/ viernes 26 de mayo de 2023

¿Costo social?

El incremento en los conflictos sociales en diversos países que, derivado de la desigualdad y la pobreza, el cambio climático, la violencia e inseguridad se refleja en la migración; sumados los conflictos armados, corrupción, entre otros graves y complejos temas, vulneran de manera alarmante a la sociedad en todo el mundo.

El incremento en la pobreza refleja la incapacidad de no tener un nivel mínimo apropiado de vida, donde no pueden cubrirse las necesidades básicas para la alimentación, vivienda digna, servicios de salud, acceso a la educación, etc.

Causas y consecuencias de un problema social, son extensas, generalmente vienen ligadas a la desigualdad, origen étnico, género, edad, la economía, los sistemas sociales y las actitudes culturales. Conflictos y guerras crean pobreza, también la ubicación geográfica, pues los eventos climáticos o desastre naturales como terremotos, tsunamis o sequías lamentablemente inciden en la pobreza.

Al respecto, la ONU, establece que “la Línea Internacional de Pobreza se fijó en 1.90 dólares, es decir; las personas que dependen de esta cifra para su subsistencia diaria viven en extrema pobreza. Se cree que más de 1.300 millones de personas tienen esta dificultad para proveerse de alimentos y refugio”.

Aunado a las transformaciones sociopolíticas, donde los gobiernos van cayendo en crisis política, debido principalmente a que desaparecen instituciones violentando los principios democráticos; convirtiéndose gobiernos oligárquicos cuya meta es mantener o perpetuarse en el poder, olvidando el compromiso que sus electores depositaron, para alcanzar una verdadera transformación social.

Lamentablemente estamos siendo testigos que esta situación se va deformando al tiempo que tanto los militares y élites políticas protegen el mercado ilegal, dominado por narcotraficantes y carteles; corrupción ligada al crimen organizado y al narcotráfico, frena la inversión y en consecuencia el desarrollo económico, situación que ha dañado notablemente a América Central.

Y en esa ruta pareciera ser que, en México transitamos pues el presidente López Obrador trasgrede de manera frecuente el orden constitucional y los ordenamientos que norman el actuar del jefe del Ejecutivo Federal. Lamentable, no solo lo ha hecho con autoridades electorales y sus tribunales, la piñata en turno del presidente es la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Ahora AMLO de manera sistemática asume una postura parecida a la empleada por Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, o a la de Daniel Ortega en Nicaragua, quienes utilizan posturas como la dictadura cubana; en principio ha logrado dividir y enfrentar a los mexicanos.

Su gobierno debería enfocarse en resolver los verdaderos problemas que padecemos todos los mexicanos y no seguir polarizando, cuando transitamos por pobreza, marginación, exclusión social crisis económica, de salud y desabasto de medicamentos, educativa, inseguridad pública y, violencia extrema en gran parte del territorio nacional.

Situación que viene incrementando la presión y el descontento social, que ha escalado más allá de las fronteras, tal es el caso de sus declaraciones en contra del gobierno de Dina Boluarte, la cual no la reconoce como presidenta de Perú, toda vez que no se ha entregado la presidencia de la Alianza del Pacífico, al respecto y por esta postura injerencista, grotesca e insultante, el Congreso Peruano a declarado a AMLO persona non grata.

Como diría el clásico pero que necesidad de enlodar y/o denigrar la investidura presidencial, con sus actuar y proceder afecta la gobernabilidad, daña la democracia y la división de poderes.

Cabría entonces cuestionarnos, si el Ejecutivo Federal esta consiente del daño y la magnitud que podría seguir causando y el costo social presente y futuro que representará. Que al final terminaremos pagando todos los mexicanos.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com

El incremento en los conflictos sociales en diversos países que, derivado de la desigualdad y la pobreza, el cambio climático, la violencia e inseguridad se refleja en la migración; sumados los conflictos armados, corrupción, entre otros graves y complejos temas, vulneran de manera alarmante a la sociedad en todo el mundo.

El incremento en la pobreza refleja la incapacidad de no tener un nivel mínimo apropiado de vida, donde no pueden cubrirse las necesidades básicas para la alimentación, vivienda digna, servicios de salud, acceso a la educación, etc.

Causas y consecuencias de un problema social, son extensas, generalmente vienen ligadas a la desigualdad, origen étnico, género, edad, la economía, los sistemas sociales y las actitudes culturales. Conflictos y guerras crean pobreza, también la ubicación geográfica, pues los eventos climáticos o desastre naturales como terremotos, tsunamis o sequías lamentablemente inciden en la pobreza.

Al respecto, la ONU, establece que “la Línea Internacional de Pobreza se fijó en 1.90 dólares, es decir; las personas que dependen de esta cifra para su subsistencia diaria viven en extrema pobreza. Se cree que más de 1.300 millones de personas tienen esta dificultad para proveerse de alimentos y refugio”.

Aunado a las transformaciones sociopolíticas, donde los gobiernos van cayendo en crisis política, debido principalmente a que desaparecen instituciones violentando los principios democráticos; convirtiéndose gobiernos oligárquicos cuya meta es mantener o perpetuarse en el poder, olvidando el compromiso que sus electores depositaron, para alcanzar una verdadera transformación social.

Lamentablemente estamos siendo testigos que esta situación se va deformando al tiempo que tanto los militares y élites políticas protegen el mercado ilegal, dominado por narcotraficantes y carteles; corrupción ligada al crimen organizado y al narcotráfico, frena la inversión y en consecuencia el desarrollo económico, situación que ha dañado notablemente a América Central.

Y en esa ruta pareciera ser que, en México transitamos pues el presidente López Obrador trasgrede de manera frecuente el orden constitucional y los ordenamientos que norman el actuar del jefe del Ejecutivo Federal. Lamentable, no solo lo ha hecho con autoridades electorales y sus tribunales, la piñata en turno del presidente es la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Ahora AMLO de manera sistemática asume una postura parecida a la empleada por Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, o a la de Daniel Ortega en Nicaragua, quienes utilizan posturas como la dictadura cubana; en principio ha logrado dividir y enfrentar a los mexicanos.

Su gobierno debería enfocarse en resolver los verdaderos problemas que padecemos todos los mexicanos y no seguir polarizando, cuando transitamos por pobreza, marginación, exclusión social crisis económica, de salud y desabasto de medicamentos, educativa, inseguridad pública y, violencia extrema en gran parte del territorio nacional.

Situación que viene incrementando la presión y el descontento social, que ha escalado más allá de las fronteras, tal es el caso de sus declaraciones en contra del gobierno de Dina Boluarte, la cual no la reconoce como presidenta de Perú, toda vez que no se ha entregado la presidencia de la Alianza del Pacífico, al respecto y por esta postura injerencista, grotesca e insultante, el Congreso Peruano a declarado a AMLO persona non grata.

Como diría el clásico pero que necesidad de enlodar y/o denigrar la investidura presidencial, con sus actuar y proceder afecta la gobernabilidad, daña la democracia y la división de poderes.

Cabría entonces cuestionarnos, si el Ejecutivo Federal esta consiente del daño y la magnitud que podría seguir causando y el costo social presente y futuro que representará. Que al final terminaremos pagando todos los mexicanos.

Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com