/ jueves 14 de julio de 2022

¿Deben los 'progres' aprender de los verdaderos revolucionarios?

La Revolución Francesa ha sido inspiración para Occidente, de ella surgieron diversos movimientos que impulsaron valores como libertad, igualdad y fraternidad, dando un cambio notable en la concepción de los derechos del hombre, en contraste, hoy vemos otros movimientos que distan mucho de ser efectivos y benéficos, aunque sean populares.


Como cada 14 de julio, los Campos Elíseos se engalanan, los militares se visten con lucidores uniformes, el paso de finos y entrenados caballos resuena en una de las más famosas avenidas del mundo, mientras que el sonido de los aviones a reacción recuerda el prestigio histórico de un gran ejército, todo en torno a lucha iniciada 1789.

Esta guerra civil acabó con el feudalismo, el absolutismo y algunos privilegios de la nobleza y el clero, dando lugar a la edad contemporánea.

Evidentemente se trató de un conflicto donde corrió mucha sangre y también hubo excesos, basta mencionar a la etapa del Terror, sin embargo, la trascendencia que tuvo para la humanidad es enorme y su estudio resulta obligado para todos aquellos que realmente quieran un progreso para la humanidad. Hablando de ese término, actualmente tenemos la denominación de “progres”, la cual tiene su origen en personas que se agruparon en los últimos años del franquismo, pertenecientes a la clase media o media alta, buscando una reivindicación de la clase obrera.

De esas condiciones queda poco en lo que se conoce como el grupo de los “progres”, para lo cual me referiré a las características generales de una buena parte de estos jóvenes. Estos individuos seguramente cuentan con buenas intenciones, pero no tienen un conocimiento profundo de la historia o de la lucha social; no se interesan en los partidos políticos, ni en sus estructuras y se enfocan más en ONG’s o plataformas que se muestran como innovadoras. El activismo ya no está en las calles o en acciones concretas o materiales, sino se enfocan más a una promoción por internet, a veces más por un lucimiento o beneficio personal que por ayudar realmente.

Aunque tengan un cierto sesgo de espíritu de lucha de los “progres” originales, los actuales se centran en otros temas como el ecologismo, defensa de los animales y el pacifismo, los cuales indudablemente tienen importancia, pero cuya defensa es una mera simulación, por ejemplo, se piensa que porque una persona, entre miles tenga auto eléctrico, o se prohíban las corridas de toros se ayudará a estas causas, cuando en realidad lo primero es poco efectivo y lo segundo es un acto de total ignorancia que extinguiría a la res brava desaparecer de la faz de la tierra. En este sentido, también observamos una intolerancia y falta de fundamento en algunas de sus acciones, ya que solo aceptan lo que ellos consideran bueno y llegan a exagerar algunos de los llamados logros, como es el caso de la defensa del derecho a abortar, el cual es indiscutible y debe ser reconocido por todas las legislaciones, pero celebrar eso como si fuera un gran triunfo me parece incorrecto, ya que el aborto es la consecuencia de hechos desafortunados o involuntarios que, en algunos casos, son prevenibles.

Quienes tomaron la Bastilla evidentemente estaban en contra del mal gobierno; hoy, el mal gobierno apoya a alguna de las causas “progres”, aunque sean incorrectas, por redundar en votos y así afianzar un poder que permita a los políticos lucrar con el erario.

También hay que mencionar la falta de valentía y resistencia emocional, recordemos a los luchadores de antes, quienes más allá de la calificación que se les dé, tuvieron el mérito de arriesgar su vida por sus ideales: Fidel Castro, Ernesto Guevara, Nelson Mandela y muchos revolucionarios franceses, a diferencia de cualquiera de los jovencitos que sufren constantes depresiones y reducen su activismo a compartir publicaciones.

También encontramos muchas contradicciones, ya que el materialismo, egoísmo y la búsqueda de la vida fácil también es una característica de alguna parte de estos “progres”, quienes, por ejemplo, critican la explotación laboral y el capitalismo, pero sueñan con tener un iPhone, hecho por algún chino que labora en una semi esclavitud.

Para terminar mencionaré el aporte a la sociedad: mientras que la Revolución Francesa fue un parteaguas en la humanidad; las acciones de los “progres” no son efectivas simplemente porque los diversos indicadores que tratan de mejorar cada día están peor: economía, violencia, maltrato animal y humano, etc.

Es cierto que es muy complejo hacer una comparación histórica entre personas de dos épocas, pero al menos esto debe hacer entender a los “progres” que sus causas no son las mejores ni las únicas y que tienen que aprender mucho de los verdaderos revolucionarios que ayudaron a mejorar el mundo.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.

