No es la primera vez en que el senador Alejandro Armenta Mier reniega del partido en el que milita; en sus tiempos de priista ya criticaba las decisiones que se tomaban, un tanto para mostrarse ageno de las decisiones y otro para justificar los desaciertos que le pidieran endosar.
Tras perder, por primera vez la gubernatura, en su calidad de dirigente priista, declaró en aquel 2010 que “la arrogancia mató al PRI”. Lo hizo en un acto ante cientos de militantes cuando se despidió de la dirigencia.
Más recientemente, en abril del 2015, cuando iniciaba su campaña como candidato a la diputación federal por el distrito VII, con cabecera en Tepeaca, el aún priista explotó en un mitin porque no llegó a la hora programada la entonces secretaria general del PRI, Ivonne Ortega Pacheco.
“Me hizo un desaire la secretaria general. Estoy muy encabronado con mi partido” expresó Armenta en aquel mitin que decidió iniciar con el reclamo a la segunda integrante del comité ejecutivo nacional del tricolor.
Las referencias vienen a colación porque la semana pasada el senador, ahora militante del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) hizo una suerte de crítica interna sobre el panorama, desde su lectura, poco alentador para sus candidatos y de manera particular sobre la posibilidad de mantener el triunfo en la capital.
Hoy se sabe que estos señalamientos, que finalmente le pegan negativamente a la percepción de su partido, tienen una motivación relacionada con el no pase automático de sus perfiles para ocupar alguna candidatura, pero antes de ir al detalle, recordemos lo dicho por Armenta Hace una semana.
“Cuando hay soberbia, cuando hay apetitos personales, se pone en riesgo una elección; así que los apetitos personales en Puebla están poniendo en riesgo la elección y el triunfo de Morena. Lo digo en un sentido de autocrítica”, primera cita.
“Creo que Morena tiene que buscar la unidad, veo muy fragmentado a Morena en Puebla y eso no le ayuda. Estamos en riesgo de perder las elecciones en la capital y varios municipios y no voy a ser un ingrediente más para la división interna”, segunda cita.
“A mí no me van a poder endosar que contribuí a una posible derrota de Morena, porque si siguen así en la discusión, en buscar justificar sus apetitos internos locales, obviamente Morena está en riesgo”, tercera cita.
Estos señalamientos, que, si bien no particularizan en nombres, autoridades o dirigentes del partido, han sido recibidos en el CEN de Morena como un berrinche discursivo toda vez que el hoy senador pensaba que las candidaturas y puestos de relevancia se repartirían como una suerte de cuotas a quienes juegan una posición de relevancia en el partido.
Cuentan en Morena que el expriísta habría intentado solicitar espacios en automático para personas afines a su grupo, pero, como ya se ha dicho, todos los perfiles deberán de someterse a la encuesta como método para la definición de los candidatos con mayor conocimiento.
Y hasta la próxima.
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