/ sábado 26 de febrero de 2022

De Poder a Poder | ¡Cuidado! Prepotencia panista podría poner en riesgo la alianza PAN-PRI para la gubernatura

El PAN podría poner en riesgo desde ahora la posible alianza con el PRI para la gubernatura del 2024. Esto ante la prepotencia y falta de oficio político de la presidenta del Comité Estatal Augusta Valentina Díaz de Rivera, quien ninguneó al tricolor señalando en reciente entrevista que no le ve candidatos del tricolor para dicha posición. Esto pese a que sabe muy bien que ni el voto duro blanquiazul (calculado en 500 mil sufragios) ni el del PRI, (con una cantidad cercana), les alcanzan para ir solos y lograr la recuperación de Casa Puebla, por lo que solo juntos podrían lograr este objetivo.

No es descalificando o colocando como segundón a su más importante partido aliado, como logrará nuevamente la alianza que en caso de no llevarse a cabo, abriría la brecha para que el PRI pudiera ir junto con MORENA (oficial o extraoficialmente, pero con garantía de varias posiciones), ayudando a inclinar la balanza para que sea este Movimiento el que se lleve otra vez la joya de la corona en la entidad.

Si como se vaticina, la luna de miel entre PRI-PAN podría continuar, los golpes debajo de la mesa especialmente en contra del PRI deben evitarse, sobre todo mediáticamente. En fecha reciente, la nueva presidenta del blanquiazul en una entrevista aludió a la pobreza de candidatos en el tricolor, aplaudiendo a la vez que Alejandro Moreno, presidente del CEN del PRI le viera tantas cualidades al actual alcalde de nuestra capital Eduardo Rivera Pérez como candidato a la gubernatura.

No obstante reconoció que la lucha por dicha posición se ve complicada ya que la base del PAN es insuficiente para ganar, y que por ello se necesita la alianza para recuperar casa Aguayo. Y sí, es una realidad, la situación precaria políticamente hablando, por la que atraviesa el PRI, pero requieren de él, y no es con desdén como lograrán una buena o mejor relación, así que este tipo de expresiones en poco viene a contribuir a una buena alianza, ya que si el tricolor reconoce que las humillaciones empiezan temprano, y que podrían escalar en el futuro, su unión se podría complicar, y ello en definitiva no le conviene al PAN, idea con la que sin duda comulga el líder nacional Marko Cortés quien en su visita a Puebla, dejó abierta la posibilidad de concretar esa coalición que los ayudaría a recuperar el gobierno del estado.

Hasta el momento Néstor Camarillo no ha hecho ningún comentario público sobre los dichos de la presidenta estatal del PAN quien innecesariamente califica ya al PRI como partido de segunda, (aunque no lo señale literalmente), demostrando así poco oficio político con este tipo de declaraciones. Así qué, si desde ahora Augusta Valentina pone muy por encima del tricolor a azules como Ana Teresa Aranda, Humberto Aguilar Coronado y Mario Riestra Piña, a los que solo los ve parcialmente, ya que ninguno de ellos podría ganar la gubernatura. Su capital político, según encuestas no les alcanza. Aunque este no es el caso del alcalde Eduardo Rivera Pérez, a quien en esta semana el presidente del azul Marko Cortés, siguió mencionando como una de sus cartas fuertes, quizá porque por lo visto es su única alternativa segura, o por lo menos eso parece.

¿EL PRI YA RINDIÓ LA PLAZA?

El permitir sin ningún extrañamiento, que la panista exprese que no ve a nadie del PRI como candidato desde ahora, o sea que lo da por muerto porque el único que tiene buenos aspirantes es el blanquiazul, es como darle la razón y aceptar que como partido el tricolor ya rindió la plaza. Esto podría influir en el imaginario de la clase política, desilusionando además a los poblanos que aún tienen fe en que el instituto por el que continúan votando, -aunque ya ocupe el tercer lugar como fuerza política en el estado-, podría luchar por recobrar parte del poder perdido.

