El primer esbozo de los requisitos que, para él ejecutivo estatal Luis Miguel Barbosa Huerta, deberá reunir el próximo candidato al gobierno del estado para 2024 fue presentado en esta semana. Si bien aún no se vislumbra si será él, quien influya sobre su sucesor, seguramente que sí opinará (cuando lleguen los tiempos), en la selección que realice MORENA. Fue muy claro al señalar que quien sea el elegido, “no debe estar vinculado a intereses colectivos, o personales y oscuros, y más de gente que viola la ley. Tampoco debe representar el regreso de los viejos estilos”. Enfatizó en que no se designen como candidatos a “segundones o tercerones” de otros partidos, (los perversos) sic. Y agregó que, además, el designado deberá ser un personaje con pensamiento progresista, liberal y de izquierda, izquierda”.
A este retrato hablado le agregó: “La responsabilidad de MORENA es no proponer abanderados que sean un riesgo de vuelta al pasado. Los elegidos deberán ser gentes que velen por el cumplimiento de la ley”. De muy importante calificó que MORENA tenga candidatos y candidatas que sean los mejores, que compitan para ganar en las elecciones”. Aunque cabe señalar que el gobernador no dio nombres ni pistas, que pudiesen indicar que ya hay uno o varios prospectos firmes, que encajen perfectamente en él. Además, advirtió que quienes intenten ser parte de una estructura de gobierno, no pueden estar relacionados con “padrinos perversos”
Es por ello que de este planteamiento surgen varias preguntas: ¿Para quién fue el mensaje? ¿Quién en éstos momentos llenaría esos zapatos? . Los requisitos expuestos por el gobernador son muy claros, pero ¿serán los mismos que se esbocen desde la cúpula morenista a nivel nacional, en los momentos en que se tome la decisión final? ¿De cuál de los grupos que ahora conforman MORENA en Puebla podría salir un personaje con estas características?, porque no son uno o dos los que pugnarán porque el candidato pertenezca a su caterva, pues actualmente este Movimiento está dividido en por lo menos cinco “tribus”, o sea en realidad está fracturado.
Por lo pronto, los grupos más visibles son tres, el del senador Alejandro Armenta Mier, el del líder de la Cámara Baja Ignacio Mier Velazco, pese a los problemas que enfrenta, y se dice que también que el de María Luisa Albores, aunque este está dudoso. Estos serían los que pudiesen tener respaldo de “ya sabe quién”, pero a nivel estatal, del grupo del ejecutivo, están por lo menos otros tres aspirantes también morenistas, -por el momento- el líder del Congreso, el presidente del Tribunal Superior de Justicia y el titular de la SEP. ¿Alguno de ellos encaja en el retrato hablado? Son preguntas, que conste.
NUEVAMENTE “AHÍ VIENE EL LOBO”.
¡Otra vez! Se habla de que en el consejo nacional de MORENA que se desarrollará el 11 de junio próximo se dará la señal de arranque al proceso de renovación de la dirigencia del partido, tanto a nivel nacional como local y municipal. El pasado 19 de mayo la presidenta del Consejo de MORENA, Bertha Luján dio a conocer la convocatoria para este, que será virtual y que asegura, será uno de los eventos más importantes con miras al 2024.
Se plantea dentro de este documento, que se tocarán 4 puntos básicos. El primero la evolución y el desarrollo de los seis procesos electorales en los que se están promoviendo candidatos de MORENA a igual número de gubernaturas en el país. El segundo punto por tratar será el plan para la reorganización del partido en sus órganos de dirección, en todos los niveles, dentro de lo cual entra el estado de Puebla. El tercer punto será la promoción a la reforma Electoral y asuntos generales.
Y hasta ahí el caso de la renovación de dirigencias suena muy bien y necesario, aunque hay un pero, que seguramente no permitirá que en este año haya “caras nuevas” en las mismas como viene pasando desde hace tres años, pues para que ello se dé, antes deberá existir un padrón de militantes fidedigno, cuya falta ha sido el principal obstáculo desde hace muchos meses, para hacer realidad tal proceso , anunciado tantas veces que ya no se recuerda bien cuantas, y que por diversos motivos no se ha logrado.
La última vez se anunció con bombo y platillo el nuevo periodo de afiliación y rea filiación, el cual se suspendió porque tuvo prioridad la campaña para la revocación de mandato, y así quedó pendiente. Ahora nuevamente se anuncia que “ahí viene el lobo”, y los militantes esperan que ¡ahora sí! Se cumpla con el requisito de un padrón confiable, que exigen las autoridades electorales, para que al fin haya una nueva dirigencia que, en el caso especial de la entidad, ahora si esté integrada por poblanos.
Sin embargo, la mala noticia es que aún con los buenos deseos y proyectos del Consejo Nacional, por lo menos en este 2022 no se tenga nueva dirigencia, pues la integración de ese padrón que garantice la no invasión de actores externos a las asambleas distritales, como sucedió en ocasiones anteriores, se lleva tiempo. Así las cosas, por el momento el tan traído y llevado padrón, son solo buenas intenciones, aunque se reitere una y otra vez que ¡ahora sí va la buena!
¿CONVENIENCIA O SUMISIÓN?
No se sabe si es conveniencia o sumisión que le pueda permitir continuar con las “aguas en calma” al interior del Ayuntamiento poblano a cargo de Eduardo Rivera Pérez, continuar con el apoyo al sempiterno líder del Sindicato Gonzalo Juárez quien, desde hace siete años, -dicen los afiliados al mismo- no ha dado una información clara del manejo y utilización de las cuotas. Asimismo, lo acusan de proteger a sus incondicionales y de muchas otras acciones en contra de ellos, y pese a ello conserva el poder.
Una demostración más de la animadversión del gremio es que de los 1500 afiliados solo cerca de 600 asistieron a la fiesta que con motivo del día de la madre les organizó, pero que no fue gratuita ya que tuvieron que pagar 100 pesos de cuota, lo cual resultó oneroso para los que cobran uno o dos salarios mínimos, por lo que protestaron enérgicamente, pues cuestionaron ¿para qué están sus cuotas? Es más, por su falta de “cooperación” los que no asistieron recibieron un buen jalón de orejas. Así se les gasta don Gonzalo.
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