/ miércoles 21 de noviembre de 2018

Tres fechas tentativas para resolver la impugnación

Tres viernes quedan antes del fin de gobierno de José Antonio Gali Fayad: 23 y 30 de noviembre, así como 7 de diciembre.

Por tanto, esos mismos tres viernes restan para conocer el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en torno a la impugnación de los comicios de gobernador que presentó el excandidato de Morena, Luis Miguel Barbosa Huerta.

Ante la imposibilidad de pronosticar con exactitud la resolución que habrán de emitir los magistrados, si procederán a la anulación de la contienda o ratificarán a Martha Erika Alonso Hidalgo como gobernadora electa, lo que queda es tratar de establecer las probables fechas en que concluirá este maratónico episodio poselectoral.

Vayamos por partes.

Gali Fayad estará en Casa Puebla hasta el 13 de diciembre.

Eso obliga a tener nuevo gobernador el 14, ya sea uno definitivo, de seis años, que sería Martha Erika, o uno interino, de solo unos meses, si se anula la elección.

Por eso el plazo fatal para conocer el fallo que mantiene a los poblanos en vilo es el viernes 7.

¿Por qué ese día?

Ahí le va.

El tribunal emite sus resoluciones los viernes.

A principios de semana se tenía previsto que el viernes 23, es decir, pasado mañana, se diera respuesta al recurso de impugnación presentado por el Partido Encuentro Social, que reclama la conservación de su registro.

Eso implicaba que el fallo del caso Puebla se diera hasta el viernes 30 o viernes 7.

Sin embargo, ayer trascendió que este viernes no habrá sesión debido a la ausencia de uno de los siete magistrados, por lo que la fecha esperada se reduce a solo dos opciones.

Aquí es donde entra el cruce de escenarios y el juego de especulaciones.

Si los magistrados quieren terminar el asunto antes de la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador, que será el 1 de diciembre, la definición se concretará el viernes 30 de noviembre.

Si el relevo presidencial no interesa, o si no han definido todavía para esa fecha y requieren más tiempo, el fallo se emitirá el viernes 7 de diciembre.

Fuera de esta lógica con la que han venido sesionando los magistrados de la Sala Superior, podría todavía darse una sesión extraordinaria muy cercana al viernes 14, pero esa es la alternativa menos probable de todas.

Si fuese el 13, por ejemplo, ¿qué haría Martha Erika con solo unas horas para organizar su arribo a Casa Puebla y armar gabinete?

O peor.

En caso de anulación, ¿cómo le haría el Congreso para elegir, también en unas horas, gobernador interino?

Irse hasta el límite posible sería imprudente en cualquiera de los dos escenarios.

Entonces tenemos que los tres viernes se reducen a solo dos: 30 de noviembre y 7 de diciembre.

Haga usted su quiniela.

***

Los habitantes de la ciudad de Puebla parecen sufrir el abandono de la nueva autoridad municipal.

A 36 días de haberse estrenado, el Ayuntamiento de Claudia Rivera Vivanco se observa inmóvil ante las necesidades de la gente.

¿Dónde está la “ciudad incluyente” que promete la frase institucional?

¿Cuándo iniciará la cuarta transformación en la capital del estado?

Esas son preguntas que ahora mismo deben hacerse los electores que le dieron el triunfo a Rivera Vivanco.

Desde que tomó las riendas de la ciudad, por ejemplo, la alcaldesa no ha celebrado un solo acto de gobierno en gira de trabajo por las juntas auxiliares y colonias de la periferia.

Los días pasan y no se percibe de parte del Ayuntamiento ninguna estrategia encaminada a resolver los problemas cotidianos de los poblanos, entre ellos, por supuesto, inseguridad y ambulantaje.

El problema preocupa al interior del equipo de trabajo de la presidenta.

No todos simulan que las cosas marchan bien.

Pero también preocupa entre los liderazgos de Morena, que esperan que algo bueno pase para no desencantar tan pronto a los electores que vieron en ese partido político la esperanza de solución a todos sus males.


***

Era cuestión de días para que los diputados de Morena y los de Rafael Moreno Valle pasaran de los gritos y las mentadas al contacto físico.

Eso sucedió ayer al término de una sesión de trabajo de los integrantes de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.

Usted ya sabe lo que sucedió en la pospelea.

Gracias a los videos subidos a redes sociales pudo ver la cachetada que Gerardo Islas le propinó a Sebastián Pérez Justo, un asesor de Gabriel Biestro que protegía a José Juan Espinosa de la furia de Carlos Alberto Morales.

Lo que no sabe es lo que ocurrió tras bambalinas.

Los de Morena acusaron a los de Moreno Valle y los de Moreno Valle a los de Morena.

¿Qué pasó en realidad?

Ahora le cuento.

El conflicto estalló cuando los legisladores comenzaron a despedirse tras concluir la reunión de la Junta de Gobierno.

José Juan fue más o menos amable con todos, hasta que tuvo de frente a Carlos Morales, diputado de Movimiento Ciudadano.

“Yo no me despido de ti”, le dijo y retiró la mano, dejando con el brazo extendido al expresidente municipal de Huejotzingo, quien durante la sesión ya había padecido las conocidas fanfarronerías del legislador del PT.

Colérico por el desplante, Morales se abalanzó sobre José Juan, lo aventó al escritorio de Biestro y le aplicó un candado a la cabeza.

Así lo tuvo unos segundos, con el presidente de la Mesa Directiva pataleando por debajo, hasta que los demás diputados lo jalaron y retiraron.

Una vez puesto de pie y sin reparo por lo que acababa de suceder, Espinosa volvió a burlarse de aquel.

Testigos del espectáculo afirman que no hubo puñetazos.