La Revolución Francesa ha sido inspiración para Occidente, de ella surgieron diversos movimientos que impulsaron valores como libertad, igualdad y fraternidad, dando un cambio notable en la concepción de los derechos del hombre, en contraste, hoy vemos otros movimientos que distan mucho de ser efectivos y benéficos, aunque sean populares.


Como cada 14 de julio, los Campos Elíseos se engalanan, los militares se visten con lucidores uniformes, el paso de finos y entrenados caballos resuena en una de las más famosas avenidas del mundo, mientras que el sonido de los aviones a reacción recuerda el prestigio histórico de un gran ejército, todo en torno a lucha iniciada 1789.

Esta guerra civil acabó con el feudalismo, el absolutismo y algunos privilegios de la nobleza y el clero, dando lugar a la edad contemporánea.

Evidentemente se trató de un conflicto donde corrió mucha sangre y también hubo excesos, basta mencionar a la etapa del Terror, sin embargo, la trascendencia que tuvo para la humanidad es enorme y su estudio resulta obligado para todos aquellos que realmente quieran un progreso para la humanidad. Hablando de ese término, actualmente tenemos la denominación de “progres”, la cual tiene su origen en personas que se agruparon en los últimos años del franquismo, pertenecientes a la clase media o media alta, buscando una reivindicación de la clase obrera.

De esas condiciones queda poco en lo que se conoce como el grupo de los “progres”, para lo cual me referiré a las características generales de una buena parte de estos jóvenes. Estos individuos seguramente cuentan con buenas intenciones, pero no tienen un conocimiento profundo de la historia o de la lucha social; no se interesan en los partidos políticos, ni en sus estructuras y se enfocan más en ONG’s o plataformas que se muestran como innovadoras. El activismo ya no está en las calles o en acciones concretas o materiales, sino se enfocan más a una promoción por internet, a veces más por un lucimiento o beneficio personal que por ayudar realmente.

Aunque tengan un cierto sesgo de espíritu de lucha de los “progres” originales, los actuales se centran en otros temas como el ecologismo, defensa de los animales y el pacifismo, los cuales indudablemente tienen importancia, pero cuya defensa es una mera simulación, por ejemplo, se piensa que porque una persona, entre miles tenga auto eléctrico, o se prohíban las corridas de toros se ayudará a estas causas, cuando en realidad lo primero es poco efectivo y lo segundo es un acto de total ignorancia que extinguiría a la res brava desaparecer de la faz de la tierra. En este sentido, también observamos una intolerancia y falta de fundamento en algunas de sus acciones, ya que solo aceptan lo que ellos consideran bueno y llegan a exagerar algunos de los llamados logros, como es el caso de la defensa del derecho a abortar, el cual es indiscutible y debe ser reconocido por todas las legislaciones, pero celebrar eso como si fuera un gran triunfo me parece incorrecto, ya que el aborto es la consecuencia de hechos desafortunados o involuntarios que, en algunos casos, son prevenibles.

Quienes tomaron la Bastilla evidentemente estaban en contra del mal gobierno; hoy, el mal gobierno apoya a alguna de las causas “progres”, aunque sean incorrectas, por redundar en votos y así afianzar un poder que permita a los políticos lucrar con el erario.

También hay que mencionar la falta de valentía y resistencia emocional, recordemos a los luchadores de antes, quienes más allá de la calificación que se les dé, tuvieron el mérito de arriesgar su vida por sus ideales: Fidel Castro, Ernesto Guevara, Nelson Mandela y muchos revolucionarios franceses, a diferencia de cualquiera de los jovencitos que sufren constantes depresiones y reducen su activismo a compartir publicaciones.

También encontramos muchas contradicciones, ya que el materialismo, egoísmo y la búsqueda de la vida fácil también es una característica de alguna parte de estos “progres”, quienes, por ejemplo, critican la explotación laboral y el capitalismo, pero sueñan con tener un iPhone, hecho por algún chino que labora en una semi esclavitud.

Para terminar mencionaré el aporte a la sociedad: mientras que la Revolución Francesa fue un parteaguas en la humanidad; las acciones de los “progres” no son efectivas simplemente porque los diversos indicadores que tratan de mejorar cada día están peor: economía, violencia, maltrato animal y humano, etc.

Es cierto que es muy complejo hacer una comparación histórica entre personas de dos épocas, pero al menos esto debe hacer entender a los “progres” que sus causas no son las mejores ni las únicas y que tienen que aprender mucho de los verdaderos revolucionarios que ayudaron a mejorar el mundo.


Dudas o comentarios: 22 25 64 75 05; vicente_leopoldo@hotmail.com; síganme en facebook por mi nombre y en twitter: @vicente_aven.