/ sábado 11 de enero de 2020

¿De quién es culpa que un niño de primaria sea un asesino?

Noticias como la de ayer deben ponernos a reflexionar acerca de la realidad que estamos viviendo, reconocer realidades y, sobre todo, aceptar que los caminos sobre los que estamos no son los correctos. Solo reconociendo lo mal que estamos podremos intentar salir del hoyo, sin simulaciones ni populismos.

Fue una noticia el ataque que realizó un estudiante de sexto de primaria a su maestra y compañeros de salón, para luego suicidarse, situación que hay que verla como uno más de los avisos de una sociedad que va en franco declive.

Aun con la gravedad de las circunstancias, hubo comunicadores que se atrevieron a afirmar que los docentes eran los responsables al no detectar algún tipo de bullyng al pequeño asesino ¡Ya basta de echarle la culpa a los maestros! Ellos no pueden remediar las deficiencias emocionales y normativas que traen los niños desde la cuna.

Tenemos que entender que una persona es el resultado de todo lo que ha recibido, pero también tiene un grado de responsabilidad respecto a lo que hace. Por ejemplo, es mucho más probable que alguien que ha sido abusado sexualmente se convierta en un abusador, es más, esos niños que causan lástima en los cruceros muy posiblemente acaben siendo explotares o delincuentes, es decir, las víctimas se convierten en victimarios, eso es algo científico.

Ahora bien, creo que no es válido justificar una acción tan atroz como la de ayer aludiendo maltrato, el problema es que los modelos educativos y sociales se enfocan, en algunos casos, a querer solapar excesivamente a los niños y adolescentes, creando así personas irresponsables y sin respeto a nadie ni a nada, quienes se ofenden de todo y sienten que son merecedores del mundo. Eso es crear megalómanos que, por ejemplo y en algunos casos, asesinan a su pareja por romper una relación o matan a su maestra por un simple regaño, como desgraciadamente acaeció ayer.

Tenemos el último lugar en aprovechamiento escolar según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo; el primer lugar en embarazos adolescentes y seguimos en la terquedad de hacer cosas como: consentir a los estudiantes flojos o convertir en una especia de heroínas a las mujeres que se embarazan por indolencia, en el entendido que el varón que las fecundó tiene igual o mayor grado de responsabilidad y culpa de traer hijos indeseados al mundo.

Hay quien señala que revisar mochilas no es algo correcto, pero quiero que eso se lo digan a los deudos de los muertos ayer, o los que también perdieron a sus familiares en una escuela de Monterrey hace años.

Eso sí, vemos intensamente promocionales de series de narcotraficantes; telenovelas donde se promueve la cosificación y exhibición del cuerpo femenino; un racismo y elitismo evidente; falta de respeto a la vida y dignidad; y videojuegos de armas y muerte que son un vicio para aquellos que viven en la falsa realidad que representan los entornos virtuales e internet.

¿Quién tiene la culpa de lo ayer? Los modelos aplicados, la publicidad y programación de los medios masivos, la idiosincrasia, los padres, pero también ese estudiante de apenas 12 años que no tuvo piedad de sus compañeros. Situar como una víctima absoluta de quien iba a terminar la primaria es un error. Solo en la dimensión de que cada quien asuma su grado de responsabilidad, empezaremos a encontrar las respuestas que tanto urgen en una sociedad cada vez más descompuesta, irresponsable y que se guía solo por modas o victimizaciones que nos sumen y nos seguirán sumiendo en el subdesarrollo, los odios y la debilidad emocional.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

Noticias como la de ayer deben ponernos a reflexionar acerca de la realidad que estamos viviendo, reconocer realidades y, sobre todo, aceptar que los caminos sobre los que estamos no son los correctos. Solo reconociendo lo mal que estamos podremos intentar salir del hoyo, sin simulaciones ni populismos.

Fue una noticia el ataque que realizó un estudiante de sexto de primaria a su maestra y compañeros de salón, para luego suicidarse, situación que hay que verla como uno más de los avisos de una sociedad que va en franco declive.

Aun con la gravedad de las circunstancias, hubo comunicadores que se atrevieron a afirmar que los docentes eran los responsables al no detectar algún tipo de bullyng al pequeño asesino ¡Ya basta de echarle la culpa a los maestros! Ellos no pueden remediar las deficiencias emocionales y normativas que traen los niños desde la cuna.

Tenemos que entender que una persona es el resultado de todo lo que ha recibido, pero también tiene un grado de responsabilidad respecto a lo que hace. Por ejemplo, es mucho más probable que alguien que ha sido abusado sexualmente se convierta en un abusador, es más, esos niños que causan lástima en los cruceros muy posiblemente acaben siendo explotares o delincuentes, es decir, las víctimas se convierten en victimarios, eso es algo científico.

Ahora bien, creo que no es válido justificar una acción tan atroz como la de ayer aludiendo maltrato, el problema es que los modelos educativos y sociales se enfocan, en algunos casos, a querer solapar excesivamente a los niños y adolescentes, creando así personas irresponsables y sin respeto a nadie ni a nada, quienes se ofenden de todo y sienten que son merecedores del mundo. Eso es crear megalómanos que, por ejemplo y en algunos casos, asesinan a su pareja por romper una relación o matan a su maestra por un simple regaño, como desgraciadamente acaeció ayer.

Tenemos el último lugar en aprovechamiento escolar según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo; el primer lugar en embarazos adolescentes y seguimos en la terquedad de hacer cosas como: consentir a los estudiantes flojos o convertir en una especia de heroínas a las mujeres que se embarazan por indolencia, en el entendido que el varón que las fecundó tiene igual o mayor grado de responsabilidad y culpa de traer hijos indeseados al mundo.

Hay quien señala que revisar mochilas no es algo correcto, pero quiero que eso se lo digan a los deudos de los muertos ayer, o los que también perdieron a sus familiares en una escuela de Monterrey hace años.

Eso sí, vemos intensamente promocionales de series de narcotraficantes; telenovelas donde se promueve la cosificación y exhibición del cuerpo femenino; un racismo y elitismo evidente; falta de respeto a la vida y dignidad; y videojuegos de armas y muerte que son un vicio para aquellos que viven en la falsa realidad que representan los entornos virtuales e internet.

¿Quién tiene la culpa de lo ayer? Los modelos aplicados, la publicidad y programación de los medios masivos, la idiosincrasia, los padres, pero también ese estudiante de apenas 12 años que no tuvo piedad de sus compañeros. Situar como una víctima absoluta de quien iba a terminar la primaria es un error. Solo en la dimensión de que cada quien asuma su grado de responsabilidad, empezaremos a encontrar las respuestas que tanto urgen en una sociedad cada vez más descompuesta, irresponsable y que se guía solo por modas o victimizaciones que nos sumen y nos seguirán sumiendo en el subdesarrollo, los odios y la debilidad emocional.

Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.