Lo que siguió ya es de todos conocido.


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

Tres viernes quedan antes del fin de gobierno de José Antonio Gali Fayad: 23 y 30 de noviembre, así como 7 de diciembre.

Por tanto, esos mismos tres viernes restan para conocer el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en torno a la impugnación de los comicios de gobernador que presentó el excandidato de Morena, Luis Miguel Barbosa Huerta.

Ante la imposibilidad de pronosticar con exactitud la resolución que habrán de emitir los magistrados, si procederán a la anulación de la contienda o ratificarán a Martha Erika Alonso Hidalgo como gobernadora electa, lo que queda es tratar de establecer las probables fechas en que concluirá este maratónico episodio poselectoral.

Vayamos por partes.

Gali Fayad estará en Casa Puebla hasta el 13 de diciembre.

Eso obliga a tener nuevo gobernador el 14, ya sea uno definitivo, de seis años, que sería Martha Erika, o uno interino, de solo unos meses, si se anula la elección.

Por eso el plazo fatal para conocer el fallo que mantiene a los poblanos en vilo es el viernes 7.

¿Por qué ese día?

Ahí le va.

El tribunal emite sus resoluciones los viernes.

A principios de semana se tenía previsto que el viernes 23, es decir, pasado mañana, se diera respuesta al recurso de impugnación presentado por el Partido Encuentro Social, que reclama la conservación de su registro.

Eso implicaba que el fallo del caso Puebla se diera hasta el viernes 30 o viernes 7.

Sin embargo, ayer trascendió que este viernes no habrá sesión debido a la ausencia de uno de los siete magistrados, por lo que la fecha esperada se reduce a solo dos opciones.

Aquí es donde entra el cruce de escenarios y el juego de especulaciones.

Si los magistrados quieren terminar el asunto antes de la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador, que será el 1 de diciembre, la definición se concretará el viernes 30 de noviembre.

Si el relevo presidencial no interesa, o si no han definido todavía para esa fecha y requieren más tiempo, el fallo se emitirá el viernes 7 de diciembre.

Fuera de esta lógica con la que han venido sesionando los magistrados de la Sala Superior, podría todavía darse una sesión extraordinaria muy cercana al viernes 14, pero esa es la alternativa menos probable de todas.

Si fuese el 13, por ejemplo, ¿qué haría Martha Erika con solo unas horas para organizar su arribo a Casa Puebla y armar gabinete?

O peor.

En caso de anulación, ¿cómo le haría el Congreso para elegir, también en unas horas, gobernador interino?

Irse hasta el límite posible sería imprudente en cualquiera de los dos escenarios.

Entonces tenemos que los tres viernes se reducen a solo dos: 30 de noviembre y 7 de diciembre.

Haga usted su quiniela.

***

Los habitantes de la ciudad de Puebla parecen sufrir el abandono de la nueva autoridad municipal.

A 36 días de haberse estrenado, el Ayuntamiento de Claudia Rivera Vivanco se observa inmóvil ante las necesidades de la gente.

¿Dónde está la “ciudad incluyente” que promete la frase institucional?

¿Cuándo iniciará la cuarta transformación en la capital del estado?

Esas son preguntas que ahora mismo deben hacerse los electores que le dieron el triunfo a Rivera Vivanco.

Desde que tomó las riendas de la ciudad, por ejemplo, la alcaldesa no ha celebrado un solo acto de gobierno en gira de trabajo por las juntas auxiliares y colonias de la periferia.

Los días pasan y no se percibe de parte del Ayuntamiento ninguna estrategia encaminada a resolver los problemas cotidianos de los poblanos, entre ellos, por supuesto, inseguridad y ambulantaje.

El problema preocupa al interior del equipo de trabajo de la presidenta.

No todos simulan que las cosas marchan bien.

Pero también preocupa entre los liderazgos de Morena, que esperan que algo bueno pase para no desencantar tan pronto a los electores que vieron en ese partido político la esperanza de solución a todos sus males.


***

Era cuestión de días para que los diputados de Morena y los de Rafael Moreno Valle pasaran de los gritos y las mentadas al contacto físico.

Eso sucedió ayer al término de una sesión de trabajo de los integrantes de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.

Usted ya sabe lo que sucedió en la pospelea.

Gracias a los videos subidos a redes sociales pudo ver la cachetada que Gerardo Islas le propinó a Sebastián Pérez Justo, un asesor de Gabriel Biestro que protegía a José Juan Espinosa de la furia de Carlos Alberto Morales.

Lo que no sabe es lo que ocurrió tras bambalinas.

Los de Morena acusaron a los de Moreno Valle y los de Moreno Valle a los de Morena.

¿Qué pasó en realidad?

Ahora le cuento.

El conflicto estalló cuando los legisladores comenzaron a despedirse tras concluir la reunión de la Junta de Gobierno.

José Juan fue más o menos amable con todos, hasta que tuvo de frente a Carlos Morales, diputado de Movimiento Ciudadano.

“Yo no me despido de ti”, le dijo y retiró la mano, dejando con el brazo extendido al expresidente municipal de Huejotzingo, quien durante la sesión ya había padecido las conocidas fanfarronerías del legislador del PT.

Colérico por el desplante, Morales se abalanzó sobre José Juan, lo aventó al escritorio de Biestro y le aplicó un candado a la cabeza.

Así lo tuvo unos segundos, con el presidente de la Mesa Directiva pataleando por debajo, hasta que los demás diputados lo jalaron y retiraron.

Una vez puesto de pie y sin reparo por lo que acababa de suceder, Espinosa volvió a burlarse de aquel.

Testigos del espectáculo afirman que no hubo puñetazos.

Lo que siguió ya es de todos conocido.


@jorgerdzc

Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx