/ sábado 11 de diciembre de 2021

Crisis inflacionarias, una desgracia que nunca debe volver

Amigo lector, imagina que un día despiertas, vas al súper confiado en los fondos de tu cuenta y al querer comprar te percatas que tu quincena apenas alcanza para unos refrescos. Esto sería una auténtica pesadilla que ya vivimos en nuestro país hace años y que es fuente de innumerables problemas.

Para quienes tienen menos de 30 años no le es familiar el concepto de las diversas crisis que hubo respecto al citado fenómeno económico, el cual consiste en el alza generalizada de precios en cascada, produciendo graves consecuencias. Yo recuerdo muy bien las noticias que hablaban de la inflación y el constante aumento de los costos que ya era parte de la vida cotidiana, es más, esto se tornaba folclórico, para muestra ese álbum denominado “El ritmo de Chicho Che y la crisis”, así como tantas películas de manufactura nacional que aludían al tema.

Sería imposible tener la estadística de todos los productos, es por eso que se toman más en cuenta a los pertenecientes a la canasta básica, los cuales actualmente han subido su precio notablemente.

Hay que señalar que las crisis son inherentes al capitalismo como tal, recordemos el crack de 1929 que azotó las finanzas estadounidenses y las de prácticamente el mundo entero. Muchas personas llegaron inclusive a privarse de la vida al ver que sus ahorros habían perdido su poder adquisitivo de forma absoluta, había grandes filas afuera de las fábricas, esperando poder laborar aunque sea un día, hubo una pobreza terrible que tardó años en ser superada.

Otro ejemplo lo tenemos en Alemania, la llegada de los nacional-socialistas se debió, en alguna medida, por la terrible inflación que sufría esa nación, por ejemplo, un pan costaba medio millón de marcos, inclusive la gente llevaba carritos con dinero al ir al mercado o quemaba los billetes en lugar de madera por lo muy poco que servían estos para comprar mercancías.

Nuestro México sufrió mucho estos problemas durante décadas, situación que también produjo la devaluación del peso respecto al dólar. Si hacemos un poco de historia, nos daremos cuenta que el uso de los centavos era común para comprar mercancías, situación que, hoy en día y en términos reales, es inexistente, recordando el recorte de los tres ceros, bajo la denominación “nuevo peso”, con lo cual se simplificó la compra-venta de mercancías.

Ese diciembre de 1994 fue catastrófico para millones de familias, muchos negocios se fueron para abajo y muchos tuvieron que devolver sus casas o vehículos por no poder pagarlos. Inclusive surgió el movimiento de “El Barzón”, dedicado a defender a quienes habían perdido su hogar debido a los exagerados cobros de las hipotecas. Recordemos que las deudas crecieron substancialmente, situación que desembocó en la creación de las Udis (unidades de inversión) que sirvieron para contribuir al control de la situación.

También esa crisis desembocó en el abuso financiero más grande de la historia: el Fobaproa, cuya función fue salvar a los bancos mediante el otorgamiento de miles de millones de dólares que se convirtieron en deuda pública y que seguiremos pagando por medio siglo más. Teniendo en cuenta esto, resulta un insulto que las comisiones que aplican los bancos mexicanos sean de las más altas del mundo.

A partir del “error de diciembre” fue una prioridad el dar un manejo responsable a las finanzas nacionales, tanto las administraciones priistas, panistas y morenistas han podido cumplir dicho cometido, no de la mejor manera, pero al menos sí de un modo en el que la crisis ha quedado como cosa del pasado.

Efectivamente la inflación tiene factores internos y externos, pero indudablemente una buena política económica es el principal factor para evitarla, para lo cual se debe ser muy cuidadoso con el manejo de los recursos, sin despilfarrarlos, aunque esto resulte muy popular.

Recordemos lo sucedido en Argentina, cuando Juan Domingo Perón acabó con la riqueza de un país que vivía con estándares de primer mundo, para dejar una nación que aún no se puede recuperar debido al populismo de los gobiernos.

La inflación genera pobreza, delincuencia y, en general, problemas sociales graves, es por eso que su control deben ser prioridad para los gobiernos y para los ciudadanos. El gran problema es que a los diversos grupos políticos solo les importa el llegar y conservar el poder; y los ciudadanos les preocupan cosas que pueden resultar muy emotivas, pero que no solucionan los grandes problemas estructurales, como lo es la adopción de perros, con lo cual podemos caer en una nueva crisis.

Sabemos que la recuperación por la crisis del covid no es algo sencillo, pero el alza inflacionaria se debe evitar a toda costa, ya que eso destruye proyectos, ilusiones y patrimonios, como ya lo hemos visto hace décadas. Desgraciadamente en este país vamos cada vez peor, esperemos que la situación actual no trascienda en una gran inflación, porque cuando los problemas le pegan al bolsillo de las personas es cuando la gente se empieza a preocupar y se da cuenta de lo que es verdaderamente importante. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Amigo lector, imagina que un día despiertas, vas al súper confiado en los fondos de tu cuenta y al querer comprar te percatas que tu quincena apenas alcanza para unos refrescos. Esto sería una auténtica pesadilla que ya vivimos en nuestro país hace años y que es fuente de innumerables problemas.

