/ viernes 24 de junio de 2022

Continúa al alza la desigualdad social en México

Es claro que, en la medida en que se vulnera la división de poderes, en nuestro país, también se trastoca la legitimidad del Estado, situación que, aunada a la incertidumbre legal, crea un ambiente de bajo crecimiento económico y, al tener una elevada inflación se deteriorará el nivel de vida de la sociedad mexicana.

Situación que se vuelve más compleja, debido a que en todo el territorio nacional se vive en un clima de inseguridad, generado por la violencia, la criminalidad, el narcotráfico y la delincuencia organizada.

Al respecto el clima de inseguridad permanente y la desigualdad provocan un escenario donde lamentablemente aumenta el descontento y la desesperanza, situación que incide de manera negativa, en la población, la cual se refleja en una sociedad molesta, dividida y cada día más empobrecida.

Y sin duda, el principal motivo que genera la desigualdad social en el mundo es la corrupción gubernamental, en especial la de países en vías de desarrollo, debido a que la malversación o desvío de los recursos públicos reduce el impacto social.

La desigualdad en la sociedad representa un serio problema para nuestro país y en la mayor parte del mundo, en México afecta en mayor o menor medida a un poco más del 50% de la población; considerando el coeficiente de Gini, elaborado por el Banco Mundial nos ubica en 0.48, donde 1 es el punto que representa la perfecta desigualdad y 0 es el punto óptimo de igualdad.

Los principales factores que generan esta situación se asocian a la desigualdad salarial y la discriminación laboral; en promedio el 40% de la riqueza la posee el 1% de la población; el ingreso promedio de la clase media se ha visto reducido en 3.2%; y con base en datos que presenta el INEGI, señala que “El ingreso promedio de un mexicano que pertenece al decil X (la población más acaudalada) asciende a 1,853 pesos por día. En contraparte un mexicano del decil I (los más pobres) debe vivir con un ingreso diario de 101 pesos. Esta situación implica que los ingresos entre el estrato socioeconómico más alto y el más bajo pueden ser hasta 18 veces mayores”.

Por otra parte, un factor crítico es el de la educación, donde el 31% de escuelas carecen de acceso a agua potable, 12.8% no cuenta con baños o sanitarios y 11.2% no tienen acceso a energía eléctrica. Y 61.2% de alumnos no cuentan con acceso a un equipo de cómputo y no tienen servicio de internet, lo que pone a los estudiantes de instituciones públicas en desventaja con los de escuelas privadas.

Lamentablemente los bajos niveles de educación y el elevado desempleo hacia los jóvenes, se asocia al incremento en la criminalidad y en diversas regiones son coptados por los carteles de la droga o engrosan las filas del crimen organizado.

El crecimiento demográfico y la escasa información en materia de salud reproductiva se traduce en altas tasas de fecundidad y embarazo precoz, y los movimientos demográficos internos, (abandono del campo para situarse en las ciudades) incrementan la población en situación de pobreza y precariedad.

Por lo antes descrito, la desigualdad social es un problema bastante serio, pues los especialistas en esta materia enfatizan que esta situación disminuye la esperanza de vida de los mexicanos. En síntesis, la desigualdad social representa uno de los principales retos para el gobierno de López Obrador.

El regreso al pasado solo seguirá incrementando la pobreza, provocará mayor deterioro y debilitará el crecimiento económico e incrementará inevitablemente la desigualdad social en nuestro país.

Ante esta realidad es pertinente señalar que el desencanto y enojo social, se acumula y, crecerá si no se gobierna con visión de Estadista; con sensibilidad y empatía; la realidad a la que día a día nos enfrentamos rebasa los otros datos que muestra el ejecutivo federal en cada mañanera.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com

Es claro que, en la medida en que se vulnera la división de poderes, en nuestro país, también se trastoca la legitimidad del Estado, situación que, aunada a la incertidumbre legal, crea un ambiente de bajo crecimiento económico y, al tener una elevada inflación se deteriorará el nivel de vida de la sociedad mexicana.

Situación que se vuelve más compleja, debido a que en todo el territorio nacional se vive en un clima de inseguridad, generado por la violencia, la criminalidad, el narcotráfico y la delincuencia organizada.

Al respecto el clima de inseguridad permanente y la desigualdad provocan un escenario donde lamentablemente aumenta el descontento y la desesperanza, situación que incide de manera negativa, en la población, la cual se refleja en una sociedad molesta, dividida y cada día más empobrecida.

Y sin duda, el principal motivo que genera la desigualdad social en el mundo es la corrupción gubernamental, en especial la de países en vías de desarrollo, debido a que la malversación o desvío de los recursos públicos reduce el impacto social.

La desigualdad en la sociedad representa un serio problema para nuestro país y en la mayor parte del mundo, en México afecta en mayor o menor medida a un poco más del 50% de la población; considerando el coeficiente de Gini, elaborado por el Banco Mundial nos ubica en 0.48, donde 1 es el punto que representa la perfecta desigualdad y 0 es el punto óptimo de igualdad.

Los principales factores que generan esta situación se asocian a la desigualdad salarial y la discriminación laboral; en promedio el 40% de la riqueza la posee el 1% de la población; el ingreso promedio de la clase media se ha visto reducido en 3.2%; y con base en datos que presenta el INEGI, señala que “El ingreso promedio de un mexicano que pertenece al decil X (la población más acaudalada) asciende a 1,853 pesos por día. En contraparte un mexicano del decil I (los más pobres) debe vivir con un ingreso diario de 101 pesos. Esta situación implica que los ingresos entre el estrato socioeconómico más alto y el más bajo pueden ser hasta 18 veces mayores”.

Por otra parte, un factor crítico es el de la educación, donde el 31% de escuelas carecen de acceso a agua potable, 12.8% no cuenta con baños o sanitarios y 11.2% no tienen acceso a energía eléctrica. Y 61.2% de alumnos no cuentan con acceso a un equipo de cómputo y no tienen servicio de internet, lo que pone a los estudiantes de instituciones públicas en desventaja con los de escuelas privadas.

Lamentablemente los bajos niveles de educación y el elevado desempleo hacia los jóvenes, se asocia al incremento en la criminalidad y en diversas regiones son coptados por los carteles de la droga o engrosan las filas del crimen organizado.

El crecimiento demográfico y la escasa información en materia de salud reproductiva se traduce en altas tasas de fecundidad y embarazo precoz, y los movimientos demográficos internos, (abandono del campo para situarse en las ciudades) incrementan la población en situación de pobreza y precariedad.

Por lo antes descrito, la desigualdad social es un problema bastante serio, pues los especialistas en esta materia enfatizan que esta situación disminuye la esperanza de vida de los mexicanos. En síntesis, la desigualdad social representa uno de los principales retos para el gobierno de López Obrador.

El regreso al pasado solo seguirá incrementando la pobreza, provocará mayor deterioro y debilitará el crecimiento económico e incrementará inevitablemente la desigualdad social en nuestro país.

Ante esta realidad es pertinente señalar que el desencanto y enojo social, se acumula y, crecerá si no se gobierna con visión de Estadista; con sensibilidad y empatía; la realidad a la que día a día nos enfrentamos rebasa los otros datos que muestra el ejecutivo federal en cada mañanera.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com