/ martes 13 de agosto de 2024

Cúpula / Aquino Limón: operador nacional de la 4T

Los hechos estuvieron fuera de control. Dos de las principales arterias del país estuvieron bloqueadas por cerca de 40 horas. La autopista México – Puebla que es la principal vía del centro hacia el sureste quedó paralizada, al igual que el Arco Norte.

Las pérdidas de transportistas fueron descomunales; el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) calcula que el costo fue de mil 214 millones de pesos. Cientos de camiones quedaron detenidos y otros tantos tuvieron que buscar vías alternas. El daño humano fue desgarrador; personas enfermas o de la tercera edad quedaron varadas en condiciones lamentables.

El tema de fondo fueron las protestas de ejidatarios que reclaman el pago de sus terrenos. En algunos casos se trata de añejos adeudos que reactivaron para generar el mayor daño posible.

En un primer momento el Secretario de Gobernación Javier Aquino Limón declaró que se trataba de un tema del ámbito federal, sin embargo pocas horas después tuvo que entrar en calidad de bateador emergente a resolver una crisis que no tuvo precedente en los años recientes.

De acuerdo a sus propias palabras Aquino fue encomendado por el presidente López Obrador y por la Secretaria de Gobernación federal Luisa María Alcalde para atender el asunto. En sus oficinas convocó a las partes inconformes; los conminó a llegar a un acuerdo para desbloquear las carreteras a la brevedad.

Las negociaciones iniciaron a las 22 horas del viernes 9 de agosto y terminaron la mañana del sábado 10. Fue toda una noche de labor de convencimiento.

El titular de Gobernación se ratificó como el mejor operador que ha tenido la dependencia en los últimos años. Tal vez el más eficiente en una administración poblana. Desactivar esa bomba de tiempo en Santa Rita Tlahuapan fue una demostración de su capacidad.

Aquino jamás amagó con usar la fuerza pública; tampoco intentó amedrentar a los ejidatarios. Fueron horas de labor de convencimiento y negociación para llegar a un acuerdo que se vio reflejado la mañana del sábado 10 de agosto.

Es evidente que Javier Aquino no solo es un hábil funcionario del gobernador Sergio Salomón; estos hechos lo mostraron como un operador nacional de la 4T. De manera oficial se sabe que habrá de ocupar la Secretaría estatal del Bienestar en el próximo sexenio, pero bien podría hacerse cargo de una dependencia en el gabinete federal.

La futura presidenta necesita de operadores que sepan conducir situaciones de crisis sin caer en la tentación del autoritarismo o la represión. La solución al conflicto carretero mostró a Aquino Limón como un negociador en temas que van más allá de la esfera local.

Sobre el huésped de Casa Aguayo ya hemos abundado en el pasado. Se trata de un funcionario con una especial sensibilidad social. Ante los hechos atroces que hemos visto en meses recientes Aquino se conduele, se muestra afectado por tragedias que sacuden a la entidad.

Una de las conclusiones de esta columna es muy simple: si no fuera por la intervención y mediación del funcionario poblano, el bloqueo continuaría en la autopista y en el Arco Norte.

Fue el único responsable de desactivar una crisis que amenazaba con desbordarse porque algunos grupos de traileros ya se organizaban para pasar sobre el bloqueo al costo que fuera. En un arrebato pudo ocurrir una tragedia en el lugar.

Afortunadamente Puebla cuenta con un operador político que en una noche desactivó una crisis nacional.

Como siempre quedo a sus órdenes.

X @CupulaPuebla

cupula99@yahoo.com




Los hechos estuvieron fuera de control. Dos de las principales arterias del país estuvieron bloqueadas por cerca de 40 horas. La autopista México – Puebla que es la principal vía del centro hacia el sureste quedó paralizada, al igual que el Arco Norte.

Las pérdidas de transportistas fueron descomunales; el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) calcula que el costo fue de mil 214 millones de pesos. Cientos de camiones quedaron detenidos y otros tantos tuvieron que buscar vías alternas. El daño humano fue desgarrador; personas enfermas o de la tercera edad quedaron varadas en condiciones lamentables.

El tema de fondo fueron las protestas de ejidatarios que reclaman el pago de sus terrenos. En algunos casos se trata de añejos adeudos que reactivaron para generar el mayor daño posible.

En un primer momento el Secretario de Gobernación Javier Aquino Limón declaró que se trataba de un tema del ámbito federal, sin embargo pocas horas después tuvo que entrar en calidad de bateador emergente a resolver una crisis que no tuvo precedente en los años recientes.

De acuerdo a sus propias palabras Aquino fue encomendado por el presidente López Obrador y por la Secretaria de Gobernación federal Luisa María Alcalde para atender el asunto. En sus oficinas convocó a las partes inconformes; los conminó a llegar a un acuerdo para desbloquear las carreteras a la brevedad.

Las negociaciones iniciaron a las 22 horas del viernes 9 de agosto y terminaron la mañana del sábado 10. Fue toda una noche de labor de convencimiento.

El titular de Gobernación se ratificó como el mejor operador que ha tenido la dependencia en los últimos años. Tal vez el más eficiente en una administración poblana. Desactivar esa bomba de tiempo en Santa Rita Tlahuapan fue una demostración de su capacidad.

Aquino jamás amagó con usar la fuerza pública; tampoco intentó amedrentar a los ejidatarios. Fueron horas de labor de convencimiento y negociación para llegar a un acuerdo que se vio reflejado la mañana del sábado 10 de agosto.

Es evidente que Javier Aquino no solo es un hábil funcionario del gobernador Sergio Salomón; estos hechos lo mostraron como un operador nacional de la 4T. De manera oficial se sabe que habrá de ocupar la Secretaría estatal del Bienestar en el próximo sexenio, pero bien podría hacerse cargo de una dependencia en el gabinete federal.

La futura presidenta necesita de operadores que sepan conducir situaciones de crisis sin caer en la tentación del autoritarismo o la represión. La solución al conflicto carretero mostró a Aquino Limón como un negociador en temas que van más allá de la esfera local.

Sobre el huésped de Casa Aguayo ya hemos abundado en el pasado. Se trata de un funcionario con una especial sensibilidad social. Ante los hechos atroces que hemos visto en meses recientes Aquino se conduele, se muestra afectado por tragedias que sacuden a la entidad.

Una de las conclusiones de esta columna es muy simple: si no fuera por la intervención y mediación del funcionario poblano, el bloqueo continuaría en la autopista y en el Arco Norte.

Fue el único responsable de desactivar una crisis que amenazaba con desbordarse porque algunos grupos de traileros ya se organizaban para pasar sobre el bloqueo al costo que fuera. En un arrebato pudo ocurrir una tragedia en el lugar.

Afortunadamente Puebla cuenta con un operador político que en una noche desactivó una crisis nacional.

Como siempre quedo a sus órdenes.

X @CupulaPuebla

cupula99@yahoo.com