Para quienes tienen menos de 30 años no le es familiar el concepto de las diversas crisis que hubo respecto al citado fenómeno económico, el cual consiste en el alza generalizada de precios en cascada, produciendo graves consecuencias. Yo recuerdo muy bien las noticias que hablaban de la inflación y el constante aumento de los costos que ya era parte de la vida cotidiana, es más, esto se tornaba folclórico, para muestra ese álbum denominado “El ritmo de Chicho Che y la crisis”, así como tantas películas de manufactura nacional que aludían al tema.

Sería imposible tener la estadística de todos los productos, es por eso que se toman más en cuenta a los pertenecientes a la canasta básica, los cuales actualmente han subido su precio notablemente.

Hay que señalar que las crisis son inherentes al capitalismo como tal, recordemos el crack de 1929 que azotó las finanzas estadounidenses y las de prácticamente el mundo entero. Muchas personas llegaron inclusive a privarse de la vida al ver que sus ahorros habían perdido su poder adquisitivo de forma absoluta, había grandes filas afuera de las fábricas, esperando poder laborar aunque sea un día, hubo una pobreza terrible que tardó años en ser superada.

Otro ejemplo lo tenemos en Alemania, la llegada de los nacional-socialistas se debió, en alguna medida, por la terrible inflación que sufría esa nación, por ejemplo, un pan costaba medio millón de marcos, inclusive la gente llevaba carritos con dinero al ir al mercado o quemaba los billetes en lugar de madera por lo muy poco que servían estos para comprar mercancías.

Nuestro México sufrió mucho estos problemas durante décadas, situación que también produjo la devaluación del peso respecto al dólar. Si hacemos un poco de historia, nos daremos cuenta que el uso de los centavos era común para comprar mercancías, situación que, hoy en día y en términos reales, es inexistente, recordando el recorte de los tres ceros, bajo la denominación “nuevo peso”, con lo cual se simplificó la compra-venta de mercancías.

Ese diciembre de 1994 fue catastrófico para millones de familias, muchos negocios se fueron para abajo y muchos tuvieron que devolver sus casas o vehículos por no poder pagarlos. Inclusive surgió el movimiento de “El Barzón”, dedicado a defender a quienes habían perdido su hogar debido a los exagerados cobros de las hipotecas. Recordemos que las deudas crecieron substancialmente, situación que desembocó en la creación de las Udis (unidades de inversión) que sirvieron para contribuir al control de la situación.

También esa crisis desembocó en el abuso financiero más grande de la historia: el Fobaproa, cuya función fue salvar a los bancos mediante el otorgamiento de miles de millones de dólares que se convirtieron en deuda pública y que seguiremos pagando por medio siglo más. Teniendo en cuenta esto, resulta un insulto que las comisiones que aplican los bancos mexicanos sean de las más altas del mundo.

A partir del “error de diciembre” fue una prioridad el dar un manejo responsable a las finanzas nacionales, tanto las administraciones priistas, panistas y morenistas han podido cumplir dicho cometido, no de la mejor manera, pero al menos sí de un modo en el que la crisis ha quedado como cosa del pasado.

Efectivamente la inflación tiene factores internos y externos, pero indudablemente una buena política económica es el principal factor para evitarla, para lo cual se debe ser muy cuidadoso con el manejo de los recursos, sin despilfarrarlos, aunque esto resulte muy popular.

Recordemos lo sucedido en Argentina, cuando Juan Domingo Perón acabó con la riqueza de un país que vivía con estándares de primer mundo, para dejar una nación que aún no se puede recuperar debido al populismo de los gobiernos.

La inflación genera pobreza, delincuencia y, en general, problemas sociales graves, es por eso que su control deben ser prioridad para los gobiernos y para los ciudadanos. El gran problema es que a los diversos grupos políticos solo les importa el llegar y conservar el poder; y los ciudadanos les preocupan cosas que pueden resultar muy emotivas, pero que no solucionan los grandes problemas estructurales, como lo es la adopción de perros, con lo cual podemos caer en una nueva crisis.

Sabemos que la recuperación por la crisis del covid no es algo sencillo, pero el alza inflacionaria se debe evitar a toda costa, ya que eso destruye proyectos, ilusiones y patrimonios, como ya lo hemos visto hace décadas. Desgraciadamente en este país vamos cada vez peor, esperemos que la situación actual no trascienda en una gran inflación, porque cuando los problemas le pegan al bolsillo de las personas es cuando la gente se empieza a preocupar y se da cuenta de lo que es verdaderamente importante. Hasta la próxima.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.