¿Qué dirán personajes como Jorge Estefan, Blanca Alcalá, Enrique Dóger, y todos los que aún creen tener posibilidades de competir por la gubernatura, la presidencia municipal u otros cargos, si desde ahora están descalificados por el partido en posible alianza con el suyo?, pues se dice precisamente, que la coalición entre el PAN y el PRI y la colita que representa el PRD podría repetirse. ¿Se mantendrá si el blanquiazul presume superioridad, como lo hizo Valentina, pese a que su voto cautivo es insuficiente, y continúa con presunciones prematuras?

MORENA LE HACE “GUIÑOS” AL PRI

Y precisamente por dichos desencuentros que aún hasta el momento quizá son superables aunque cuenten mucho, es que el grupo de MORENA que sirve a los intereses del gobernador se frota las manos en espera de que en un tiempo no lejano, se pueda tener una ruptura entre el PRI y el PAN, ante la posibilidad de que alguno de ellos no acepte al candidato del otro y menos imposiciones. Esta podría ser la base para una alianza (inclusive hasta en lo obscurito), en la que sin duda el tricolor podría ser también el que inclinara la balanza a favor del morenismo. Así que será el PRI el que tomando en cuenta su verdadero valor, exija a los partidos “amigos” respeto. Sin duda el que pueda dárselo y también el que lo considere más conveniente para sus fines, será el que logre que el tricolor vaya junto con él en unas elecciones que se ven difíciles.

Antes de que Augusta Valentina abra innecesariamente y de manera temprana nuevos frentes, deberá consolidar su posición como dirigente en su propio partido. Aunque al parecer por el momento logró el apoyo de la dirigencia nacional, aún está muy lejos de alcanzar la unidad interna, tan necesaria para los triunfos a los que el PAN aspira para el 2024. Las divisiones mostradas durante la reciente visita de Marko Cortés en la que éste dio la orden de “buscar equilibrios y la inclusión”, están muy lejos de ser superadas por lo menos en el futuro cercano, como lo demostró el grupo de moreno vallistas en decadencia que encabeza Genoveva Huerta, quien poniéndose de tapete ante la secretaria general Cecilia Patrón Laviada, quiere seguir conservando el escaso poder que aún le queda. Esto último será imposible, si se logra la reconciliación entre grupos en el blanquiazul, que por cierto sigue viéndose muy lejana.

gelosgar@hotmail.com


El PAN podría poner en riesgo desde ahora la posible alianza con el PRI para la gubernatura del 2024. Esto ante la prepotencia y falta de oficio político de la presidenta del Comité Estatal Augusta Valentina Díaz de Rivera, quien ninguneó al tricolor señalando en reciente entrevista que no le ve candidatos del tricolor para dicha posición. Esto pese a que sabe muy bien que ni el voto duro blanquiazul (calculado en 500 mil sufragios) ni el del PRI, (con una cantidad cercana), les alcanzan para ir solos y lograr la recuperación de Casa Puebla, por lo que solo juntos podrían lograr este objetivo.

No es descalificando o colocando como segundón a su más importante partido aliado, como logrará nuevamente la alianza que en caso de no llevarse a cabo, abriría la brecha para que el PRI pudiera ir junto con MORENA (oficial o extraoficialmente, pero con garantía de varias posiciones), ayudando a inclinar la balanza para que sea este Movimiento el que se lleve otra vez la joya de la corona en la entidad.

Si como se vaticina, la luna de miel entre PRI-PAN podría continuar, los golpes debajo de la mesa especialmente en contra del PRI deben evitarse, sobre todo mediáticamente. En fecha reciente, la nueva presidenta del blanquiazul en una entrevista aludió a la pobreza de candidatos en el tricolor, aplaudiendo a la vez que Alejandro Moreno, presidente del CEN del PRI le viera tantas cualidades al actual alcalde de nuestra capital Eduardo Rivera Pérez como candidato a la gubernatura.

No obstante reconoció que la lucha por dicha posición se ve complicada ya que la base del PAN es insuficiente para ganar, y que por ello se necesita la alianza para recuperar casa Aguayo. Y sí, es una realidad, la situación precaria políticamente hablando, por la que atraviesa el PRI, pero requieren de él, y no es con desdén como lograrán una buena o mejor relación, así que este tipo de expresiones en poco viene a contribuir a una buena alianza, ya que si el tricolor reconoce que las humillaciones empiezan temprano, y que podrían escalar en el futuro, su unión se podría complicar, y ello en definitiva no le conviene al PAN, idea con la que sin duda comulga el líder nacional Marko Cortés quien en su visita a Puebla, dejó abierta la posibilidad de concretar esa coalición que los ayudaría a recuperar el gobierno del estado.

