/ jueves 8 de abril de 2021

Cuiden a los candidatos pero no nos dejen sin policías

Todavía no arrancaban las campañas federales de manera formal y ya se habían cometido 73 crímenes políticos en el país. Garantizar la seguridad de los candidatos será tremendo paquete para las autoridades en todos sus órdenes de gobierno, según se aprecia.

El riesgo de atentado, extorsión, secuestro, intimidación a la familia e incluso de que quemen sus domicilios está latente, lo reconocieron el mismo López Obrador y la secretaria de Seguridad Rosa Icela Rodríguez en la mañanera del lunes.

Su razonamiento tiene lógica. Si los malos lo hicieron antes lo pueden hacer nuevamente hoy que se jugarán 21 mil puestos de elección popular el 6 de junio.

Ni el Presidente ni la titular de seguridad lo dijeron como va, pero se entiende que “sobre advertencia no hay engaño”. La inseguridad agobia igual a Puebla que al país, así lo reporta el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Miremos por encima del hombro.

Los puntos de mayor criminalidad en Puebla son bien conocidos. El triángulo rojo, San Martín Texmelucan, la mixteca y la sierra norte son campeones en esa fama. Organizaciones criminales de giro huachicolero y otros delitos hicieron sus paraísos en esos lugares y gozan de cabal salud.

Seamos realistas van 73 crímenes al día de hoy comparados con los 122 asesinatos de las elecciones del 2018, en el temprano arranque de las federales y a un mes de iniciar las locales, para nada pintan mejor las cosas si se les mide con la misma vara.

El grueso de los candidatos postulados por los partidos políticos son gentes impresentables, con fama pública asociada a la corrupción, cleptomaníacos bien probados, ricachones mal habidos y con amistades muchos de ellos de dudosa honorabilidad.

Digamos que pares de la madre Teresa de Calcuta o del Papa Francisco pues no lo son como para asegurar que no corren ningún riesgo ni le han causado mal a nadie.

En aquellos comicios poblanos del 2018 acontecieron 13 crímenes oficiales. El saldo fue rojo. Se tornó de miedo y zozobra conforme se incrementaba el número de delitos políticos asociados a la campaña.

El entendido estratégico de Gobernación federal con los estados del país, es que los candidatos tendrán seguridad personalizada conforme lo soliciten a las dependencias electorales y de seguridad local.

Sobre el horizonte de las elecciones poblanas pueden aparecer delitos como los ya citados, nada de ello debe descartarse, de ahí que la responsabilidad de las autoridades locales pesará en sus hombros bastante y suficiente.

En un arrojo de sinceridad, anexada al factor de riesgo geográfico y mala fama de muchos de ellos, los partidos políticos tendrían ya que ir solicitando seguridad policiaca para sus “chicos” que disputarán puestos electorales. Veremos pues si los policías alcanzan al Estado sin dejar desprotegida a la comunidad.

Garbanzos de a libra…

*Nos dicen que el Tigre Aguilar Coronado está echado para adelante y animado a dar su zarpazo más letal en el distrito 10. *Aseguran los que saben que la receta para mejorar la salud de Puebla capital es el doctor Alfredo Victoria. *Nos cuentan que las apuestas en San Andrés Cholula comienzan a inclinarse hacia Felipe Sandoval, candidato independiente a la presidencia municipal, pues le ven todas las posibilidades de gane. *Los mal intencionados dicen que los morenistas que impidieron el registro de Claudia Rivera fueron enviados por el caballero Biestro. Ni que fuera capaz.

Todavía no arrancaban las campañas federales de manera formal y ya se habían cometido 73 crímenes políticos en el país. Garantizar la seguridad de los candidatos será tremendo paquete para las autoridades en todos sus órdenes de gobierno, según se aprecia.

El riesgo de atentado, extorsión, secuestro, intimidación a la familia e incluso de que quemen sus domicilios está latente, lo reconocieron el mismo López Obrador y la secretaria de Seguridad Rosa Icela Rodríguez en la mañanera del lunes.

Su razonamiento tiene lógica. Si los malos lo hicieron antes lo pueden hacer nuevamente hoy que se jugarán 21 mil puestos de elección popular el 6 de junio.

Ni el Presidente ni la titular de seguridad lo dijeron como va, pero se entiende que “sobre advertencia no hay engaño”. La inseguridad agobia igual a Puebla que al país, así lo reporta el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Miremos por encima del hombro.

Los puntos de mayor criminalidad en Puebla son bien conocidos. El triángulo rojo, San Martín Texmelucan, la mixteca y la sierra norte son campeones en esa fama. Organizaciones criminales de giro huachicolero y otros delitos hicieron sus paraísos en esos lugares y gozan de cabal salud.

Seamos realistas van 73 crímenes al día de hoy comparados con los 122 asesinatos de las elecciones del 2018, en el temprano arranque de las federales y a un mes de iniciar las locales, para nada pintan mejor las cosas si se les mide con la misma vara.

El grueso de los candidatos postulados por los partidos políticos son gentes impresentables, con fama pública asociada a la corrupción, cleptomaníacos bien probados, ricachones mal habidos y con amistades muchos de ellos de dudosa honorabilidad.

Digamos que pares de la madre Teresa de Calcuta o del Papa Francisco pues no lo son como para asegurar que no corren ningún riesgo ni le han causado mal a nadie.

En aquellos comicios poblanos del 2018 acontecieron 13 crímenes oficiales. El saldo fue rojo. Se tornó de miedo y zozobra conforme se incrementaba el número de delitos políticos asociados a la campaña.

El entendido estratégico de Gobernación federal con los estados del país, es que los candidatos tendrán seguridad personalizada conforme lo soliciten a las dependencias electorales y de seguridad local.

Sobre el horizonte de las elecciones poblanas pueden aparecer delitos como los ya citados, nada de ello debe descartarse, de ahí que la responsabilidad de las autoridades locales pesará en sus hombros bastante y suficiente.

En un arrojo de sinceridad, anexada al factor de riesgo geográfico y mala fama de muchos de ellos, los partidos políticos tendrían ya que ir solicitando seguridad policiaca para sus “chicos” que disputarán puestos electorales. Veremos pues si los policías alcanzan al Estado sin dejar desprotegida a la comunidad.

Garbanzos de a libra…

*Nos dicen que el Tigre Aguilar Coronado está echado para adelante y animado a dar su zarpazo más letal en el distrito 10. *Aseguran los que saben que la receta para mejorar la salud de Puebla capital es el doctor Alfredo Victoria. *Nos cuentan que las apuestas en San Andrés Cholula comienzan a inclinarse hacia Felipe Sandoval, candidato independiente a la presidencia municipal, pues le ven todas las posibilidades de gane. *Los mal intencionados dicen que los morenistas que impidieron el registro de Claudia Rivera fueron enviados por el caballero Biestro. Ni que fuera capaz.