A casi un mes para que entre en funciones el nuevo gobierno municipal de Puebla encabezado por Claudia Rivera Vivanco, está latente la expectativa con relación al equipo de trabajo que lo acompañará durante los siguientes tres años.
El 15 de octubre inicia la gestión de la segunda mujer en la historia que encabece los destinos de la capital poblana, cuya responsabilidad está basada en dar resultados inmediatos.
Principalmente en temas relacionados con la seguridad pública, combate a la pobreza –desarrollo social- y política interior para abordar temas, como por ejemplo, la presencia del comercio ambulante en la ciudad especialmente en el Centro Histórico.
Morena postuló a uno de sus cuadros puros en la elección del pasado primero de julio, logrando que Claudia Rivera ganara a un personaje con experiencia probada al tener la responsabilidad de ser edil con un balance favorable como el caso de Eduardo Rivera Pérez, por lo que la expectativa es alta por parte la ciudadanía.
Al interior del Ayuntamiento, un tanto justificado, como en los sectores políticos, tienen dudas si podrá dar resultados de inmediato sin que la famosa “curva de aprendizaje” cobre factura a la ciudad.
Esa postura se justifica en las mesas de trabajo de transición entre el gobierno en funciones y el electo, donde las preguntas hechas por el equipo de Claudia Rivera revelan cierta inexperiencia sobre hechos básicos de la política gubernamental.
Es la percepción de un sector del Ayuntamiento.
Además existe otro problema relacionado con la continuidad de los programas.
Si bien Claudia Rivera ha dicho darle seguimiento a ciertos esquemas de trabajo aplicados por el mandato de Luis Banck Serrato, el problema radica en quiénes encabezarán la toma de decisiones.
Apoyarse en los consejos de quienes integrarán el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, puede traducirse en la llegada de personajes foráneos con trayectoria probada pero sin conocer a profundidad las necesidades de una ciudad como es Puebla.
Hasta el momento la presidenta municipal electa ha revelado públicamente su intención por mantener en sus cargos –sería por tercer mandato consecutivo- a Gustavo Ariza al frente de la Unidad Operativa Municipal de Protección Civil y a Alejandro Cañedo como secretario de Turismo municipal.
Del resto del gabinete actual no se tiene previsto “palomear” ningún otro funcionario.
Está en todo su derecho de conformar su equipo con su propia visión de gobierno, pero sin caer en experimentos y más en temas de seguridad pública.
La delincuencia en Puebla capital un trato especial. Es importante elegir un secretario de Seguridad Pública probado pero conocedor de la realidad actual.
De ahí la importancia de analizar debidamente el perfil sin caer en experimentos.
Tal vez Claudia Rivera deba mirar lo que existe… en el propio Palacio Municipal.
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El presidente de la Comisión de Ética Partidaria del comité estatal del PRI, Pablo Fernández del Campo, reveló que según ya se tiene listo el expediente con los 35 nombres de militantes que traicionaron al partido en la reciente elección del pasado primero de julio.
Sanciones y expulsiones habrán de aplicarse supuestamente contra quienes cometieron actos de deslealtad, considerando que la semana siguiente tendrá noticias.
Según palabras del propio Fernández del Campo “habrá sorpresas”.
El PRI necesita una sacudida de fondo si en verdad tiene interés de volver a ser competitivo como opción política en la entidad poblana y uno de los primeros pasos, tiene que estar relacionado con separar a los que dejaron de valorar al priismo.
Comentarios:
@Marcomironc
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