Hasta el momento Néstor Camarillo no ha hecho ningún comentario público sobre los dichos de la presidenta estatal del PAN quien innecesariamente califica ya al PRI como partido de segunda, (aunque no lo señale literalmente), demostrando así poco oficio político con este tipo de declaraciones. Así qué, si desde ahora Augusta Valentina pone muy por encima del tricolor a azules como Ana Teresa Aranda, Humberto Aguilar Coronado y Mario Riestra Piña, a los que solo los ve parcialmente, ya que ninguno de ellos podría ganar la gubernatura. Su capital político, según encuestas no les alcanza. Aunque este no es el caso del alcalde Eduardo Rivera Pérez, a quien en esta semana el presidente del azul Marko Cortés, siguió mencionando como una de sus cartas fuertes, quizá porque por lo visto es su única alternativa segura, o por lo menos eso parece.

¿EL PRI YA RINDIÓ LA PLAZA?

El permitir sin ningún extrañamiento, que la panista exprese que no ve a nadie del PRI como candidato desde ahora, o sea que lo da por muerto porque el único que tiene buenos aspirantes es el blanquiazul, es como darle la razón y aceptar que como partido el tricolor ya rindió la plaza. Esto podría influir en el imaginario de la clase política, desilusionando además a los poblanos que aún tienen fe en que el instituto por el que continúan votando, -aunque ya ocupe el tercer lugar como fuerza política en el estado-, podría luchar por recobrar parte del poder perdido.

¿Qué dirán personajes como Jorge Estefan, Blanca Alcalá, Enrique Dóger, y todos los que aún creen tener posibilidades de competir por la gubernatura, la presidencia municipal u otros cargos, si desde ahora están descalificados por el partido en posible alianza con el suyo?, pues se dice precisamente, que la coalición entre el PAN y el PRI y la colita que representa el PRD podría repetirse. ¿Se mantendrá si el blanquiazul presume superioridad, como lo hizo Valentina, pese a que su voto cautivo es insuficiente, y continúa con presunciones prematuras?

MORENA LE HACE “GUIÑOS” AL PRI

Y precisamente por dichos desencuentros que aún hasta el momento quizá son superables aunque cuenten mucho, es que el grupo de MORENA que sirve a los intereses del gobernador se frota las manos en espera de que en un tiempo no lejano, se pueda tener una ruptura entre el PRI y el PAN, ante la posibilidad de que alguno de ellos no acepte al candidato del otro y menos imposiciones. Esta podría ser la base para una alianza (inclusive hasta en lo obscurito), en la que sin duda el tricolor podría ser también el que inclinara la balanza a favor del morenismo. Así que será el PRI el que tomando en cuenta su verdadero valor, exija a los partidos “amigos” respeto. Sin duda el que pueda dárselo y también el que lo considere más conveniente para sus fines, será el que logre que el tricolor vaya junto con él en unas elecciones que se ven difíciles.

Antes de que Augusta Valentina abra innecesariamente y de manera temprana nuevos frentes, deberá consolidar su posición como dirigente en su propio partido. Aunque al parecer por el momento logró el apoyo de la dirigencia nacional, aún está muy lejos de alcanzar la unidad interna, tan necesaria para los triunfos a los que el PAN aspira para el 2024. Las divisiones mostradas durante la reciente visita de Marko Cortés en la que éste dio la orden de “buscar equilibrios y la inclusión”, están muy lejos de ser superadas por lo menos en el futuro cercano, como lo demostró el grupo de moreno vallistas en decadencia que encabeza Genoveva Huerta, quien poniéndose de tapete ante la secretaria general Cecilia Patrón Laviada, quiere seguir conservando el escaso poder que aún le queda. Esto último será imposible, si se logra la reconciliación entre grupos en el blanquiazul, que por cierto sigue viéndose muy lejana.

gelosgar@hotmail.com