del Congreso de la Unión, no la puede hacer un ciudadano ni un partido, como es el caso, porque el cómputo lo realizará una asociación civil y porque solo se convoca a una parte de la ciudadanía, la que habita en 538 municipios del país, marginando a los habitantes de otros 2 mil.

Si los partidarios de Morena y de AMLO acudirán a emitir su juicio es fácil saber cuál será el resultado de la consulta, aunque esta no tenga en estricto rigor ningún trasfondo político, sino que más bien se trata de un proyecto de enorme repercusión para el desarrollo del país.

No conviene confundirse y más bien debe ponderarse que México es actualmente el sexto lugar entre los países más visitados del mundo, lo que produce una enorme derrama económica, además de generar empleos para miles de familias mexicanas.

Le vuelvo a inquirir, amigo(a) lector(a): ¿participará en la consulta y a favor de qué?